Una auténtica plaga de gallos y gallinas se ha adueñado del barrio de Benahoare, provocando serias molestias a los vecinos de esta urbanización de Santa Cruz de La Palma, tanto por los ruidos que hacen como también por representar un problema de salud pública si finalmente no se corrige.
Para poner fin a la presencia de estos animales en el entorno de los edificios, el Ayuntamiento contrató a una empresa especializada, que lleva trabajando dos semanas para paliar esta situación que había generado numerosas críticas entre los vecinos.
Así lo dio a conocer el alcalde, Sergio Matos, como respuesta a una pregunta del concejal del Partido Popular Iván Díaz en pleno, quien detalló además que el contrato con la empresa, que ha intervenido en una situación similar en Los Llanos de Aridane, es de cuatro meses.
Matos lamentó que “todavía hay vecinos y vecinas que le siguen echando de comer a estos animales”, si bien confía que en el plazo de dos meses se haya terminado con esta problemática en la urbanización. Otra cosa bien distinta es el barranco de Las Nieves, donde seguirán habiendo gallos y gallinas, “como ha habido toda la vida”, dijo. Lo cierto es que estamos ante un debate vivo durante varios años en la capital palmera. Mientras hay quienes defienden su erradicación, otros incluso los que han considerado como una singularidad de valor turístico.
El Ayuntamiento lleva varios años colaborando con la asociación Anipalpara la retirada de los gallos y gallinas de la zona, que después entregan a propietarios de huertos que están interesados en mantener estos animales.
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