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Dan por solucionadas las filtraciones del mar en el túnel de la Vía Litoral

Las obras, que inició el lunes el Ayuntamiento de Santa Cruz, concluyeron en la madrugada del jueves con la eliminación de los charcos mediante la aplicación de resinas en las juntas del pavimento
Los charcos a la entrada del túnel hanían desaparecido ayer. / F. P.

“La actuación ha resultado adecuada y el problema está resuelto”. Así se expresó ayer el concejal de Servicios Públicos de Santa Cruz, Dámaso Arteaga, con respecto a las obras llevadas a cabo en el túnel de la Vía Litoral para arreglar las filtraciones de agua salada que provocaban charcos a la entrada y a la mitad de la infraestructura en cuestión. Las obras, que se iniciaron el pasado lunes, y concluyeron en la madrugada del jueves, consistieron en la impermeabilización de esta infraestructura a través del sellado de las juntas afectadas con resinas de alta viscosidad, obra que ha sido ejecutado por la empresa Dragados y para la que hay un año de garantía.

El trabajo consistió en inyectar las resinas cada 25 centímetros consiguiendo una comunicación entre cada uno de ellos y asegurando el sellado continuo de cada una de las losas por las que se filtra el agua. Ayer, los coches que circulaban por el túnel ya pudieron comprobar que no había filtraciones, por primera vez en los casi cinco años que han pasado desde la inauguración del túnel.

“Valoraremos hacer un pequeño pozo de registro para facilitar las labores de mantenimiento pero eso será más adelante”, detalló Arteaga. El coste de intervención ha supuesto el desembolso de 53.000 euros para el Ayuntamiento capitalino, dinero que el edil de Servicios Públicos confía en recuperar a través de la firma de un convenio en el que el Gobierno de Canarias le trasfiera el coste anual de mantenimiento de la infraestructura.
En cuanto al problema, este se venía produciendo, según explicaron los técnicos en su momento a que la infiltración de agua de mar se originaba al encontrarse la zona afectada por debajo del nivel freático.

El agua se infiltraba y afloraba por el pavimento hasta acumularse en el punto más bajo de la calzada sin que sea recogida por los elementos de captación con los que cuenta el túnel. Esto se debe a que en el acuerdo vertical cóncavo donde se produce el cambio de pendiente del pavimento, existen tramos de pendiente nula. De momento, los técnicos seguirán pendientes de que se reproduzca el problema.

Lo que sí parece claro es que nadie va a responder por este aparente fallo en la ejecución del proyecto al no poder demostrarse que obedece a un vicio oculto de la obra y porque ya se ha superado el tiempo de garantía de la obra.

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