El Plan de Inspección Fiscal puesto en marcha por el Ayuntamiento de Santa Cruz al principio de este mandato, ha conseguido aflorar 4,5 millones en sus cuatro años de vigencia. Así lo informó ayer el concejal de Hacienda, Juan José Martínez. Según los datos estadísticos dados a conocer, entre 2015 y 2018, se ha producida una mejora en la recaudación tributaria, tanto por el plan de inspección como por los contribuyentes que han asumido su responsabilidad con la hacienda municipal. Assí, el balance de este cuatrienio se salda con un volumen de actas de inspección iniciadas de 393 y 464 sanciones impuestas, multas por las que se ingresó 690.315 euros.
Por naturaleza de la figura fiscal, Santa Cruz ingresó en este tiempo y gracias a actuaciones de la Inspección 1,2 millones de euros en liquidaciones de la Plusvalía (impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana) y 1,1 millones más con cargo a liquidaciones del Impuesto de Actividades Económicas (IAE).
En tercer lugar por importancia económica se sitúan las liquidaciones del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) que ascendieron a casi 690.000 euros, mientras que la actuación de la Inspección referida a la tasa de gestión de residuos sólidos urbanos produjo ingresos de más de 453.000 euros, en la modalidad que abonan los negocios; y de 21.783 euros en la vertiente de domicilios y viviendas.
El capítulo de importe de las sanciones de distinto orden, que disfrutan de una bonificación del 25% por ingreso voluntario en periodo tasado, generó a las arcas municipales unos rendimientos en estos 4 años de 690.315 euros; en tanto que las actuaciones de colaboración con el área de gestión de Ingresos en fase de recaudación ejecutiva se situaron en 184.625 euros.
Al respecto, el concejal de Hacienda informó de que “el volumen de sanciones y consiguientemente de ingresos obtenido por esta vía se está reduciendo año tras año, lo que evidencia precisamente esa mayor corresponsabilidad fiscal de los santacruceros”.
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