economÍa

Los retos de Canarias para mantener las cifras de turismo

La ocupación turística en las Islas para este año caerá en torno a un 6%; unos datos que obligan al Archipiélago a ponerse las pilas para recuperar el terreno perdido
TURISMO CANARIAS
TURISMO CANARIAS
Las cifras de ocupación para este verano confirman un descenso del 5% con respecto al año pasado, donde se llegó a los casi 16 millones de turistas. DA

Canarias cerró 2017 con la llegada de 15.975.507 turistas, un 6,6% más que en el ejercicio anterior; cifras récord que también reflejan los datos de Tenerife que volvió a alcanzar su máximo histórico con 5,7 millones de turistas. Los hoteleros, no obstante, se muestran menos optimistas de cara a los próximos años, debido al nuevo empuje de destinos como Túnez, Egipto y Turquía, que lograron recuperar 10 millones de turistas. De hecho, todas las previsiones económicas de organismos como BBVA, CEOE-Tenerife y la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, apuntan a que este año las cifras de visitantes bajarán y no llegarán a los casi 16 millones del año pasado.

La patronal de la hostelería en la provincia (Ashotel) hizo públicas la pasada semana sus previsiones para este verano y éstas descienden un 5% con respecto al año pasado, aunque es verdad que la temporada fuerte en el Archipiélago es el invierno. Para poder afrontar esta caída y la apertura de los nuevos mercados competidores, Canarias tiene que ponerse las pilas y abordar dos grandes retos.

Aunque la situación no es para nada preocupante, el director general de Les Roches Marbella (donde se forma a líderes del sector turístico), Carlos Díez de la Lastra, señala que el Archipiélago tiene que afrontar dos grandes retos: la renovación de las infraestructuras y la falta de profesionales. En una entrevista concedida a este periódico y que reproducimos a continuación, Díez está convencido de que el Archipiélago tiene aún capacidad para crecer más, pero que lo debe hacer apostando por la calidad. “Debemos hacer una reflexión, desde todas las áreas implicadas en el sector, para reposicionar la marca turística. Hemos vivido unos años de esplendor porque, en parte, nos hemos beneficiado de la situación de conflicto de otros países competidores, y ahora es el momento de decidir qué papel queremos jugar en el mapa turístico internacional”.

Diez que es director de la única escuela suiza en España especializada en el campo de la hostelería y el turismo de lujo, reconoce que “aunque estamos haciendo las cosas bien, hay que seguir aplicando altos estándares de calidad en materia de sostenibilidad, formación y servicios si queremos hacer frente a los nuevos retos y atraer al turista de mayor valor”. “Canarias”, continuó, “hasta ahora ha crecido a partir de sol y playa, pero además tiene algo importantísimo hoy para el turismo: la seguridad. Pocos destinos de sol y playa, con el clima y la oferta que tiene el Archipiélago, mantienen esa percepción de seguridad”.

En una era en la que el turista es cada vez más exigente se hace absolutamente necesario ofrecer al cliente, no sólo una diferencia basada en el precio, sino infraestructuras adecuadas y una atención de calidad. “Esto será lo que nos diferencie de nuestros destinos competidores”.

Sin embargo, uno de los grandes problemas a los que se enfrenta Canarias en este punto es en el de encontrar buenos profesionales. Éste es quizás el talón de Aquiles del turismo en las Islas. “Necesitamos profesionales formados, con talento, capaces de liderar el futuro del turismo, que se involucren con la excelencia y que tengan en el cliente y en su satisfacción su principal meta. Los hoteles deben ser parte principal del cambio, pero también las comunidades y su entorno. El turismo no sólo es un motor de riqueza y empleo, sino una herramienta para mejorar la vida de las personas por lo que es imprescindible que actores públicos, privados y académicos estemos coordinados, especialmente en Canarias donde cuatro de cada diez trabajadores pertenecen al sector, confirmando la relación especial de las Islas con la industria”. En este punto es donde, según Carlos Díez, el Archipiélago puede marcar la diferencia.

En definitiva, el turismo está cayendo. Se abren, de nuevo, mercados competidores que están rescatando los turistas que inflaron la cifra de visitantes en las Islas y para afrontar esta nueva situación la única vía es ofrecer calidad y buenas instalaciones. El turista se ha convertido en un cliente cada vez más exigente que rápidamente puede poner un comentario en las redes sociales que puede beneficiar o perjudicar al hotel. Un servicio de calidad ofrecido por buenos profesionales es lo que hoy en día marcará la diferencia con otros destinos, así como unas instalaciones renovadas y sostenibles. Un turismo basado en el precio, sin oferta ni servicio de calidad, al final terminará decayendo porque el destino no ofrecerá valor.

TE PUEDE INTERESAR