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Defender La Caldera, prioridad en la lucha contra el rabo de gato

La consejera de Política Territorial apuesta por un cambio en la estrategia en las Islas para combatir las especies invasoras, a través de la promoción de la investigación y la innovación

La consejera de Política Territorial del Gobierno de Canarias, Nieves Lady Barreto, defiende que ha llegado la hora de cambiar de estrategia en el combate contra las especies exóticas invasoras, donde la investigación y la innovación jueguen un papel más determinante en esta lucha para proteger la biodiversidad de las Islas.

“Hasta ahora lo hemos hecho de una manera que no ha sido todo lo efectivo que tenía que ser”, reconoció la consejera en el marco de la presentación de la guía divulgativa elaborada por los técnicos de la Viceconsejería de Medio Ambiente para dar a conocer las especies vegetales exóticas que se celebró en el Museo del Puro de Breña Alta.

En el caso de La Palma, la consejera destacó que junto con el conocido caso del rabo de gato, hay otra especies que “estamos a tiempo de controlar”. “El rabo de gato nos preocupa mucho y hay que abordar los trabajos para erradicarlo desde otro punto de vista porque lo que se ha hecho hasta ahora no ha conseguido los efectos que tenía que conseguir”, insistió.

Carlos Samarín, técnico del Servicio de Planificación del Medio Natural del Gobierno de Canarias, indicó que en el caso de La Palma hay varias especies que son susceptibles de llegar a su control y erradicación, como una especie de pitera que “ha entrado recientemente” en la Isla y que “tiene un potencial de multiplicación muy rápido”.

En cuanto al rabo de gato, Samarín reconoció que hay tres islas, Tenerife, La Palma y Gran Canaria, en las que “probablemente tendremos que dar por imposible su erradicación y tendríamos que hablar más de contención, de control”.

Para La Palma señala que, “desde mi punto de vista, la estrategia debería ir orientada a la protección de la joya de la corona: el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente”. Para tratar de que el pennisetum no entre en este espacio protegido, propone establecer cordones, controlando las vías de acceso de esas posibles contaminaciones.

“En este caso en el barranco de Las Angustias, donde estamos interviniendo. También podemos controlar en el norte de la Isla: Garafía, Puntagorda, Barlovento, donde todavía la infección no es grave”, concluyó.

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