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25 años de ‘Golosinas’: una vuelta a los orígenes con mucha vigencia

El güimarero Pedro Guerra reedita el álbum que marcó su destino y que trae de regreso con nuevas voces, como Rozalén o Pablo López, y recuerda aquellos años de efervescencia de cantautores en el Café Libertad 8
Pedro Guerra. | SERGIO MÉNDEZ

De Güímar a Madrid pasando por La Laguna. Este es el viaje geográfico que marca la vida musical del cantautor tinerfeño Pedro Guerra (1966), uno de los grandes referentes de la música canaria y española. Ahora vuelve con la reedición de su primer disco, el mítico Golosinas, para celebrar los 25 años de su llegada a la capital de España. No solo eso, también con una gira que en Canarias ha tenido que ampliar con una nueva fecha, 25 de noviembre en el Auditorio Teobaldo Power de La Orotava, pues ya está todo vendido en el resto de conciertos. “Tocaremos el disco completo y temas de discos posteriores”, explicó el compositor a DIARIO DE AVISOS.

Echando la vista atrás, recuerda sus primeros pasos en los años 80, donde había una “efervescencia musical en Canarias”. Antes de Taller Canario ya había comenzado a tocar en solitario, pero fue en aquellos bares laguneros donde primero se dio a conocer. Pero entonces, en 1993, decidió dar el salto a la Península. En concreto a la calle Libertad, que en su número 8 albergaba y alberga un pequeño local “donde como mucho caben 80 personas”. “Allí empecé a tocar un mes de octubre. Al principio solo iban mis amigos, pero a la semana siguiente esos amigos venían con otros y se llenaba. Y así, una noche, me encontré con que el público cantaba conmigo mis canciones”, rememora. Cuenta también que invitó a Joaquín Sabina y a Ana Belén y Víctor Manuel, quienes dieron a conocer su tema Contamíname. “Aquella época supuso un resurgir de la música de cantautor que, en mi opinión, ha vuelto”. Y es que al final la historia es cíclica, aunque Pedro Guerra opina que en lo social ha ido a peor. “Cuando edité Golosinas, en 1995, también salíamos de una crisis. Las canciones de este álbum siguen estando vigentes. Las gafas de Lennon o Contamíname, por ejemplo, tienen más vigencia que nunca. Ahora la inmigración sigue siendo un tema muy presente. Contamíname, mézclate conmigo, que bajo mi rama tendrás abrigo, es una letra llena de significado con la crisis reciente de la acogida de inmigrantes”, afirma.

Precisamente en estos dos temas Pedro se acompaña de Rozalén y Vanesa Martín, respectivamente. Juanes y Pablo López también colaboran y la decisión de tener dúos en el disco es “una manera de darle frescura. Son autores que admiro y creo que están haciendo lo más interesante del panorama musical actual. También me llamaba la atención colaborar con artistas que hacen música diferente a la mía, porque con artistas similares a mí ya he trabajado antes, ¿no?”, señala con una sonrisa. Otro cantautor, Marwan, colabora en el disco, pero en su versión de escritor, relatando con un precioso texto en el libreto lo que significó Golosinas para él y para una generación entera. Golosinas se grabó en directo, en concreto en el Cinearte de Madrid para conservar la esencia de Café Libertad 8. El álbum es la culminación de cómo es Pedro Guerra como compositor y cantautor. Encontró el estilo que define el resto de su carrera.

Preguntado por si se plantea publicar en un futuro reciente un disco con nuevos temas, el cantautor güimarero se muestra cauto. “Ahora tenemos una gira larga y tal vez después, cuando se termine, podremos empezar a plantear nuevos movimientos, pero ya sería para después de 2019. Sacar un disco es complicado, tienes que tener bastantes canciones compuestas para después elegir entre ellas… Después de la gira nos plantearemos cuál es el siguiente paso”, explica Guerra, que cuenta que sigue componiendo canciones en el estudio que tiene en casa, “siempre que tengo un ratito”.

Cuestionado sobre si estos tiempos de reguetón son malos tiempos para la lírica, Pedro Guerra no le da mucha importancia, pues “en mi época había otra música comercial. Hay un momento para cada una. Si vas a salir a bailar, pues el reguetón es mejor. Es complicado bailar música de cantautor”, ríe. Los tiempos han cambiado, no solo en los estilos musicales, sino en la forma de consumirlos. “Con el streaming no tenemos mucho margen. Spotify prioriza otro tipo de música”. Quizás por eso, cuenta, en el mundo de los cantautores “ha vuelto el vinilo y la venta de los discos físicos”.

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