iberostar tenerife

Arnau: sonrisas en la derrota

A sus cuatro años, este canarista barcelonés es abonado aurinegro, una pasión que le ha transmitido su padre, asiduo a Tenerife durante los últimos veinte años
Xavi, Arnau y Arturo, de izquierda a derecha, durante el encuentro de los aurinegros con el UCAM Murcia de la Champions League. Andrés Gutiérrez
Xavi, Arnau y Arturo, de izquierda a derecha, durante el encuentro de los aurinegros con el UCAM Murcia de la Champions League. Andrés Gutiérrez
Xavi, Arnau y Arturo, de izquierda a derecha, durante el encuentro de los aurinegros con el UCAM Murcia de la Champions League. Andrés Gutiérrez

Una hora antes de que arranque el Iberostar Tenerife-UCAM Murcia de Champions, en el hall del Santiago Martín, un hombre escucha hablar en catalán a un niño de solo cuatro años. Sonriente, le pregunta si es seguidor del FC Barcelona y el pequeño, enfundado en una camiseta aurinegra de la Copa del Rey, responde orgulloso: “no, yo soy del Canarias”. La historia de Arnau, de Xavi, su padre, y de Arturo su tío tinerfeño, es otro ejemplo de la grandeza del baloncesto.

Xavi Huélamo tiene 42 años, es de Barcelona e informático de profesión. En 1997, cuando cursaba estudios de Farmacia, una reunión lo trajo a Tenerife, donde conoció a Arturo Fuentes, fiel aficionado al CB Canarias ya por aquel entonces. “Yo era de los que iban al Luther King y al Ríos Tejera, de los que su ídolos eran Harper, Phillips, Cabrera y Méndez”, admite Arturo, que recuerda la manera en la que, poco a poco, comenzó a contagiar de fiebre amarilla a Xavi: “Él era del Barça de fútbol. Yo siempre he sido de baloncesto y del Canarias, por supuesto. Teníamos conversaciones, yo fui al Palau la primera temporada tras el regreso a la Liga Endesa… Fue poco a poco”.

Mientras Arturo recuerda, Xavi asiente. Desde 1997 viene a Tenerife “entre dos y tres veces al año” y, de aquella amistad, surgió un fiel seguidor canarista: “Comencé a interesarme más, lo veía en los encuentros en Cataluña y, justo esta temporada, compré entradas para el Barça-Iberostar. Eran en la fila cuatro, lo que me permitió estar cerca de los jugadores que, en todo momento, fueron muy amables y atentos con nosotros. Además, cuando Nico Richotti estuvo hospitalizado en Barcelona, le pedí si podía pasar a verlo, siempre respetando su intimidad, y me dijo que sin problema. Es muy grande como jugador, pero también como persona”.

Tras una victoria para la historia con prórroga incluida, contactó por Twitter con Ferrán Bassas y este le respondió, lo que hizo crecer la simpatía de Xavi por la entidad. La sorpresa fue al llegar a casa: Arnau, su hijo, le dijo que él quería ver en directo a aquellos jugadores vestidos de amarillo y negro. “Me lo repitió muchas veces, me insistió y me dijo que por qué no había ido él al Palau, así que tocaba venir a Tenerife”, rememora.

La oportunidad llegó en enero, en el duelo con el Estudiantes que daba acceso a la Copa. Es curioso porque, a sus cuatro años, el Santiago Martín era el primer recinto deportivo que pisaba Arnau. “Soy culé en fútbol y aún no ha pisado el Camp Nou. Como era su primera experiencia, le pedí al club si podíamos estar cerca de la pista y, una vez más, con amabilidad, nos lo concedieron”, dice Xavi..
De esa forma, Arnau pudo ver de cerca a Ferrán Bassas y Nico Richotti sus jugadores “favoritos” (también son los de su padre) como él mismo admite con cierta timidez. Curiosamente, cuando pisó la Hamburguesa por vez primera, Arnau ya era abonado del CB Canarias (lo hicieron justo antes de venir a la Isla), lo que confirmaba su amor por sus colores.

Sabedores de que la actual será una campaña “complicada” en Liga Endesa debido a lo “igualado” de la misma, Xavi cree que el cambio de entrenador fue “crucial” para cambiar la dinámica del equipo: “No esperaron a ir mal, sino que reaccionaron buscando lo mejor para el club”.

Desafortunadamente, el equipo no puede ganar al UCAM y acceder a los octavos de final de la Basketball Champions League. Con el Santiago Martín casi vacío, Xavi, Arturo y Arnau le piden a varios jugadores del Canarias que accedan a hacerse una foto con el pequeño, algo que, como siempre, hacen. Él sale sonriente en cada una de ellas y ya piensa en volver a verlos. Sueño cumplido.

TE PUEDE INTERESAR