El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha defendido este martes su política migratoria, criticada por gran parte de la comunidad internacional, e incluso por su propia esposa, esgrimiendo que para poder juzgar a los padres por entrar ilegalmente en el país “tienes que quitarles a los niños”.
“No quiero que los niños sean separados de los padres, pero cuando procesas a los padres por venir ilegalmente, algo que debe pasar, tienes que quitarles a los niños”, ha dicho en una reunión con empresarios, según ha informado la cadena estadounidense CNN.
Trump ha asegurado que quiere “solucionar la separación familiar” y ha avanzado que, para “poner fin a esta crisis”, pretende dar a las fuerzas de seguridad la autoridad y los recursos necesarios para “detener y deportar a las familias de inmigrantes ilegales juntos”.
Además, ha avanzado su intención de “hacer cambios” en “el paquete migratorio” que está en trámite en la Cámara de Representantes. Sin embargo, no ha aclarado a qué proyecto de ley se refiere porque en estos momentos hay dos, uno moderado y otro más radical.
Por otro lado, ha ratificado la amenaza que ya profirió el pasado mes de mayo contra Honduras, pero esta vez la ha hecho extensible a otros estados. “Si un país abusa de nosotros enviando gente –y no a la mejor– no vamos a seguir dándole ayuda. ¿Por qué deberíamos?”, ha planteado.
Ha atacado igualmente a México, cuyo ministro de Exteriores, Luis Videgaray, ha pedido a Estados Unidos que reconsidere una política migratoria que ha calificado de “cruel e inhumana”. “Vienen a través de México y México no hace nada para ayudarnos”, ha reprochado Trump.
El magnate neoyorquino ha encontrado también otro culpable: la prensa. Los medios de comunicación, ha afirmado, “están ayudando a los traficantes de una forma que nadie creería”. “Lo saben. Saben exactamente lo que están haciendo y deberían parar”, ha espetado.
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