política

La otra cara de los carteles electorales

Priscila González, especialista en comunicación no verbal, analiza las claves ocultas en los mismos
Carteles electorales. DA
Carteles electorales. DA
Carteles electorales. DA

Por Priscila González

En plena campaña para las elecciones generales del 28 de abril, las diferentes formaciones políticas se esfuerzan por cautivar la atención de los votantes, ganar visibilidad y hacernos llegar su particular mensaje. La creación de eslóganes o atractivos lemas electorales se ha convertido en una verdadera cruzada para persuadirnos, y en un contexto donde lo visual se posiciona con fuerza como clave para comunicar, los partidos políticos tratan de cuidar y estudiar al mínimo detalle la imagen que proyectan sus líderes.

El cartel electoral es el emblema más representativo de un partido político y tan solo unos segundos bastan para causar una buena impresión, para ganar o perder un voto. En este contexto, resulta de especial interés analizar la otra cara de los carteles electorales y lo que comunican los candidatos cuando intentan seducirnos a través de sus gestos, miradas, posturas, expresiones faciales y apariencia, además de identificar los indicadores de congruencia entre sus eslóganes y el mensaje que revelan a través de su comportamiento no verbal.

carteles electorales. DA
carteles electorales. DA

Pedro Sánchez

El líder del PSOE muestra su rostro en primer plano, establece un contacto visual directo que transmite confianza y seguridad. Parece sonreír pero llama la atención la asimetría facial, la comisura izquierda se eleva dejando al desnudo la expresión emocional prototípica del desdén que denota cierto aire de superioridad, como de sentirse fuerte y en ventaja frente a sus rivales. Se trata de una instantánea muy del estilo presidencial estadounidense, en blanco y negro acompañada de un fondo gris claro que transmite elegancia, transparencia y cierto aire sofisticado, al tiempo que resalta el rojo corporativo de las letras junto al toque romántico de un corazón.

Pablo Casado

La imagen de su representante como figura protagonista es congruente al eslogan del partido, apuesta por lo seguro. Es una fotografía clásica y conservadora, al igual que su atuendo en perfecta sintonía con los colores corporativos. No hay riesgo ni extravagancias, inspirado en lo tradicional, lo de toda la vida. Es una imagen limpia e impoluta, que muestra un rostro relajado, su mirada dirigida al observador y una perfecta sonrisa social de posado. Los colores de la bandera española acompañan discretamente al logotipo del partido evocando la forma de un corazón como pincelada emotiva.

carteles electorales. DA
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Albert Rivera

Sin duda, el cartel de Ciudadanos es el más transgresor de todos. Con una estética cinematográfica, al más puro estilo de un héroe de películas de acción, Rivera se abre paso intrépido entre los colores difuminados de banderas españolas. Se muestra en consonancia al eslogan, ¡vamos!, una invitación a la acción que también transmite su lenguaje corporal. Es una imagen en movimiento, con paso firme hacia delante, postura abierta y segura, y un rostro que inspira determinación. Abandona la corbata para mostrarse más cercano y, como nota curiosa, incluye su logotipo personal destacando su nombre de pila en lugar de su apellido, algo que podría obedecer al contexto específico de estas elecciones.

Santiago Abascal

En el cartel de VOX observamos la imagen teñida de verde de su líder. Llama la atención que no se trata un posado, parece una instantánea tomada espontáneamente en algún acto público en la que sólo muestra el perfil. Su mirada se dirige a la derecha (quizás con esa intencionalidad) como observando un horizonte esperanzador, pero no muestra contacto visual ni conexión con los votantes. La gestualidad en el rostro y el mentón elevado denotan sentimientos de orgullo y satisfacción, propios de alguien que ya se siente ganador. Pone de relieve la palabra “España” con los llamativos colores de la bandera, acompañada de un gran punto y final, destacando que después de España no hay nada más que añadir.

Pablo Iglesias

Llama la atención la ausencia de Pablo Iglesias en el cartel de Unidas Podemos. Se traslada todo el protagonismo a los ciudadanos, en especial a las mujeres, las únicas caras visibles que se pueden reconocer. La masa de gente con las palmas de las manos alzadas tiene una gran carga simbólica, es la imagen que inspira el activismo y la protesta, quizás como una forma de evocar la esencia o los orígenes del partido. Diversos corazones adornan la estampa añadiendo una mayor carga emocional junto con un emotivo eslogan que destaca la palabra “tú”, insistiendo en el mensaje de que lo más importante son las personas.

Posiblemente estamos ante la campaña electoral más emocional que hemos presenciado en los últimos tiempos. Corazones y banderas que tratan de agitar los sentimientos del electorado, invitaciones a la acción, protagonismo indiscutible de los ciudadanos como parte activa del rumbo que tomará el país, miradas que dicen más que las palabras, ausencias, emociones ocultas, intenciones veladas… Todo un despliegue dentro de una batalla electoral que cuanto menos no nos deja indiferentes.

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