medio ambiente

Se buscan padrinos para los miles de senderos y caminos que recorren La Palma

Manu, de once años, junto a su padre, profesor de Geografía y Turismo en la Universidad, envió el pasado año una carta de su puño y letra al presidente del Cabildo pidiendo que encuentre fórmulas para implicar a la sociedad palmera en el cuidado de los caminos
Manu y su padre, Vicente Zapata, días atrás en uno de los caminos de La Palma que limpiaron de residuos durante sus vacaciones de agosto. | DA

Manu, con apenas once años, ha apadrinado junto a su familia un tramo de la amplia red de senderos de La Palma, concretamente un camino que discurre entre Puente Roto y la Montaña de Tirimara, en Villa de Mazo, pueblo del que proviene su padre, profesor de Geografía y Turismo de la Universidad de La Laguna.

La familia de Manu dedica parte de sus vacaciones de verano en La Palma desde hace 12 años, a la recogida de residuos en distintos tramos de los caminos insulares. Quizás por eso, Manu conoce perfectamente la evolución del mantenimiento y cuidado de estos caminos que ha recorrido desde que era una bebé junto a sus padres, y ahora también junto a su tía, su abuela y sus primas. La familia ha enviado este verano, y por segundo año consecutivo, una carta dirigida al presidente del Cabildo, Anselmo Pestana, y a su grupo de Gobierno, sugiriendo la necesidad de buscar la implicación de la sociedad palmera para evitar el deterioro de los caminos y senderos de la Isla.

Vicente Zapata, padre de Manu, lleva 26 años impartiendo clases en la Universidad de La Laguna y firmemente comprometido con varios proyectos científicos, pero su argumento para defender los senderos de La Palma y su mantenimiento va más allá. Quiere que el Cabildo impulse una estrategia conjunta para garantizar la implicación de los residentes palmeros y de los turistas en el cuidado de una red de senderos que ondea, como producto turístico, en las campañas que la institución realiza en los distintos mercados europeos.


En su primera carta al presidente del Cabildo, firmada de su puño letra, Manu le dice a Pestana sobre el sendero que ya han apadrinado que “nos comprometemos a limpiarlo cada vez que vengamos a La Palma, porque nosotros vivimos en Tenerife aunque mis abuelos y mi padre nacieron en Tigalate”. Prosigue la carta de Manu a Pestana expresando que “nos gustaría que se repare, porque hay muros caídos y que también se busquen caminos nuevos para no tener que ir por la carretera porque es muy peligroso, sobre todo para los más pequeños”. Le dice Manu a Pestana que “esperamos que le guste nuestra propuesta, que podrían seguir otras personas”.

Si bien los principales senderos de La Palma -Los Tilos y Marcos y Corderos, La Caldera, y la Ruta de Los Volcánes- están en buen estado de mantenimiento a cuenta del propio Cabildo, con competencias en materia de Medio Ambiente y en la gestión de residuos, el cuidado y limpieza de la restante red de senderos, por lo demás muy amplia e imposible de asumir de forma exclusiva para la administración, está en una estado de semi abandono y con riesgos de un deterioro progresivo a largo plazo, algo que desde el punto de vista de Vicente Zapata, padre de Manu y profesor de Geografía y turismo de la ULL, “es inasumible para la administración sino cuenta con la colaboración de los ciudadanos”. Por eso se han propuesto seguir enviando cartas al Cabildo cada año así como ir sumando a nuevos familiares y amigos a su proyecto, que también difunden con un amplio seguimiento en las redes sociales.

“Contamos con una red de caminos en La Palma extraordinaria”, dice el padre de Manu, que señala que “la clave para defender el modelo de isla sostenible y no perder el patrimonio de senderos con el que cuenta, es la implicación de los propios vecinos y residentes en la Isla”. La mayor parte de los residuos que este profesor, su esposa, su hijo y la abuela recogen, son dejados por los residentes. Se trata de residuos provenientes de la agricultura y de la ganadería, pero también son incontables las latas de cerveza, paquetes de tabaco, colillas, pañuelos, envases vacíos, papeles y plásticos con los que llenas decenas y decenas de bolsas de basura en sus paseos por la Isla Bonita.

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