No tuvo opciones. El Iberostar Tenerife cayó ayer por 82-91 ante el Real Madrid en un encuentro en el que no tuvo opciones de victoria. El poderío visitante dominó de principio a fin y solo con arreones los locales pudieron responder. ¿Lo mejor? La reacción en los últimos minutos, la del amor propio, la que hace creer de cara al próximo miércoles, para el partido con el Hapoel de Champions. El equipo va justo de fuerzas, toca apelar al espíritu.
El Real Madrid, especialmente de la mano de Rudy Fernández, comenzó el encuentro muy acertado de cara al aro rival. Vidorreta paró el encuentro cuando aún no se habían disputado cinco minutos del mismo, evitando que los blancos se fueran de diez puntos tras un mate de Iverson (7-14).
Los aurinegros mejoraron en defensa mientras Anthony Randolph cometía una antideportiva sobre Abromaitis totalmente innecesaria, algo que no es nuevo por la Isla. Con todo, los locales remontaron (19-17) antes de que el duelo llegara al final del primer cuarto con empate a 22.
Una salida en tromba del Real Madrid metió el miedo en el cuerpo a los canaristas. Parcial de 2-12 (24-34) y tiempo muerto pedido por el banquillo local cuando no se habían jugado tres minutos de la tercera manga. La respuesta insular también fue contundente.
Parcial de 5-0 (29-34) hasta que Rudy Fernández, desde el tiro libre, volvía a dar un respiro a los suyos (29-36). Fue el inicio de unos minutos en los que los blancos, mejorando en ataque, volvieron a demostrar su poderío (33-44) ante un desacertado Iberostar. Una canasta sobre la bocina de Iverson llevó el duelo con 40-49 al descanso.
El Real Madrid finiquitó el encuentro gracias a su salida tras el descanso. 40-56 mostrando una vez más su pegada, muchos errores en ataque del Canarias y una pizca de mala suerte, pues varios lanzamientos de los locales eran buenos tiros, pero sin la puntería necesaria. Rudy Fernández, con una bandeja, distanciaba a los suyos, por primeras vez, 20 puntos de su rival (41-61). Restaban 17 minutos de un partido que podía hacerse muy largo. Pese a todo, el Canarias no quiere rendirse, llegando al final del tercer cuarto con 59-75.
La reacción del Canarias para comenzar la última manga fue espectacular. Parcial de 10-2 (69-77) coronado por un triple lleno de rabia de Ferrán Bassas. El catalán se echó el equipo a la espalda para, con otro triple marca de la casa, acercar a los aurinegros a seis puntos (77-83) cuando aún quedaba tiempo. Un pérdida local con 33 segundos por jugarse acabó por dar la
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