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Domingo Pestana, el astrofotógrafo palmero que cautiva a la NASA

Un total de seis fotografías que ha procesado este profesor de Matemáticas de la Universidad Carlos III han recibido la distinción de la imagen astronómica del día por la agencia espacial norteamericana
Domingo Pestana
Domingo Pestana

Dos fotografías procesadas por el matemático y astrofotógrafo Domingo Pestana (Santa Cruz de La Palma, 1958) fueron distinguidas la semana pasada por la NASA como la imagen astronómica del día. Son seis APOD (Astronomy Picture of the Day) los que ha cosechado en total en poco más de un año. Un hito que no oculta que le ha hecho sentir “una alegría tremenda”, sobre todo después de ver publicada su obra casi de forma sucesiva el pasado 23 y 25 de mayo.

Domingo Pestana nació en la capital palmera y realizó la carrera de Matemáticas en la Universidad de Zaragoza. Tras sacar las oposiciones para la enseñanza en Educación Secundaria, cursó el doctorado en la Universidad Carlos III de Madrid, donde trabaja ahora como profesor titular. Pese a que desarrolló su carrera profesional y científica en el campo de las Ciencias Exactas, la Astrofísica ha sido otra de sus pasiones, al igual que la fotografía.

La entrada a este mundo de la astrofotografía, que combina ambas actividades, se remonta a un curso que realizó en esa materia en Madrid, en el que, además, conoció al que considera “el mejor astrofotógrafo de España, Raúl Villaverde, un buen amigo y mejor persona”. “Por ahí empecé. Compramos los telescopios, las cámaras. Dedicándome en serio debo llevar entre cinco y seis años”.

En 2014 ganó la sexta edición del Concurso Internacional de Astrofotografía La Palma, que organiza cada año el Cabildo y que es a día de hoy uno de los más importantes de Europa, con la fotografía M45-Las pléyades. En lo que se refiere a los APOD de la NASA, recuerda que hace un año y medio que empezó a enviar fotografías. El cinco de abril de 2017, la NASA publica su primera obra como Imagen Astronómica del Día.

Estas imágenes son fruto de una minuciosa labor de procesado que realiza Pestana sobre la base de “un gigantesco repositorio de fotografías astronómicas captadas por el Telescopio Espacial Hubble, que son públicas y las puedes descargar”. A pesar de que ha enviado fotografías “hechas por mí, con mi telescopio”, aún no ha conseguido que le publiquen alguna de ellas. “Este será mi siguiente objetivo”, sostiene.

“Una foto astronómica no se parece en nada a las que hacemos normalmente, que son fotografías con luz”, explica Pestana. Al contrario, “una foto astronómica no tiene prácticamente luz”. “Cuando sale de la cámara es negra, salvo si hay alguna estrella muy brillante que se adivine”. Además, destaca que “no se hace una sola” fotografía, sino que se toman “bastantes y se suman, con el objeto de luchar contra el ruido, que es el gran enemigo del astrofotógrafo”.

Así las cosas, señala que la lucha en la astrofotografía es “mostrar lo que hay en esa fotografía negra, que está llena de datos, que son casi invisibles”. “Hacer aflorar esos datos y luchar al mismo tiempo contra el ruido es el reto. Para ello es necesario emplear una herramienta de edición, que en su caso es el programa Pixinsight, realizado por investigadores de la Universidad de Valencia, que, a su juicio, “para esto es de lo mejor del mundo”.

Un software que “tiene herramientas poderosas para procesar fotografía”. “Lo que hacemos en el ordenador con el procesador es similar al relevado químico que se hacía de los negativos en el pasado y que ya hoy casi nadie recuerda”, comenta. “Es como un revelado digital” , añade el astrofotógrafo palmero.

Para Domingo Pestana, la clave del procesado de la imagen está en la calibración del color. “Es decir, que se haga un calibrado corrector del color para que lo que salga sea exactamente la realidad”. “Yo lo que intento -prosigue- es que el resultado sea científicamente lo más real posible. También hay una parte artística. Por eso distintas personas van a llegar a distintos procesados”.

Practicar la astrofotografía en Madrid, donde reside, no es tan sencillo como en la isla de La Palma, donde el cielo está protegido por la existencia del Observatorio del Roque de Los Muchachos. Por ello cada vez que sale a tomar fotografías hace entre 120 o 130 kilómetros, y “aún así el horizonte donde se encuentra Madrid está perdido por la contaminación lumínica”.

De los seis APOD que ha logrado, estaba convencido de que la NASA elegiría la cuarta, denominada HH 666: Carina Dust Pillar with Jet, que representa un pilar cósmico de polvo, dentro del cual está la estrella joven Herbig-Haro 666.

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