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El absentismo laboral en el Archipiélago costó 665 millones

Siete de cada cien trabajadores de Canarias no acudieron a su puesto de trabajo ningún día de 2018; las mutuas piden emitir las altas médicas en ITCC para reducir costes
Imagen de la presentación de ayer sobre el coste económico del absentismo laboral en Canarias durante 2018. DA
Imagen de la presentación de ayer sobre el coste económico del absentismo laboral en Canarias durante 2018. DA
Imagen de la presentación de ayer sobre el coste económico del absentismo laboral en Canarias durante 2018. / DA

El absentismo laboral derivado de la Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes (ITCC) tuvo en 2018 un coste total de 665,52 millones de euros en Canarias, lo que supone un incremento del 12,12% con respecto al ejercicio de 2017. Desglosándolo, el gasto en términos de prestaciones económicas de la Seguridad Social fue de 350,66 millones de euros (el 9,69% más que en 2017), mientras que el coste directo a cargo de las empresas representó 314,86 millones de euros (el 14,95% más que el año anterior).

Estos datos, correspondientes al año pasado, se dieron a conocer ayer por la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) en la sede de CEOE-Tenerife. “El absentismo laboral es uno de los principales problemas que afectan a la competitividad empresarial, por lo que es materia de preocupación”, declaró Ana Muñoz, miembro del Comité Ejecutivo de CEOE-Tenerife.

El director gerente de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), Pedro Pablo Sanz, explicó que la duración del absentismo laboral en Canarias es el 20% más alta que en el resto del país, aunque su incidencia es igual, que es de una media de 25 procesos por cada 1.000 trabajadores. Sanz indicó que los sectores en los que hay una mayor incidencia de absentismo laboral son en los empleos relacionados con alojamientos turísticos, venta al pormenor, construcción, jardinería y recogida de residuos.

Según el informe, el coste del absentismo laboral por ITCC en Canarias equivale a 52.801 jornadas anuales de trabajo perdidas o, lo que es lo mismo, a que casi 7 de cada 100 trabajadores no acudieron a su puesto de trabajo ningún día del año en 2018. El director de la AMAT manifestó que el absentismo “es un problema de todos”, ya que “la carga de trabajo de la totalidad de los profesionales de la empresa se ve incrementada por tener que hacer frente a las tareas que dejan de atender los trabajadores en situación de baja”.

Durante 2018 se contabilizaron 225.252 procesos de Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes en Canarias, el 13,61% más que en 2017. La duración media de estos procesos fue de 51,14 días, el 0,92% mayor que en el ejercicio anterior, y 8,75 días por encima de la media nacional, que se sitúa en 42,39 días. Sanz señaló que “la gente enferma”, pero que hay factores que aumentan y ralentizan la incorporación del trabajador a su empleo. En este sentido, destacó la enorme carga asistencial que hay en los centros de salud, que hace que un empleado no disponga de cita hasta dos días para acudir al médico. En este contexto, abogó porque que puedan trabajar de forma conjunta con los servicios públicos de salud y con la Seguridad Social.

Según puso de relieve, cuando las mutuas tratan las patologías relacionadas con la traumatología, la duración de las enfermedades es el 50% inferior respecto a cuando se trata en un servicio público de salud. Si las mutuas pudieran emitir altas médicas en procesos de contingencias comunes, las empresas se podían haber ahorrado más de 1.138.552 días perdidos en 2018 y casi 44,65 millones de euros.

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