economía

“Hay inversores que cuando le explicamos los tiempos que hay en Canarias se van”

Fernando Vega es el propietario del Grupo Médano es una empresa canaria afincada en El Médano, Granadilla, con más de 25 años de experiencia en el sector de la construcción y con proyección nacional, además de regional
Fernando Vega, del grupo Médano. | SERGIO MÉNDEZ

Grupo Médano es una empresa canaria afincada en El Médano, Granadilla, con más de 25 años de experiencia en el sector de la construcción y con proyección nacional, además de regional. La principal actividad del Grupo está enfocada a la construcción de edificaciones y a la promoción inmobiliaria, una actividad que iniciaron hace dos años. La especialización y profesionalización de sus equipos “que combinan velocidad de ejecución, alto estándar de calidad y sostenibilidad medioambiental y lo precios competitivos es lo que nos dan la ventaja frente a otros competidores”, asegura Fernando Vega, propietario del Grupo que emplea de manera directa e indirecta a más de 200 personas. La empresa ha sido responsable de obras como la reciente actualización integral del Hotel Hovima La Pinta, Hotel Jardín Caleta, y Hotel Costa Adeje, así como de la remodelación del Hotel Parque La Paz, en el municipio de Arona. Además, en la actualidad, el Grupo está construyendo varias promociones de viviendas entre las que se encuentran: Residencial Sterlizia, que se entregará en los próximos meses, un residencial de chalets adosados con piscinas ajardinadas comunes y privadas y un edificio en la zona de Playa Chica, en El Médano, con vistas al mar.

-Supongo que la crisis económica le habrá afectado como a muchas empresas del sector al que se dedica. ¿Cómo afronta la recuperación?

“En los inicios de la década pasada de crisis económica, fuimos capaces de dar un giro y adaptar nuestro modelo de negocio al sector de las reformas hoteleras, dentro de la cual hemos conseguido un alto nivel de satisfacción y confianza por parte de grandes grupos hoteleros. Creo que el hecho de ser una empresa muy diversificada nos ha beneficiado”.

-¿A qué se refiere?

“Mire, nuestro Grupo tiene cuatro divisiones: una empresa que se dedica a la restauración de edificios, pintados y reforma de comunidades de propietarios y edificios antiguos, a la que la crisis no ha afectado. También tenemos una carpintería y cristalería; la constructora que, además de construir edificios, en la última década, como le dije antes, se ha dedicado a la reforma hotelera; y en los dos últimos años, con la crisis remitiendo, empezamos con la promoción inmobiliaria, división que cierra el círculo de proyecto de compañía y que, por el momento, está funcionando bien, con una entera vendida y otras dos a punto de terminar. Creo que esta diversificación es lo que ha permitido que la crisis no nos afectase tanto”.

-¿Por qué El Médano?

“Bueno yo llegué hace más de 20 años al Médano y empecé como jefe de obra de una gran empresa. Años más tarde decidí montar mi propia empresa y gracias a Dios las cosas funcionaron bien y ahora soy un medanero más. Mis tres hijos han nacido aquí. Si le digo la verdad, a mí el Médano me enamoró. Soy un embajador de la ciudad porque cada vez que salgo de la Isla no hago sino recomendar que la gente venga”.

-Volviendo a su empresa ¿qué ha cambiado en el sector con la crisis tan brutal que ha sufrido?

“Es difícil hacer un análisis global sin entrar en detalles. Pero le digo que entre las muchas cosas malas que nos ha dejado la crisis, también hay buenas y yo soy de los que piensa que se ha logrado una limpia de tanto intrusismo que había en nuestro oficio. Hace 15 años todo valía, y como el volumen era tan grande, daba igual que fueras buen constructor, empresario o promotor e incluso banquero. Ahora el nivel de exigencia se ha multiplicado por 1.000 porque el mercado inmobiliario ha cambiado; se ha vuelto más selectivo. Los parámetros de exigencia son elevadísimos y no todo el mundo puede ser promotor o empresario”.

-¿A qué se refiere cuando dice que el mercado es más selectivo? ¿Ha cambiado también el comprador?

“Hace unos años cuando alguien compraba una propiedad lo hacía confiando en que era una garantía, casi un seguro, pero a la larga se dio cuenta de que no era así, de que el sistema era muy frágil. Por eso, lo que quiere ahora el ciudadano es una auténtica garantía jurídica de que lo que va a comprar es legal. Cuando un posible comprador se sienta en nuestras oficinas de venta y le ofrecemos una vivienda, le presentamos un dossier completo del proyecto, donde le aparece que somos los propietarios del terreno, que el solar no tiene en el registro ningún tipo de carga, así como una copia del presupuesto y de la licencia de obra del Ayuntamiento de turno. Al final, le presentamos tanta documentación que muchas veces les da miedo. El dinero y la entrega a cuenta está avalada en el banco desde el minuto uno, porque sabe que éste fue uno de los principales problemas con los que se encontraron los ciudadanos que quisieron comprar en una promoción en la crisis. Compraban con sus ahorros, daban dinero a cuenta, y después la empresa quebraba y se quedaban sin el dinero y sin la casa. Son formas diferentes de hacer las cosas. Hace 10 años se hacían mal y la gente no era consciente. Había promotores que se enriquecieron a costa de pelotazos. Había algunos, incluso, que no eran dueños del solar sino que presentaban una opción de compra sobre el mismo y ponían el cartel de la promoción. Cogían el dinero de la gente y hasta que no reunían el dinero no compraban el solar. Eso ahora es un delito, es inconcebible, pero hace 15 años había tanta laguna e inmunidad que pasó lo que pasó. Por eso, los que hemos sobrevivido estamos ahí y se ha demostrado que hacemos la cosas bien, lo que ha dignificado nuestro oficio. Por estas cosas al promotor y al constructor se le demonizaba, y no todos somos así”.

-Usted que es del sur de Tenerife ¿cómo sufre el problema de las carreteras?

“Es un hecho que las infraestructuras se quedan cortas, y el problema son los tiempos, la burocracia y, sobre todo, que los políticos de turno no se pongan de acuerdo. Se están perdiendo en el debate, en lugar de solucionar el problema”.

-¿Y los áridos? Conoce la denuncia del presidente de Fepeco, Oscar Izquierdo, sobre la necesidad de que se habiliten más canteras porque Canarias se está quedando sin áridos para la construcción.

“Lo de los áridos es el ejemplo claro de lo que le estaba diciendo antes con la burocracia. Antes había más canteras y ahora son tantas las exigencias técnicas y burocráticas para hacer cosas, que se convierte en imposible. Entiendo perfectamente las reclamaciones de Oscar Izquierdo que cumple la función de ser nuestro portavoz cuando tenemos problemas. Hace una labor magnífica trasladando a la opinión pública y a la administración lo que nos preocupa a los empresarios”.

-No es el primero que se queja de la maldita burocracia que hay en las Islas, ¿está poniendo en riesgo tanta inversión como dicen o se exagera un poco?

“Para nada se exagera. Mire, antes de la crisis había en Canarias una sensación de libertinaje en el que todo valía. Pero como se demonizó todo y se detuvo a mucha gente: políticos, técnicos municipales, empresarios… se llegó al extremo opuesto”.

-Es decir, nadie firma nada.

“Exacto. Nada camina, todo se paraliza y los técnicos lo miran todo con lupa. No podemos llegar a este extremo tan radical porque estamos rompiendo la cadena, es decir, hago edificios, compro materiales, creo puestos de trabajo, vendo viviendas, por consiguiente se pagan impuestos y licencias de obra. Todo esto genera economía. Pero si en un punto de esta cadena te paran, como ocurre ahora, es imposible que lleguemos a generar economía. Mire, conseguir una licencia de obra con toda la documentación en regla, está llegando a los 10 meses, incluso a los 12. Esto para nosotros es un problema mortal. El Grupo tiene inversores que aportan capital para nuestros proyectos a los que tenemos que dar garantías jurídicas.

¿Usted qué cree que hará si le digo que su inversión multimillonaria tardará unos dos años?”.

“Le garantizo que hay inversores a los que cuando le hemos explicado cuales son los tiempos en Canarias se han marchado. No invierten aquí. Hay quien no querrá oírlo, pero es la realidad. Tenemos la sensación de que en Canarias todo se ha vuelto imposible, indeterminado en el tiempo, y con una inseguridad jurídica que da miedo, porque cuando no es turismo, es el Cabildo o el Ayuntamiento, o los planes generales bloqueados o confrontaciones políticas”.

-Se supone que la nueva Ley del Suelo cambiará esto, porque aplicará el silencio administrativo a proyectos presentados hace tres meses.

“No se está cumpliendo. Los ayuntamientos buscan la artimaña y cualquier chorrada para mandarte una carta el día anterior a cumplirse los tres meses para parar el proyecto 10 meses más. Se está convirtiendo en un drama, en un problema gravísimo para nosotros y se están perdiendo inversiones y proyectos muy importantes para Canarias. A nosotros, se nos están yendo inversores muy importantes por no poderles dar seguridad jurídica y de tiempos. La administración se ha convertido en el problema numero uno para los inversores. Es triste, pero es la realidad y te queda sensación de impotencia. Hay un 10% de ayuntamientos que funcionan bien, por ejemplo el de Adeje, pero hay otros donde un proyecto se puede eternizar”.

-¿Por ejemplo?

“El de Granadilla. La oficina técnica es de las más lentas de la Isla. Le hemos ofrecido alternativas como convenios con el colegio de arquitectos para sacar los expedientes. Otros ayuntamientos lo han hecho, pero nada. Tengo inversores que han dicho de marcharse a otros municipios. Lo único que pedimos es que se respeten los tiempos. Es muy triste y uno se queda con una sensación de impotencia terrible”.

TE PUEDE INTERESAR