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La llegada de Casado alimenta el morbo en La Laguna y en Canarias

Antonio Alarcó se perfila como el detonante de una operación de cambio que persigue acabar con la inestabilidad de la Ciudad de los Adelantados en el epicentro de la política regional

Por A. M. S.

El nuevo PP de Pablo Casado, de 37 años, comenzó desde ayer, vía telefónica, a rearmarse para afrontar las próximas elecciones de mayo. Quedan tan solo 10 meses para acudir a las urnas con la cara lavada, en las que podrían ser las primeras elecciones totales en 40 años de democracia (generales, europeas, autonómicas y locales juntas), si Sánchez acorta la legislatura, y el líder popular recién llegado tiene el reto de resucitar al partido en horas bajas, según las encuestas. Será el primer desafío de Pablo Casado, “y no podemos fallar”, comentaba ayer a este periódico un dirigente tinerfeño próximo al político palentino que desde este sábado hereda los dos PP de la historia reciente, el de Aznar y el de Rajoy: 30 años de singladura y 15 en el poder.
La Laguna, un municipio puente entre las dos capitales canarias, se convierte ahora en un importante test para saber si los populares quieren disputarle la plaza en las Islas a Coalición Canaria, o mantener una entente cordiale para cohabitar en el poder en 2019. El eterno dilema de un partido que comparte electorado y teme quedar por debajo de los dos dígitos en los porcentajes en las urnas.

El senador del Partido Popular Antonio Alarcó preside la comisión. Andrés Gutiérrez
El senador del Partido Popular Antonio Alarcó preside la comisión. Andrés Gutiérrez

Antonio Alarcó, médico cirujano con fama de político echado palante, no juega un papel secundario en el nuevo reparto del PP en Canarias con Casado y Cospedal coaligados frente a Soraya Sáenz de Santamaría. Alarcó es un cospedalista reconocido y se ha sentido “ninguneado” en las últimas fechas en su partido, según uno de sus colaboradores más cercanos. “Le han faltado al respeto, por desconfianzas injustificadas, y se ha sentido dolido por ello”, confesó la fuente.

Todo apunta a que el edil lagunero se siente ahora reforzado para actuar en la recurrente operación de censura contra el coalicionero José Alberto Díaz. “Alarcó no se lanzará a la piscina, lo hará todo de acuerdo con el partido, pero ahora tiene hilo directo con Pablo Casado y si es necesario coge un avión y se planta en Madrid”, describió la misma fuente. Este lunes, en el pleno en el que se votará la moción que propone un “nuevo gobierno” para el Consistorio, se sabrá si el PP de Alarcó de esta nueva etapa progresa hacia el cambio político en el municipio clave de Canarias o toma un atajo.

“Está harto de la inestabilidad de CC y PSOE y piensa que si preside los plenos del Ayuntamiento, en 10 meses será capaz de normalizar la vida municipal para afrontar las próximas elecciones”. La ley de grandes ciudades permite que el alcalde y el presidente plenario sean personas distintas. La fuente no oculta que al PP le interesa estar en el timón de ese giro, una vez libre del corsé de su diputada en Madrid y habida cuenta de su abstención en la censura de Sánchez contra Rajoy. Tienen garantías de que al alcalde del Puerto de la Cruz, Lope Afonso, no le moverán la silla los socialistas, pues el PSOE de Pedro Martín también es partidario del cambio en La Laguna, pese a la negativa de los socialistas laguneros, que el jueves descartaron sumarse a la operación de Unid@s se puede, PP, Ciudadanos y XTF-NC. Pese a todo, en el PP nadie es capaz de asegurar, en la nueva tesitura, cuál será la estrategia del partido en este ínterin preelectoral. “Si el partido opta por no mover ficha, Alarcó será disciplinado”. Lo sabremos en las próximas horas.

Guillermo Mariscal, diputado canario del PP
Guillermo Mariscal, diputado canario del PP / CONGRESO.ES

Uno de los hombres destacados de Casado en Canarias es Guillermo Mariscal, diputado nacional grancanario y portavoz del PP en materia de Energía en el Congreso. Fue su mano derecha en la campaña de primarias en las Islas, un aliado fiel cuando todas las apuestas se decantaban por la exvicepresidenta. Mariscal, que asistió en 2010 a un desayuno nacional de oración de Obama en Estados Unidos, “tendrá mucho que decir a partir de ahora”, señaló ayer al DIARIO un buen conocedor de las tripas del PP en Canarias.

Discrepancias

Manuel Fernández Vega y María del Carmen Hernández Bento son dos canarios que figuran en el nuevo comité ejecutivo nacional de Pablo Casado. El primero, consejero en el Cabildo de Tenerife, hijo del influyente dirigente herreño Manuel Fernández González, ya retirado de la política, es el número tres del PP en Tenerife, su coordinador insular. Se da la circunstancia de que el número uno, el presidente insular del partido, Manuel Domínguez, y el número dos, el secretario general, Pedro Suárez, optaban por Sáenz de Santamaría, y Fernández Vega, por Casado. Esta discrepancia no causa ninguna perplejidad, por cuanto en el seno del PP no era ningún secreto que tanto Domínguez como Suárez se alineaban inicialmente con Cospedal. Domínguez, públicamente, confesó su amistad personal con la exsecretaria general del PP.

Manuel Fernández, consejero del PP en el Cabildo de Tenerife. / FRAN PALLERO

En las horas previas a la votación del sábado, cerraron filas con Sáenz de Santamaría junto a la secretaria regional del partido, Australia Navarro, secundando al presidente en Canarias, Asier Antona, pero mantuvieron los puentes con Casado y Cospedal, según aseguraban fuentes de la dirección tinerfeña. “No habrá ninguna dificultad en el nuevo rumbo, Cospedal y Casado están al corriente de los lazos personales que no se han roto”, señalaron.

En el caso de Hernández Bento, la actual diputada nacional y exdelegada del Gobierno en Canarias es hermana de Enrique Hernández Bento, ex subsecretario de Estado con José Manuel Soria y también exdelegado del Gobierno, que denunció al PP canario por presuntas irregularidades en las primarias regionales del partido, en las que se enfrentó a Asier Antona.

Soria

Pero, sin lugar a dudas, el principal promotor de la ascensión de Casado tiene nombre y apellidos: José Manuel Soria. El exministro, apartado de la política desde su dimisión en abril de 2016, tras aparecer en los papeles de Panamá, ha reaparecido como un compromisario especialmente activo en favor de la candidatura de Pablo Casado frente a Soraya Sáenz de Santamaría.

José Manuel Soria. | SERGIO MÉNDEZ

Las diferencias de Soria y Santamaría son de sobra conocidas, y tras el resultado del Congreso extraordinario de este sábado, quienes conocen bien al político grancanario aseguran que “jugará un papel determinante en la sombra”. Soria, que ha rehecho su vida como consultor, no tiene intención de volver a la política, según garantizó él mismo anoche a este periódico. “Habrá que estar cerca de Soria”, reconoció, pese a todo, un dirigente popular con interés en figurar en las próximas listas electorales en las Islas.
El exministro fue el organizador del almuerzo homenaje a Casado en el restaurante Jai Alai de Madrid, el pasado jueves, antes del Congreso del PP, al que asistieron otros exmiembros del equipo de gobierno de Rajoy: Cospedal, García-Margallo, Dolors Montserrat, Zoido, Tejerina y Catalá. Todos ellos firmaron, incluso, un comunicado de apoyo a Casado, al que se adhirió el exministro Jorge Fernández, en el que se aboga por “la defensa de la democracia, la libertad y la unidad de España”.

Casado ya entonces aglutinaba a cinco de las seis candidaturas que habían optado a primarias, y se enfrentaba, por último, a la aspirante que parecía favorita, Sáenz de Santamaría. “Pablo me propuso en esa ocasión integrarme en su equipo directivo y le dije con franqueza que no quiero desempeñar nunca más una responsabilidad política. Esa es la verdad”, declaró Soria en conversación con el DIARIO, en la que reconoció que el éxito de Casado había sido “superior al previsto”, y se debió “a la fuerza de su discurso, que tocó las emociones del Congreso”. Soria sostiene que Albert Rivera (Ciudadanos) “ya parece un político viejo al lado de Casado y tiene motivos para estar preocupado”.

El exministro García-Margallo no ocultó, recientemente a este periódico, con motivo de participar en el Foro Premium del Atlántico de la Fundación DIARIO DE AVISOS, que los delfines de Rajoy acabarían reduciéndose a uno o dos, y que Sáenz de Santamaría tendría que medirse a otro oponente. Él mismo concurrió a la primera fase de las primarias y otorgó después su apoyo a Casado. Más preciso fue el también exministro Alberto Ruiz-Gallardón, que, con motivo, asimismo, de su presencia en el citado foro de esta casa, deslizó, allá por abril de 2016, durante una cena privada con directivos de DIARIO DE AVISOS, un pronóstico certero: “El sucesor de Rajoy será Pablo Casado”. Gallardón no ocultó sus simpatías por el vicesecretario de Comunicación del PP, pero basó su predicción en que, a su juicio, era “el más preparado”.

¿Y en Canarias?

¿En Canarias qué pasará ahora? Nadie duda de que, con Soria en la trastienda y la dirección regional tocada por la derrota de su apuesta a favor de Santamaría, algo sucederá. Como informó DIARIO DE AVISOS, el resultado de estas primarias no será inocuo en términos de reajuste de equilibrios internos, pero no se esperan sacudidas por el terremoto Casado.

El presidente regional del PP, Asier Antona, que sucedió a Soria de manera automática, defendió ayer, al ser preguntado por este periódico, su respaldo, en el congreso popular de marzo de 2017 en las Islas, “con el 98% de los votos”. Asier no dudó en ofrecer su “lealtad” al nuevo líder: “Casado cuenta con nuestro completo respaldo y con nuestra disciplina, y conoce muy bien los problemas canarios. Lo primero que le he transmitido es que ahora hay que limar las asperezas. Estoy seguro de que cualquier cosa que determine pasará por la dirección regional del PP en las Islas”, sostuvo, sin perder de vista los inconvenientes que puedan derivarse de una confrontación inédita en su partido, que por primera vez se dividió en dos.

EUROPA PRESS

Antona salió al paso de las conjeturas sobre un congreso extraordinario en Canarias a 10 meses de las elecciones. “Ahora toca trabajar unidos para ganar las elecciones”, dijo zanjando la cuestión. Sus cálculos son estos: “En el último trimestre hay que decidir los candidatos y habrá que hilar fino”. Una metáfora, por cierto, que, según dicen los testigos, usó también ayer el cirujano Antonio Alarcó ante el vencedor: “Ahora hay que hilar muy fino, cerrar las junturas de la herida, evitando restos de pus para que cicatrice bien”.

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