Ana Julia Quezada, la autora confesa de la muerte del pequeño Gabriel Cruz, desnudó al niño Gabriel Cruz para enterrarlo y escondió la ropa en el domicilio familiar. Según informa EL ESPAÑOL, Ana Julia guardó las prendas (el pantalón negro y la sudadera roja con capucha) en la casa de la abuela del niño, lugar que era el punto de encuentro de los padres del menor para recibir de parte de las autoridades todas las novedades respecto a la búsqueda.
La vivienda, situada en Las Hortichuelas, fue además el último lugar en el que se vio con vida al niño antes de que desapareciera el pasado 27 de febrero.
Después, según EL ESPAÑOL, tiró las prendas en un contenedor de reciclaje en Retamar, a unos 30 kilómetros de allí. En la jornada de ayer la Guardia Civil pudo recuperar las prendas e incluirlas entre las pruebas a aportar ante el juez.