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Los extranjeros vuelven a elegir las Islas Canarias para trabajar

La Seguridad Social gana 94.410 afiliados de otros países en el último año, recuperando las cifras previas a la crisis económica
La mayoría de las afiliaciones de extranjeros a la Seguridad Social se produjo en el sector servicios: comercio y turismo. EP

Los extranjeros están volviendo a confiar en Canarias para trabajar. Si bien el Archipiélago tenía 94.894 afiliados extranjeros a la Seguridad Social en el año 2008, justo al inicio de la crisis económica, según las últimas cifras del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el año pasado Canarias cerró con 94.410 extranjeros con alta en nuestro sistema de empleo, un dato muy similar a los años precrisis.

Se trata del tercer ejercicio consecutivo, desde que se inició la recuperación económica, en el que aumenta la afiliación de extranjeros en las Islas. En 2015, tras varios años de pérdidas de inmigrantes, la ganancia de cotizantes extranjeros fue de 78.304 afiliados y en 2016, de 83.580 ocupados. Cifras muy alejadas de las de los peores años de la crisis. En 2014, Canarias había perdido cerca de 20.000 ocupados extranjeros con respecto a 2008, registrando tan solo 75.195 afiliados. Fue a partir de este año cuando el número de extranjeros incorporados a nuestro sistema de empleo comenzó a incrementarse.

Estos datos tienen una doble lectura. Y es que el aumento en el número de afiliados extranjeros en las Islas coincide con los mejores años del turismo. Es desde 2015 cuando el número de turistas comienza a batir récords, con cifras superiores a los 13 millones, hasta llegar a los 16 millones del año pasado. La mayor parte de los cotizantes extranjeros, siempre según datos del Ministerio de Empleo, se localizan en la hostelería y en el comercio, sector que lleva en pleno crecimiento también desde hacer varios años. De hecho, en las Islas casi el 27% de los afiliados extranjeros trabajan en el comercio y en la reparación de vehículos y motocicletas, seguido por el 23% del turismo. En cuanto a las nacionalidades, la mayor parte de los extranjeros que trabajan en el Archipiélago proceden de países de la Unión Europea (UE). En este caso, los italianos (16.474), ingleses (8.983) y alemanes (7.537), dentro de la UE, y lo marroquíes (5.707) y los chinos (5.119), como países no europeos, son los más vinculados laboralmente con las Islas. Pero es que la lectura de estos números también puede ser otra. Si bien es cierto que la mayoría del empleo ocupado por extranjeros se genera en el turismo y en el comercio, esto es en gran medida por el idioma.

Si hacemos caso a los datos de la patronal hotelera de Santa Cruz de Tenerife, el 62% de los demandantes de empleo en la hostelería no sabe hablar ninguna lengua extranjera. Solo el 37% admite tener conocimientos de algún idioma, especialmente el inglés, el resto solo habla español. Esta es una razón que evidencia por qué la mayoría de los extranjeros que acceden al mercado laboral canario lo hacen en el sector servicios.

En varias ocasiones los propios empresarios del sector han reclamado más formación en idiomas. Desde Ashotel, por ejemplo, su presidente, Jorge Marichal, ha insistido en que se encuentran con “verdaderos problemas” para encontrar residentes en las Islas con al menos un idioma y que, por ello, tienen que recurrir a la contratación de extranjeros. Lo mismo ocurre en el comercio.

“Para nosotros”, ha dicho el gerente de Ashotel, Pablo González, “es más fácil contratar a gente de las Islas, porque en la mayoría de los casos el extranjero no tiene un proyecto de vida en Canarias y a la larga se quiere marchar, pero el problema es el idioma”. Y la situación empeora, porque ya son más los empresarios que piden más de dos idiomas, además del nativo. “No puede ser”, insiste González, “que teniendo más de 16 millones de turistas todavía los alumnos salgan de la Educación Secundaria con escasos conocimientos de inglés”. No es, desde luego, la primera vez que desde la patronal hotelera se insiste en que los canarios tendrían que ser bilingües, dominando el inglés a la perfección, y con amplio conocimiento de un segundo idioma.

No obstante, la mala situación del idioma es un mal generalizado, ya que España es el cuarto país de la UE en el que menos adultos hablan un idioma extranjero, incluso por detrás de Rumania, Hungría y Portugal. El inglés es la lengua más estudiada en la UE tanto en educación Primaria como Secundaria, mientras que el francés y el alemán son los segundos idiomas más habituales. El sistema educativo español contempla el estudio de un idioma desde la Educación Primaria, sin embargo, finalizada la Secundaria, el nivel adquirido suele ser escaso, lo que conduce a pensar que hay un problema en la forma en que el idioma es enseñado, y que las horas invertidas no dan los frutos deseados. Se trata de una de las mayores barreras que deben superar los trabajadores españoles cuando optan a una oferta de trabajo, tanto dentro como fuera de España.

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