carnaval 2018

“El Carnaval ayuda a visibilizar el problema de la generación de residuos”

Las fotos de la artista Irene Sanfiel, sacadas durante estas fiestas, no buscan señalar a los carnavaleros, sino dar un toque de atención a las autoridades para que, además de limpiar las calles, se impliquen en la creación de un modelo de consumo más eficiente y respetuoso con el medio ambiente
Así quedan las calles tras una noche de Carnaval. / ziREja
Así quedan las calles tras una noche de Carnaval. / ziREja
Así quedan las calles tras una noche de Carnaval. / ziREjA

Es la cara menos amable y divertida del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife: las toneladas de basura que se generan cada noche de fiesta en la ciudad. El Ayuntamiento organiza cada año un dispositivo de limpieza que consigue que pocas horas después de que termine cada día de Carnaval la ciudad vuelva a la normalidad y pueda seguir su ritmo. La novedad este 2018 fue la campaña ‘Carnaval te quiero, limpio-Santa Cruz recicla’, una iniciativa que buscaba reducir la generación de residuos durante las fiestas ofreciendo la posibilidad de canjear los envases de plástico por obsequios.

Pero, a falta de que el Consistorio publique los datos definitivos de toneladas de residuos retiradas, no parece que la campaña haya logrado evitar que un año más las calles se llenen de desperdicios, aunque hay que valorar positivamente la propia existencia de esta iniciativa.

La artista plástica Irene Sanfiel, conocida como ziREjA, ha recorrido la ciudad por cuarto año consecutivo justo en el momento en el que se apagan las luces y los altavoces y solo quedan en las calles algunos rezagados y enormes cantidades de porquería. Es ese momento, poco antes de que la ciudad amanezca,cuando ziREjA inmortaliza con su cámara de fotos cómo queda Santa Cruz tras horas de diversión.

Sin embargo, ziREjA subraya que este panorama no es algo que deba extrañar a nadie, sino que se trata de la consecuencia de un modelo de consumo y de producción de bienes que favorece que esto ocurra. “Está en nuestra cultura y no me gusta culpar a nadie diciendo simplemente ‘qué guarros somos’. Eso es quedarse en la superficie del problema”, explica. En su opinión, es muy difícil esperar que en una noche de fiesta la gente no acabe ensuciando el entorno. Por eso, cree que parte de la solución pasa por “crear un entorno que favorezca el respeto por el medio ambiente”.

“Para empezar, que no hubiera vasos de plástico en los supermercados, sino otras alternativas”, indica, o “leyes que impidan la entrada de determinados productos a las Islas”. “¿Cómo se va a culpar al ciudadano si, estando de fiesta, tira un plástico al suelo mientras que tú [las administraciones] no estás creando leyes que impidan que ese plástico entre en la isla?”, cuestiona. “El plástico está muy bien, pero tal vez no para bienes de un solo uso, como los vasos, porque después de usarlo permanecerá en Arico [en el PIRS] durante cientos de años”, comenta.

Sus fotos, impactantes y con la capacidad de avergonzar, aunque solo sea un poco, a quienes han disfrutado de la fiesta más importante de Tenerife, no buscan por tanto señalar a los carnavaleros como seres incívicos y sucios, sino dar un toque de atención a las autoridades competentes para que, además de limpiar las calles, se impliquen en la creación de un modelo de consumo más eficiente y respetuoso con el medio ambiente en Canarias.

La conclusión es evidente: se genera demasiada basura y lo que ocurre durante los Carnavales no es un hecho aislado. “Si tiráramos a las calles la basura que generamos cada día tendríamos un escenario igual, así que esta fiesta ayuda a visibilizar algo que sucede a diario”, añade. “Si seguimos así, vamos a acabar enterrados en basura”, concluye.

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