El español Fernando Alonso se subió por segunda vez al Toyota TS050 Hybrid alrededor de la medianoche, uno de los desafíos más complejos de las míticas 24 Horas de Le Mans. Y para mayor reto no le tocó otra que deshacer el entuerto que provocó su compañero Sébastien Buemi, que tras cometer un error al adelantar en una zona que estaba restringida, sufrió luego una penalización de un minuto por esta acción.
La igualdad que se había vivido durante las primas horas en Le Mans entre los dos coches de Toyota, dejó una situación complicada para el coche del equipo de Fernando Alonso (número 8), en beneficio del otro coche (#7), ya que en la vuelta 170 el español toma el vehículo con una desventaja de 2:20.143.
El español se subió al coche número 8 y ha dado una lección magistral de conducción, como si llevara en esta competición toda su vida y recortando a un ritmo consistente las diferencias con Pechito López (en el coche número 7) marcando vueltas de 3’19”. Incluso con neumáticos que rozaban casi las dos horas de desgaste, el asturiano se sacó un 3’18” de la manga que dejó boquiabiertos a todos los presentes en el box.
Así, Alonso consiguió rebajar en dos horas y media una diferencia de 130 segundos a apenas 45 segundos cuando se bajó del Toyota para el relevo con Kazuki Nakajima, que siguió el buen trabajo marcado por el español y consiguió rebajar todavía más la distancia hasta que Kobayashi tomó el relevo de López en la hora 13 de carrera y mantuvo a raya a su compatriota.
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