El secretario ejecutivo del PP en el Exterior interioriza la necesidad de cultivar la cooperación internacional para que no se marchite la presencia española en jardines ajenos. Percibir lo lejano como algo cercano es uno de los cometidos del área que dirige este diputado por Zaragoza, de visita en Canarias.
-¿En cuántos otros países está asentado el PP?
“En estos momentos, en 31”.
-¿Cuál es el cometido de esta secretaría ejecutiva?
“Nos ocupamos de coordinar la labor política y de partido de nuestras organizaciones fuera de España. A su vez, llevamos asuntos que tienen que ver con la emigración, la inmigración”.
-Ha habido contactos directos con la comunidad venezolana en Canarias, ¿no?
“Sí, entendíamos que debíamos escuchar a los venezolanos que lamentablemente han salido de su país por la situación tan precaria y bochornosa”.
-¿Cómo se canaliza la representación allí?
“Nosotros tenemos representación en Venezuela, lo que pasa es que, por las circunstancias políticas conocidas, no es nada fácil trabajar con ellos. Recientemente, el presidente del Partido Popular en Venezuela estuvo en la convención nacional del PP en Sevilla. Y, bueno, estamos permanentemente en contacto con ellos para intentar colaborar y ayudar a la colectividad española, al margen de si son afiliados o no. Procuramos echar una mano. La secretaría ejecutiva de Internacional es la que se relaciona con los partidos afines al nuestro”.
-Parece que se han normalizado las relaciones bilaterales, dentro de lo que cabe…
“Ya sabemos que esto es como el Guadiana: tan pronto nos expulsan como nos vuelven a acoger. Es bueno que se normalice esa situación y lo que deseamos es que se mantenga en el futuro. No que, cuando el Gobierno español plantea sus dudas, sus inquietudes sobre lo que está ocurriendo en Venezuela, el embajador sea llamado a consultas… En fin, no creemos que esa sea la mejor manera de solucionar los problemas”.
-¿Y en Cuba?
“No es posible que haya otros partidos políticos [diferentes al comunista]”.
-¿Qué fórmula jurídica se utiliza para actuar fuera?
“Hay países donde no existe ninguna posibilidad de registrarse como partido y, entonces, creamos fundaciones o asociaciones. Nos establecemos según la legalidad de cada territorio”.
-¿De qué manera participan en los procesos electorales?
“Las organizaciones trasladan los mensajes, las propuestas del Gobierno y del propio partido, como una estructura provincial, insular o autonómica”.
-Algunos partidos reservan en su organigrama espacios a las delegaciones del exterior. ¿Es el caso del PP?
“En el Comité Ejecutivo Nacional hay dos delegados: uno de América, que ahora es la presidenta del PP en México, y otro para Europa, que actualmente desempeña el presidente en Bélgica. Son miembros del comité ejecutivo nacional del partido”.
-Hace algún tiempo se habló de abrir las Cortes Generales (especialmente, el Senado, como Cámara territorial) a la emigración. ¿En qué ha quedado eso?
“En el Congreso de los Diputados se creó una subcomisión para la reforma de la ley electoral y en ese marco se están estudiando las opciones. No solo las relativas al voto rogado y a la nacionalidad… Una de la propuestas es que haya una representación en el Parlamento español de unas candidaturas elegidas por la ciudadanía en el exterior. Es verdad que eso llevaría probablemente a una modificación de la Constitución”.
-¿España ha salvaguardado su prestigio internacional?
“La etapa del presidente [José Luis Rodríguez] Zapatero nos apartó un poco de la realidad, tanto interna como externa. El Partido Popular recogió un país en quiebra, descendido a la segunda división. Con el esfuerzo común de los españoles, durante estos años ha cambiado esa tendencia: crecemos el doble que la media de la Unión Europea y somos el país de Europa que más empleo genera. Esto no se hace de la noche a la mañana. Y queda mucho por hacer”.
-¿Fue excesiva la prudencia que adoptó el Gobierno ante el desafío del separatismo catalán y su realidad paralela?
“Yo creo que no. Los gobiernos actúan muchas veces en la sombra. Que no haya ni un solo país en el mundo que reconozca a Cataluña como un Estado independiente es resultado de un trabajo callado, de muchas horas, de mucha gente, para trasladar la verdadera información. Otra cosa es que el nacionalismo exagere, magnifique. El tiempo pone a cada uno en su sitio”.
-¿El papel de las comunidades autónomas es indispensable para articular la unidad del relato de España?
“Desde luego, es esencial. Por ejemplo, Canarias ayuda muchísimo. El hilo directo con Venezuela favorece ese nexo de unión con España”.
-El terrorismo ha condicionado la agenda. En un comunicado previo a su disolución, ETA retuerce el lenguaje para repartir el peso de la responsabilidad. ¿Ha sido importante la pedagogía institucional para transmitir la idea de que no eran unos bandoleros románticos?
“Se demuestra que el Estado de derecho ha ganado bien. Es lo que debemos defender. Hoy, ETA asume su derrota y eso es lo importante. Y recordar a esa enorme cantidad de víctimas, que merecen toda nuestra consideración y respeto. Dignidad y justicia son dos palabras muy adecuadas y por lo menos al Partido Popular no se le van a caer de la boca”.
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