operaciÓn triunfo 2018

OT18Gala2: bullying, tensión, zascas y un momento para la historia de la televisión

La Gala 2 nos dejó algo más que sus evidentes problemas de sonido. Tensión entre concursantes, alguna lección de humildad, la rebelión de los jóvenes artistas y una actuación nunca vista antes en la televisión de este país

En la Gala 2 de la nueva edición de Operación Triunfo, hubo un poco de todo. También, fallos de sonido constantes que afectaron tanto a concursantes como artistas invitados y dejaron tras el “imagina un programa donde no se oiga” de Roberto Leal, una sonora carcajada en Twitter.

En cuanto a las actuaciones, el nivel en general fue bueno. Algunas, como las de Natalia y Marta destacaron sobre las demás. Un espectáculo con buenas voces y una actitud inmejorable. Divas sobre el escenario, poderosas, seguras de sí mismas y sin un error. Engancharon, y así lo dejaron también ver los seguidores del programa, muchos de los cuales, en tono de broma, o quizás no, se empezaron a replantear su orientación sexual, tras verse irremediablemente atraíd@s por la energía que desprendieron ambas concursantes. Así, Natalia resultaba escogida, merecidamente, como la favorita del público al final de la Gala.

Damion, el de Tenerife, más que correcto, interpretando con gusto y finura el ‘Déjala que baile’ junto a Famous, uno de los favoritos masculinos de la edición. Voces dulces y bien empastadas, con la sensibilidad necesaria y llenando el escenario. El propio Manu Guix confesó que a pesar de que fueron los que más trabajo le dieron durante la semana, a su entender, la suya fue una de las mejores actuaciones. Protagonizó, además, uno de los momentos más comentados en redes sociales del programa, al apostar por África en la ronda de votaciones por parte de los compañeros para salvar a uno de los nominados. Gran parte de los fans estuvieron recriminando a África en estas dos semanas por su supuesto ‘bullying’ hacia el ‘tinerfeño’, del que anduvo también “quejándose toda la p… semana”. Según muchos, una tremenda lección, prueba de su gran corazón.

Para Marilia, la de grancanaria, la cosa también se dio bien en su actuación con Joan, una de las sensaciones masculinas de la edición, y no precisamente por su voz, a tenor de los comentarios en Twitter. Sin embargo, su interpretación de ‘Another day of sun’, de la banda sonora de La La Land, quedó a años luz de aquel ya mítico ‘City of Stars’ con Alfred y Amaia al piano, no solo en intensidad musical, sino también en química personal. Lo que sí dejó la actuación fue un momento final algo confuso. Una tensión que no logramos identificar bien de qué tipo, pero que generó infinidad de comentarios, y que a todo aquel al que le preguntas te dice algo distinto, por lo que será mejor que saquen sus propias conclusiones.

Otro de esos momentos cargados de tensión, esta vez claramente positiva, fue el que nos regalaron Julia y Carlos en su interpretación de ‘Mi historia entre tus dedos’. Tan llena de pasión y de complicidad, que al terminar la actuación ambos parecían querer besarse, como si fueran los nuevos Aitana y Cepeda, pero saltándose directamente diez galas y una gira, que “pa’ qué vamos a perder el tiempo” parecían estar preguntándose. Un trabajo interpretativo muy, pero que muy bien logrado, que sacó un “uyyy” a más de uno en ese abrazo final.

Pero nada de esto fue capaz de hacernos olvidar la actuación de Mimi, perdón, Lola Índigo. Dudo mucho que en los últimos años se haya vivido en la televisión de este país, al menos yo no lo recuerdo, una actuación tan arrolladora como la que nos regaló anoche la andaluza. Problemas de sonido aparte, Lola Índigo se gustó. Se movió sobre el escenario como una pantera. Jadeaba, cantaba, bailaba y hasta sacaba la lengua, provocando. Casi diría que disfrutaba de una dulce y amable venganza. Repito, nunca vi nada igual de un artista patrio sobre un escenario en la televisión. Es la dueña y señora del show business español, con mucho permiso. Absolutamente magnética, y el público cantando como loco partes de su canción.

En cierta manera, su actitud me recordó a la de Pablo López cuando sobre el escenario en la Gala 10 de OT 2017 , nos asombraba sentado al piano interpretando su ahora universal ‘El Patio’. Entonces, parecía que por fin el de Fuengirola dejaba de ser ‘chepablo’ -como lo llamaba siempre Risto Mejide en su paso por la edición de 2008- y pasaba a ser don Pablo, amo de sus demonios y de su destino.

Mimi fue la primera expulsada de la edición de 2017 pero, sin duda, es una enorme sorpresa. Su tema ‘Ya no quiero ná’ lo peta en las listas y promete hacernos bailar y cantar más de una y cien veces. Una nueva diva, diga lo que diga Julia Gómez Cora, de nuevo invitada en el jurado de OT, y de nuevo metiéndose en un jardín al hablar de Lola Índigo en unos términos que indignaron tanto a sus seguidores, como a algún profesor y a la propia exconcursante, que no dudó en responderle en Twitter. Cabe destacar que fue la propia Cora quien también la liara en aquella valoración de Ana Guerra, que ahora es de todos los participantes de la edición pasada la que más proyección mantiene. Ojo clínico para los triunfitos, sin duda. Nada menos que 52.000 retuits y 30.000 Me gusta para ese rebelde mensaje de Lola Índigo parece que lo corroboran. No se lo perdonan.

Ahora, voy a atreverme a hacer varios pronósticos, con todos mis respetos y con el cariño que les guardo a cada uno de los concursantes de tan memorable edición, la de 2017. Aitana, que iba para estrella, sigue verde, y muy floja en su evolución. Ojalá me equivoque, pero creo que acabará acudiendo a más saraos que a escenarios. Insisto, ojalá me equivoque y algún día tenga que rectificar estas palabras, porque aunque creo que tiene cualidades parece andar algo perdida. A Alfred y Amaia, dos auténticos animales de la música, serán siempre eso, demasiado animales y demasiado ‘música’ para que la industria les abra un hueco, no al menos tan grande como el que nosotros les abrimos para siempre en nuestros corazones. Al menos, sí seguirán llenando la escena nacional con sus trabajos, más próximos al arte que al espectáculo. Sin embargo, serán Lola Índigo y Ana Guerra las que muy probablemente acabarán prolongando unas más que respetables carreras, con unos estilos tan suyos, y con su especial magnetismo. A la primera, no la vimos venir, culpa de su efímero paso por la Academia. A la segunda, la pudimos intuir, tras verla crecerse semana tras semana hasta esos 32 millones de reproducciones de su tema ‘Ni la hora’ con Juan Magán. Tiempo al tiempo. Palabrita de ‘Nena Daconte’.

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