¿Es este asteroide una nave extraterrestre? Harvard cree que sí

Un grupo de investigadores de Harvard se plantea la posibilidad de que Oumuamua sea una nave espacial alienígena. Así lo argumentan en un artículo que se publicará el próximo 12 de noviembre en la revista The Astrophysical Journal Letters:  “El objeto puede ser una sonda totalmente operativa enviada intencionalmente a la Tierra por una civilización alienígena”.

Los científicos declaran estar desconcertados sobre Oumuamua desde que se observó que el misterioso objeto espacial pasaba más allá del sol, a finales de 2017. Dada la alta velocidad, la inusual trayectoria, el color rojizo y el tamaño -tan grande como un estadio- dedujeron que  provenía de fuera de nuestro sistema solar, pero su forma aplanada y alargada, y la forma en que aceleró su camino a través del sistema solar, lo distinguieron de los asteroides y cometas convencionales.

Los autores de la investigación reconocen que el escenario de una nave extraterrestre es “exótico”. Otros científicos tienen fuertes dudas al respecto. “Es ingenuo mostrar que un objeto del tamaño de Oumuamua podría ser enviado por extraterrestres a otro sistema estelar”, dijo Seth Shostak, un astrónomo del Instituto SETI en Mountain View, California.  “Uno no debe aceptar ciegamente esta hipótesis. Hay una explicación mundana (y a priori más probable) para Oumuamua: es un cometa o asteroide desde lejos”, concluyó.

Coryn Bailer-Jones, un astrónomo del Instituto Max Planck de Astronomía en Heidelberg, Alemania, expresó objeciones similares. “En ciencia debemos preguntarnos: ¿Dónde está la evidencia?”.

El líder de la investigación, Loeb, declaró que sigue la máxima de Sherlock Holmes: “Cuando excluyes lo imposible, lo que queda, por improbable que sea, debe ser la verdad”. La verdad puede ser difícil de entender. Más en este caso, ya que Oumuamua ha dejado el sistema solar y ya no es visible incluso con telescopios. En cualquier caso, dijo Loeb, el hecho de que hayamos observado un objeto interestelar como Oumuama sugiere que otros podrían estar allí, y los astrónomos deberían comenzar a buscarlos.