cultura

Ruta literaria por ‘Santa Cruz, ciudad leída’

‘Santa Cruz, ciudad leída’ ofrece a los paseantes conocer el municipio a través de historias literarias atemporales y descripciones históricas por los rincones de sus calles
Infografía de A. Matute

“Cuando las noches estivales se llenan – como esta de ahora- de vahos caliginosos, me gustaba dar un paseo lento por las Ramblas y terminarlo sentado en esta misma mesa. Saboreaba dos o tres cañas de cerveza. Pero esto antes tenía otro carácter. No sé cómo calificártelo, ya que no creo que la palabra juvenil lo defina completamente. Bullanguero, puede que sirva más”.

Este pequeño párrafo pertenece al recopilatorio de cuentos Historia de Café Pobre, del que autor chicharrero Antonio Bermejo, quien ganó el premio Benito Pérez Armas en 1956 con La lluvia no dice nada. Una novela que jamás fue publicada porque se perdió y solo se conserva el fragmento inicial.

Este es solo uno de los ejemplos de los textos y curiosidades que cualquier paseante puede encontrarse en capital gracias a una nueva edición de Santa Cruz, ciudad leída, que este año está monopolizado por los autores canarios.

Los textos han sido cuidadosamente elegidos por el periodista Eduardo García Rojas, colaborador de DIARIO DE AVISOS, quien lleva haciendo la tarea desde la tercera edición allá por 2013.
El protagonismo de los autores canarios monopoliza prácticamente los paneles expuestos en diversos rincones de la ciudad.

Destacan las dos placas de bronce que ya quedarán para siempre en la ciudad. En la Plaza del Príncipe se puede leer el siguiente texto de Miguel Delibes: “Sorprende en la capital, dada su latitud, la relativa amplitud del sector urbano más antiguo. En Santa Cruz no se ve las callejuelas angostas del barrio del mismo nombre de Sevilla o del casco de Cádiz. El sol, aquí, no se considera un enemigo y seguramente por razones bien fundadas”. (Por esos mundos. Sudamérica con escala en las Canarias, 2002); y en la Plaza Weyler el de Ezequiel Pérez Plasencia: “Son las diez de una espléndida mañana, en el Kiosco de la Rambla, en el centro de la ciudad. Nos abrazamos. Ya ha pasado por una librería y me saca una edición de bolsillo de Pasado negro, de Fonseca. “No tiene desperdicio”, le digo. Bebemos un par de refrescos” (El orden del día, 2008).

Fran Pallero

Los curiosos podrán leer en palabras de José de Viera y Clavijo la llegada de los primeros europeos a las costas chicharreras, así como una pequeña parte del extenso memorándum que Leonardo Torriani escribió sobre las fortificaciones de esta plaza. Se incluyen reflexiones de Domingo Pérez Minik y descripciones de Luis Cola Benítez y Francisco Martínez Viera. También hay extractos de Los guanches en el cabaret, de Elfidio Alonso; y un texto del gallego Juan Farias, de Los buscadores de agua, que se desarrolla en Tenerife y La Palma. La única mujer es Elizabeth Heaphy de Murray, una viajera y artista que ofreció una visión curiosa de la ciudad.

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