política

La ‘batalla’ electoral está servida en el Sur

Mientras en Arona y Granadilla, los dos municipios con mayor población, se lucha puerta a puerta por el voto, se augura una reñida pugna en San Miguel, Arico y Vilaflor; los socialistas Rodríguez Fraga y Pedro Martín aspiran a su noveno y séptimo mandato, respectivamente
Ayuntamiento de Arona. / ARONA.ES
Ayuntamiento de Arona. / ARONA.ES
Ayuntamiento de Arona, municipio más poblado del sur. / ARONA.ES

Por N. Chijeb y J. C. Mateu

Las próximas elecciones municipales en el sur de Tenerife dibujan, a priori, un escenario político con numerosos alicientes que hacen presagiar una reñida pugna por el voto y una campaña electoral a cara de perro. De los 12 alcaldes actuales, 10 aspiran a la reelección. Solo Elena Fumero (CC), en Arico, y José Juan Lemes (AIA), en Arafo, no repiten.

Si analizamos la evolución del voto en los últimos años, todo apunta a que el PSOE conservará su histórica hegemonía en la comarca (hoy ostenta 6 de las 12 alcaldías frente a las 3 de CC, 2 del PP y una de la Agrupación Independiente de Arafo), apuntalada en tótems del municipalismo en Tenerife como José Miguel Rodríguez Fraga y Pedro Martín, alcaldes de Adeje y Guía de Isora, en posesión del bastón de mando desde 1987 y 1995, respectivamente.

A ellos se suma José Julián Mena, el socialista que en 2015 mandó a la oposición a Coalición Canaria, fuerza política preponderante en Arona entre 1999 y 2015, que llegó muy dividida a la última cita con las urnas y lo pagó caro. El segundo alcalde socialista de Arona en la etapa democrática (el único precedente fue Manuel Barrios entre 1983 y 1995) se quedó a solo un centenar de votos de la mayoría absoluta, lo que le obligó a pactar con Ciudadanos por Arona, fuerza política liderada por José Antonio Reverón, que obtuvo tres concejales y con la que ha mantenido una relación con altibajos y algunos desencuentros a lo largo del mandato. Reverón repetirá candidatura bajo las siglas de CxA.

A nadie se le esconde que Arona es una de las joyas de la corona en el mapa municipal de Canarias. Con una población que acaba de alcanzar los 100.000 habitantes (la tercera más alta de la Isla), un desarrollo turístico de primer orden y unas posibilidades de crecimiento urbanístico en bolsas de suelo tan cotizadas como El Mojón, el municipio representa una prioridad para las grandes formaciones políticas.

Mena se las verá en la pugna electoral con Antonio García Marichal (CC), una de las manos derechas del actual presidente del Cabildo y candidato en clara proyección ascendente en su partido, y Francisco Niño, alcalde entre 2011 y 2015, que reaparece como cabeza de lista por Ciudadanos, como adelantó este periódico. Este será otro de los alicientes que añadirán morbo a la cita del 26-M, ya que Niño podría desempeñar un papel clave a la hora de decidir futuros pactos si ninguna fuerza logra la mayoría absoluta. Águeda Fumero (PP), después de meditar mucho su decisión por un asunto familiar, volverá a liderar la plancha de los populares.

Moción de censura

Granadilla es otro de los grandes focos donde se prevé una lucha encarnizada por el voto después de la polémica moción de censura de 2016, firmada por CC, PP y Ciudadanos, que acabó con la etapa del histórico líder socialista Jaime González Cejas, alcalde entre 1991 y 2007 y entre 2011 y 2016. José Domingo Regalado, que gana cada vez más peso político en CC, afronta su gran reválida en las urnas para intentar seguir al frente de uno de los municipios con un gran potencial económico y con mayor número de infraestructuras públicas estratégicas de España, entre otras, un aeropuerto internacional, un puerto, el mayor polígono industrial de la Isla y el ITER.
Enfrente tendrá a una de las promesas del PSOE, Jennifer Miranda, joven abogada encasillada en el ala dura del partido que quiere recuperar el poder municipal perdido en una censura que terminó también por agrietar el Gobierno de Canarias hasta hacerlo saltar por los aires. El PP apuesta por la continuidad y renueva su confianza en Marcos González, actual primer teniente de alcalde, y uno de los rostros más conocidos en la comarca chasnera.

Además de Arona y Granadilla, la atención del 26-M se centrará también en saber si Rodríguez Fraga será capaz de mantenerse en el cargo 32 años después y, de conseguirlo, si alcanzará su octava mayoría absoluta. Tratarán de evitarlo Inés Vera (PP), una de las caras nuevas en estos comicios, y Oliver Tacoronte (CC), edil desde 2011 y actual portavoz municipal.

En el municipio vecino hacia el oeste, Guía de Isora, se reeditará un viejo duelo entre Pedro Martín, líder del PSOE tinerfeño y alcalde desde 1995, y Jesús Morales (CC), que ya fue candidato a la Alcaldía isorana en 2003 y 2007. No será una tarea fácil para el actual consejero insular de Agricultura, ya que Martín, que también optará a la presidencia del Cabildo, lleva cinco mayorías absolutas consecutivas. El PP designará en los próximos días su aspirante a la Alcaldía.

Emilio Navarro, único alcalde del PP que gobierna con mayoría absoluta en el Sur, descartó otras metas mayores que su partido le puso sobre la mesa para el 26-M, y optó por centrarse en su municipio cuatro años más, donde aspira a su primera reelección. Considerado como uno de los principales activos de futuro dentro de su formación política, su principal rival será Jonathan Fumero (CC), concejal y portavoz entre 2011 y 2017 y actual director general de Ordenación, Innovación y Promoción Educativa del Gobierno de Canarias. El PSOE presentará a Pedro José García como cabeza de cartel tras acordarlo ayer la asamblea local.

Por último, en San Miguel de Abona, donde nacionalistas y socialistas gobiernan en un pacto nunca antes firmado en el municipio, las espadas están en todo lo alto. El alcalde, Arturo González (CC), intentará revalidar, como mínimo, la mayoría simple alcanzada en 2015, aunque el actual número dos del Ayuntamiento, Víctor Chinea (PSOE), será un rival a tener muy en cuenta. Una tercera candidatura añadirá pimienta a la jornada electoral. El exalcalde Valentín González, que acaba de cerrar una alianza para concurrir bajo las siglas del PP, se presenta también como una seria amenaza para González.

En Vilaflor, el pueblo más alto y menos poblado de Tenerife, la lucha volverá a estar centrada entre el PSOE y Sí se puede, es decir entre Agustina Beltrán, actual mandataria, y José Luis Fumero, que también sabe lo que es ser alcalde. CC podría volver a ser decisivo en un pacto.

Escenario abierto

En Arico también se presume necesario una alianza, al igual que ocurrió en este último mandato, donde una de las fuerzas menos votadas (CC, con dos ediles), logró la Alcaldía para Elena Fumero, que no repetirá como candidata al ser elegido Juan José Armas, su actual primer teniente de alcalde, que pasa del desaparecido CCN a CC. Andrés Martínez repite en el PP y Olivia Delgado, que aspira a seguir siendo senadora del PSOE y que lideró la lista más votada en 2015, intentará regresar a la Alcaldía, con o sin pacto. Sebastián Martín repite, ahora con Primero Arico, tras la fuga de militantes de Sí se puede. Y aparece Ciudadanos, con Manuel Marrero, hijo de un histórico dirigente nacionalista. En Arico, visto lo visto, puede pasar cualquier cosa.

En Fasnia, sin embargo, todo apunta a que volverá a ser alcalde el socialista Damián Pérez Viera, que se presenta por tercera vez, aunque él no quería, para hacer frente al exalcalde Pedro Hernández Tejera (CC) y Germán García (ex CCN). Precisamente, la reaparición de estos dos aspirantes ha sido la espoleta para que el actual mandatario presentara de nuevo su candidatura, aunque en esta ocasión muy renovada, a su pesar.

También se presume que seguirán gobernando los mismos en Arafo, aunque en esta ocasión sin José Juan Lemes al frente. La Agrupación Independiente de Arafo (AIA), nacida tras la marcha de media docena de concejales del PP en el anterior mandato, presenta en esta ocasión a Juan Ramón Martín como cabeza de lista, por delante de Luis Domingo Marrero (ex CCN), y ahora con CC ya incluida en la agrupación. Martín aspira a renovar la mayoría absoluta frente a una oposición muy fragmentada: Samuel Rodríguez (PSOE), Tamara del Pino (PP) y Francis Hernández (con IU y sin Podemos), y sin despejar dudas sobre el partido de Mila Calzadilla (Unidos por Arafo) o si Ciudadanos se presenta o no.

En Güímar, la figura deslumbrante y mediática de Luisa Castro debería servirle para renovar la mayoría e incluso, quién sabe, alcanzar la absoluta, aunque haga limpia en la mitad de sus concejales del PP. Sin embargo, en Güímar hay división con las ocurrencias de la alcaldesa, y la irrupción de Ciudadanos (Raquel Díaz), más el empuje de Gustavo Pérez (CC) desde sus concejalías pueden minar el semillero de los populares, mientras que el PSOE (Airam Puerta), pese a su puerta a puerta, tendrá un vertido incontrolado de votos con Güímar en Marcha, del exsocialista Carlos Romero, aunque puede rascar en la crisis de Sí se puede (Ruyman Expósito), ante la marcha de Lourdes Galindo, la enésima de una mujer en las filas de ese partido en Güímar.

¿Y en Candelaria?  Repiten todas las caras menos en CC, ausente de la política municipal desde que saliera hace un año y medio del Gobierno municipal. Los nacionalistas, otrora partido de gobierno en la Villa Mariana, presentan a una semidesconocida, Ángela Cruz, por encima de Carlos Sabina o Juan Carlos Armas, mientras Efraín Medina sigue manejando los hilos a su antojo. Mari Brito aspira a llevar al PSOE de nuevo a la Alcaldía, al menos repitiendo los ocho concejales de los que ahora dispone, tras un mandato con algunas asignaturas pendientes como la piscina cubierta o los expedientes de Bajo la Cuesta o Antón Guanche. Le salvará, seguramente, el escaso encanto de la oposición, pese al mérito de Mayca Coello, la líder de Sí se puede (sin confluencias de izquierdas) a la que le castiga una menor maquinaria electoral que sus rivales.
El PP, otra vez con Juan Miguel Olivera, se dará un canto en los dientes si repite sus cuatro actas y Vecinos por Candelaria, sin Vox, aspira a seguir manteniendo a José Fernando Gómez como el látigo de los socialistas. Ciudadanos puede ser la única nueva fuerza política en el consistorio candelariero, pendiente de saber si Celestino Darias logra formar ese partido de jubilados denominado 3E (Tercera Edad).

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