La construcción en Canarias está comenzando a dinamizar la economía, crear empleo y generar optimismo económico. Desde que a principios del año 2015, el sector empezó a mostrar síntomas de recuperación, se ha mantenido creciendo de manera constante y moderada, y estabilizada en el tiempo.
Este primer trimestre del año, según los datos de la patronal de la construcción (Fepeco), la provincia de Santa Cruz de Tenerife sigue la misma tendencia. Se han creado 312 empleos, a la espera de la ejecución de la obra pública, que está pendiente de los proyectos y de la licitación, que significará un evidente revulsivo, en el empleo directo, pero sobre todo, en el indirecto de las empresas auxiliares de la industria de la construcción.
En este sentido, el presidente de Fepeco, Óscar Izquierdo, aseguró que “si no hay mayor contratación, es porque no hay mayor licitación de obra pública”. “La evolución del mercado laboral en el sector dependerá de la agilidad de las administraciones públicas, para tener en tiempo y forma todo el proceso contractual”, insistió.
El año 2013 fue el de mayor destrucción de empleo de toda la crisis para el sector. Sólo en Santa Cruz de Tenerife se quedaron 15.000 trabajadores, casi el 50% que había en la época de mayor actividad, que fue el año 2009, cuando en la provincia trabajaban de manera directa unas 30.000 personas. Es a partir de principios del año 2015, cuando se empieza a notar una lenta recuperación del sector, que comienza a estabilizarse en el tiempo y es en septiembre de 2016 cuando Santa Cruz de Tenerife vuelve a superar, por primera vez después de la crisis, la barrera de los 20.000 empleos.
De marzo de 2015 a marzo de 2018 se han creado 5.348 afiliados medios nuevos en el Régimen General del sector de la Construcción y 843 afiliados medios nuevos en el RETA (autónomos). En el último año, de marzo de 2017 a marzo de 2018, se han creado 2.966 empleos y desde enero de 2015 la cifra asciende positivamente a 6.947 trabajos, un 87,25% en el Régimen General y un 12,75% de autónomos.
Para estar en cifras similares anteriores a la crisis, el sector necesita incorporar a 6.000 personas más al mercado, que al ritmo en que está evolucionando y las perspectivas de crecimiento en cuanto a obra pública y obras de reforma y rehabilitación, así como un pequeño repunte de obra nueva, podría suceder en un plazo de año y medio.
Para Óscar Izquierdo, estas cifras demuestran el buen momento por el que pasa uno de los sectores económicos más importantes de Canarias, después del turismo, pero indicó que ni mucho menos se puede hablar aún de “etapa expansiva”, aunque sí de crecimiento “estable y moderado”. “Todavía tenemos mucha más capacidad para generar empleo, pero la falta de eficiencia y eficacia en la gestión de la cosa pública a la hora de tener los proyectos, así como los retrasos en la licitación y adjudicación de obras, impide la creación de más empleo, por lo que no son las empresas, sino las administraciones públicas quienes obstaculizan una política expansiva de creación de empleo y dinamización laboral. Si no se licitan y adjudican obras, las empresas no tienen trabajo y no se crea empleo, así de sencillo”, señaló Izquierdo. “Y es que el sector está en una buena disposición para encabezar de nuevo la actividad económica”, añadió.
El presidente de la patronal también incidió en una cuestión de la que habló la pasada la Fundación Laboral de la Construcción, y es la falta de mano de obra cualificada que hay en el sector. “Ya no vale aquello que se decía de que el que no estudia, para la construcción”, dijo, “ahora el que no tiene formación no puede incorporarse en el sector”. Según los datos de la Fundación, en España están matriculados 23.719 alumnos en grados de Arquitectura y otros 18.429 en Ingeniería civil y de la edificación. En total, 42.148 estudiantes que terminarán obteniendo la máxima cualificación. Por tanto, en los niveles formativos superiores, la construcción no presenta un déficit de profesionales. El problema se presenta a pie de obra. Los últimos datos demuestra que en las ramas de Formación Profesional de edificación y obra civil el volumen de estudiantes es de 5.300. Por lo que es en la formación intermedia, la más ligada a la capacitación profesional, donde hay un déficit de formación importante que, en algunos casos, según Izquierdo “podría paralizar hasta las obras”. La escasez se debe a mucho motivos. Los empleados formados se fueron durante la crisis a otros sectores donde ahora ya están estables y no van a volver a la construcción, y los jóvenes, después de lo ocurrido, no quieren ni oír hablar de la construcción.
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