El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado este martes el estado de desastre en Hawái y ha ordenado que se pongan a disposición de las autoridades locales las ayudas federales necesarias para hacer frente a los efectos de las fuertes inundaciones y corrimientos de tierra que tuvieron lugar a mediados de abril en la isla de Oahu.
“Los fondos federales están ahora disponibles para el estado de Hawái para el trabajo de emergencia y reconstrucción y reparación de las instalaciones que se han visto destrozadas por los corrimientos de tierra, las tormentas e inundaciones tanto en el condado de Honolulu como en la localidad homónima, así como en el condado de Kauai”, ha señalado la Casa Blanca en un comunicado.
El director de la FEMA, Brock Long, ha nombrado a Dolph A. Diemont como coordinador de las operaciones a nivel federal en las zonas afectadas.
Por otra parte, el gobernador de Hawái, David Ige, ha instado a la Administración Trump a declarar el estado de emergencia para impulsar las medidas de recuperación por los daños causados por el volcán Kilauea en la isla del mismo nombre, según ha recogido el diario ‘USA Today’.
Las erupciones han tenido lugar tras una serie de terremotos en la isla, incluido un temblor de magnitud 5 alrededor de las 10.30 horas (hora local) que tuvo lugar el jueves, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
Parte de los residentes del distrito de Puna, en el que viven alrededor de 10.000 personas, han recibido la orden de evacuación después de que los funcionarios de obras públicas informaran de emisiones de lava y vapor a causa de una grieta, según la página web del condado y algunos medios. Unas 2.000 personas han sido ya evacuadas.
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