Si todo salió como estaba previsto, con el cambio de hora incluido (a las dos de la madrugada se retrasaba el reloj a la una), la imagen de la Virgen de Candelaria volvería a entrar en la Basílica a las nueve de la mañana, para presidir una homilía muy especial, con la talla en la puerta lateral del templo y el público en la plaza de la Patrona de Canarias, a modo de clausura del viaje que le ha llevado por Santa Cruz y La Laguna durante 15 días, una peregrinación que se volverá a repetir dentro de siete años, aunque, seguramente, a otros municipios.
La Virgen de Candelaria, acompañada por el buen tiempo -no llovió al menos hasta medianoche-, dejaba La Laguna tras su encuentro con el Cristo y el último cambio de paso en el Colegio Dominicas de Geneto.
Poco después estaba previsto que entrara en los municipios de Santa Cruz de Tenerife (El Sobradillo) y El Rosario (Llano Blanco), para seguir por la vieja Carretera del Sur (TF-28) hasta Candelaria, por Barranco Hondo, y hacer en Igueste una parada en el centro de acogida que lleva su nombre y que fundó el padre Jesús Mendoza, prior de la Basílica hasta que falleció hace justamente cinco años.
El último cambio de paso -de la urna al trono- estaba previsto que se realizara a las 7.40 horas a la altura de la estación DISA de entrada al casco candelariero y proseguir en procesión hasta la Basílica, su morada oficial desde que se construyera hace 60 años.