La merecida derrota que encajó el CD Tenerife en el Carranza volvió a encender las luces de alarma en el club blanquiazul. La llegada de los refuerzos invernales fueron flor de un día y el equipo de Oltra vuelve a ser un equipo frágil en ambas áreas y extremadamente endeble. No obstante, el traspié en Cádiz no provocó secuelas en la clasificación, pues tras disputarse la jornada 26, los blanquiazules conservan los mismos cuatro puntos de ventaja sobre el descenso que tenían antes del fin de semana. Rayo Majadahonda, Extremadura y Córdoba también pincharon. Solo el Nástic fue capaz de puntuar. De esta manera, todo sigue igual con una jornada menos.
Ahora mismo hay tres problemas que preocupan al aficionado blanquiazul: la portería, la sequía goleadora y la falta de fútbol.
Dani Hernández lleva dos partidos consecutivos mostrándose como un portero muy poco seguro. Ante el Córdoba falló en la acción del segundo gol andaluz, circusntancia que reconoció a la prensa. Ante el Cádiz se tragó el 1-0 y protagonizó otro par de salidas muy poco afortunadas. A esto hay que añadir que su defensa tampoco le está ayudando.
El equipo acumula cuatro partidos sin marcar, más de 400 minutos. La llegada de Coniglio tampoco ha servido para solucionar un problema que se lleva arrastrando desde el principio de temporada.
Y por último, el equipo sigue sin jugar a nada. Lasso y Racic brillaron el día de su debut, pero la luz de ambos se apagó. Ambos estaban llamados a dotar de juego a un equipo que corre el peligro de coquetear con el descenso.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas