Pilar Valerio y Lola Pérez son dos mujeres que actualmente ostentan cargos directivos en organismos de importante repercusión económica. La primera es socia de la firma PriceWaterhouseCoopers y la segunda, directora de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife. Ambas reconocen que en ningún caso han tenido alguna traba para llegar al puesto en el que están y que desempeñan su función con absoluta normalidad. “Las cosas están cambiando”, aseguró Pérez, “y si bien hace unos años solo por el hecho de ser mujer había que demostrar tu valía, formación y profesionalidad, una vez comprobadas accedías al puesto sin ningún problema. Hoy esto no es así. En un mundo tan competitivo y profesionalizado como en el que estamos, cualquier empresario escoge a su empleado por su talento y su formación, sea hombre o mujer”.
Valerio destacó que en su firma “nunca se han puesto trabas al talento femenino y se da a las profesionales las mismas oportunidades que a los hombres”. Sin embargo, admite que esta situación no se vive, en líneas generales, en el mundo empresarial. “Desde un punto de vista formal, la mayoría de los consejos de administración, organizaciones empresariales y patronales están haciendo un esfuerzo por integrar a la mujer en sus puestos de dirección, pero aún existen algunas barreras difíciles de derribar. Los hombres siguen quedando a comer con hombres y siguen haciendo lobbies, y esto es en lo que hay que trabajar”. Para Lola Pérez, se ha avanzado mucho en muy poco espacio de tiempo. “Las mujeres ya acceden a la universidad con más facilidad, la generación que ahora está estudiando no tendrá que demostrar nada. El gestor lo contratará por su formación o simplemente porque es el mejor, independientemente de que sea hombre o mujer. Sería de poco inteligente no contratar al mejor talento”.
Pérez insistió en que hay que poner en valor lo que se ha avanzado: “Por ejemplo, antes se veía mayor dificultad de la mujer para acceder a financiación. Ahora no, una entidad bancaria no mira quién solicita el crédito, sino la viabilidad del proyecto para financiarlo”. Es cierto, para Lola Pérez, que “aún quedan cosas por hacer, sobre todo en temas como la violencia de género, donde hay que trabajar mucho, pero en cuestiones laborales creo que se ha avanzado bastante. Nos ha costado, pero la situación se ha normalizado”.
Además, en su opinión la incorporación de la mujer al mercado laboral “ha contribuido al crecimiento económico, al incorporarse profesiones que antes no existían”. “Hay cosas en las que trabajar, pero nuestra generación ha avanzado por delante de la de nuestros padres, y la que viene estará aún mejor que la nuestra”.
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