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El mayor espectáculo jamás visto en la Isla (I)

El concierto de Michael Jackson, hace 25 años, congregó a 49.930 personas en la explanada del muelle de Santa Cruz, un hito en la historia de la música en Canarias
Pepe Chiyah a la izquierda, junto a Pino Sagliocco, Michael Jaclson y Andrés Lladró / CHIYAH

Considerado el Rey del Pop, Michael Jackson, que hoy tendría 60 años, protagonizó el 26 de septiembre de 1993 el mayor espectáculo jamás visto en Tenerife y en Canarias, con casi 50.000 personas, exactamente -según uno de los organizadores, Pepe Chiyah- 49.930 espectadores, que pagaron 5.000 pesetas para acudir aquella noche a la explanada de la Dársena de Los Llanos donde se montó un impresionante escenario y unas altas gradas sujetadas por los propios contenedores del puerto, facilitados por Alberto Herrera.

Resulta paradójico, pero aquel año, Santa Cruz de Tenerife celebraba el 500 aniversario de la fundación de la ciudad y lo hacía con su Ayuntamiento, desde noviembre de 1992, declarado en quiebra por la Hacienda estatal y, por tanto, con suspensión de pagos. Al alcalde, José Emilio García Gómez, el propio Hermoso, presidente del Gobierno canario, le espetó: “Estás loco, José Emilio”.

¿Y entonces, cómo se embarcó Santa Cruz en el mayor proyecto musical que entonces se podía organizar? Pepe Chiyah, concejal de Juventud en la etapa de Manuel Hermoso en la Alcaldía, recuerda que “después del gran éxito del concierto de Mecano en 1991, me rondó la cabeza traer algo grande a Santa Cruz y casi sin quererlo surgió lo de Michael Jackson, cuando la empresa Dorna nos lo ofreció en 1992, tras caerse la sede de Sevilla de la gira europea que pasaba por Zaragoza, Madrid y Barcelona”.

“Se nos abrieron los ojos, pero aquello era muy precipitado y además era imposible traer por avión hasta la Isla los 62 trailers que movía la producción del espectáculo Dangerous, aunque el ofrecimiento sirvió para hacerme amigo de Pino Sagliocco, el manager europeo de Michael Jackson, quien me ofreció la posibilidad de hacer el concierto al año siguiente, de regreso de la gira Dangerous (Peligroso) por Asia y antes de ir a Sudamérica”.

Pepe Chiyah y el promotor Valentín Álvarez cerraron el acuerdo con Dorna y ya solo faltaba convencer al alcalde García Gómez. Cuenta César Toledo, el joven jefe de prensa del consistorio, con tres años con Hermoso y cuatro con García Gómez, que “recuerdo que fue de noche, después de la procesión de la Virgen del Carmen, en su casa, cuando terminamos de convencerle”, recalcando el trabajo que realizaron “Valentín Álvarez, el mejor promotor que ha habido en Canarias, Pepe Chiyah y Víctor Dubois de BC Publicidad”, para traer un concierto que, “en verdad, cuando nos reunimos en Madrid con la empresa Dorna no le dimos mucho crédito”.

Firmado el contrato, y asegurado a través de CajaCanarias con la empresa Caser por 300 millones de pesetas, ya solo quedaba que Michael Jackson no sufriera ningún contratiempo y no suspendiera el concierto, como había ocurrido semanas antes en Palestina.

El cantante aterrizó en Los Rodeos el 25 de septiembre por la mañana y dos niños, vestidos de mago, le recibieron a pie de la escalerilla del Boeing 727. Le acompañaban su madre y otras trece personas más, entre ellas varios niños -fue poco después, en su gira sudamericana cuando comenzó a tener problemas con la Justicia por supuesta pedofilia-. Michael Jackson fue trasladado de inmediato al hotel Botánico del Puerto de la Cruz, y tuvo el detalle de firmar en el techo de aquella furgoneta que luego fue objeto del deseo de los coleccionistas. Con anterioridad, dos enormes Antonov 124, trajeron todo el material -un 20% menos del que se puede trasladar por carretera- para Dangerous, un espectáculo que desde 1991 recopilaba su octavo album, que vendió más de 32 millones de copias en todo el mundo. Otro Boeing 707 aterrizaba ese mismo día en la Isla con 268 personas, todo el equipo de producción de un espectáculo al que solo podían aspirar grandes capitales mundiales, y entre ellas se metió la ‘embargada’ Santa Cruz.

Sin embargo, la iniciativa privada y la propia campaña de venta de entradas -ni una invitación- sirvieron para concienciar a todo el mundo de que Michael Jackson “no le iba a costar un duro al Ayuntamiento”, afirmó a DIARIO DE AVISOS José Emilio García Gómez.

Pepe Chiyah, que ha aprovechado este 25 aniversario de tan señalada fecha para anunciar el concierto de los hermanos de Michael Jackson el próximo 21 de diciembre, se emociona aún hoy cuando recuerda que “durante aquellos dos días que Michael estuvo alojado en el hotel Botánico quedaron colapsadas las entradas y salidas de sus calles y creo que 25 años después, ni Los Rodeos ni el Botánico, han vivido unos días con tanta expectación como aquellos”, en los que Tenerife se convirtió en la capital musical del mundo.

García Gómez: Hasta que no lo ví en el escenario no respiré tranquilo”

José Emilio García Gómez (alcalde 1991-1995), reconoce que “una vez que me convencí, a organizar el concierto salió de mí directamente, al tener en contra a toda la clase política, al Cabildo, al Gobierno, a la oposición”.

Recuerda que “hicimos encuestas para conocer la reacción de la gente y el precio que podíamos poner y nos lanzamos a la aventura, gracias al apoyo de CajaCanarias y Caser, que nos aseguró el concierto por 300 millones de pesetas, y el trabajo de Valentín Álvarez, Víctor Dubois y las empresas consignatarias del puerto”.

Fueron, según García Gómez, días intensos, que terminaron “cuando vi a Michael Jackson sobre el escenario, hasta entonces no respiré tranquilo”, sabedor de que, dada la expectación creada y la venta de entradas -”tuvimos que abrir las puertas a las dos de la tarde”-, “cubriríamos los gastos, que era nuestro objetivo”.

Como anécdota se queda que cuando le invitó al camerino, Michael le preguntó, con su espíritu Peter Pan: “Por qué no ha traído a sus hijos”.

César Toledo: “Fue más difícil convencer al alcalde que a Michael Jackson”

Con apenas 25 años fue jefe de prensa de Hermoso y luego de García Gómez. Conserva en su memoria aquellos frenéticos días en que se gestó el concierto. “Fue más difícil convencer al alcalde que a Michael Jackson”, resume las dificultades de la empresa. Toledo recuerda que “el Ayuntamiento estaba declarado en quiebra y había reducido sueldos y no pagaba a los proveedores. ¿Quién iba a gastarse dinero en semejante concierto?”. Pero al final salió, sin que el Ayuntamiento adelantara un duro, gracias a un crédito de CajaCanarias y los avales personales de José Emilio, Víctor Dubois y Valentín Álvarez, aunque para Toledo, “lo más difícil era romper con lo gratis, convencer a la gente que no había invitaciones, que había que pasar por taquilla”, y para ello montó una rueda de prensa en CajaCanarias después de que el alcalde comprara la entrada número uno.

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