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El Iberostar Tenerife se agarra a los ‘play-offs’ tras ganar en Santiago (79-90)

La gran defensa insular logra doblegar a los santiagueses
Iberostar Tenerife-Opava | SERGIO MÉNDEZ
Iberostar Tenerife-Opava | SERGIO MÉNDEZ

El Iberostar Tenerife logró ayer en Santiago una importantísima victoria (79-90) que lo acerca a los play-offs por el título. Pese a la baja de última hora de Nico Richotti, héroe en Lugo, los de Txus Vidorreta demostraron, la mayor parte del tiempo, su mejor cara en defensa, siendo demoledores en ataque, con más calidad que su rival y, sobre todo, sabiendo reponerse de la derrota en la Final Four ante la Virtus.

No era sencillo. Perder de manera tan clara ante los italianos puede afectar a cualquiera, pero no a los aurinegros. Tras un viaje largo, un desplazamiento a Galicia y un doble enfrentamiento lejos de la Isla, los aurinegros, ganando a Unicaja y Fuenlabrada, competirán por el título y, quién sabe, quizás les valga con como una victoria. Aunque eso es verdad que parece complicado tal y como están las cosas en una Liga Endesa igualada como muy pocas en las últimas campañas.

La primera manga fue demasiado trabada, por lo que se pudo ver poco baloncesto y sí bastante trabajo táctico, con las defensas muy pendientes de los ataques. Vidorreta optó por alinear a Davin White de inicio ante la baja de Richotti, y Kostas Vasileiadis, muy motivado ante su exequipo, quiso ser, y lo fue, protagonista.

Más acertados

El exterior griego anotó tres triples sin fallo en los primeros diez minutos, permitiendo a su equipo, incluso, disfrutar de pequeñas rentas a su favor. Con todo, al acabar la primera manga, el marcador reflejaba un empate a 18 que era fiel reflejo de lo que ocurría sobre el parqué del Fontes do Sar.

Un parcial de 0-13 de salida permitió al Canarias tomar una distancia importante hasta el 18-31. Los de Vidorreta estaban sensacionales en defensa y en ataque lograban encontrar el aro por varias vías. Ellos, los de Moncho Fernández, chocaban una y otra vez con los insulares, llegando a desesperarse. Kostas ya no era tan efectivo, por lo que todo se ponía de cara para los visitantes, que conseguían mantener diferencias de 12 o 13 puntos. Los numerosos errores locales dieron aire a los de Txus Vidorreta, que se distanciaron después de una falta antideportiva señalada a David Navarro que finalizó con un espectacular triple de Nico Brussino hasta llegar al descanso con 31-45.

El Canarias era superior, tenía más recursos, pero no sería la primera vez que, tras unos buenos minutos llegaba un bajón. Eso sí, ese bajón, al menos hasta el momento, le había llegado a un Obradoiro que, con algunos jugadores importantes lastrados por las faltas personales, estaban obligados a dar lo mejor de sí.

Dos triples de Sabat en el primer minuto del tercer cuarto hicieron creer a la afición gallega con la remontada. Respondió Beirán con otro, pero Sabat había decidido asumir la responsabilidad. Su tercer triple y una mayor intensidad defensiva dañaron al Iberostar Tenerife. El Obradoiro había apostado por tirar de casta. Y le había salido bastante bien.
Tres tiros libres de Kostas Vasileiadis acercaron a los locales (39-48) en uno de los mejores momentos de los gallegos. Eso hizo temer una nueva desconexión de los insulares, pero la defensa, y un triple de Ferrán Bassas volvieron a poner las cosas en su sitio.

Los visitantes habían logrado superar el primer momento más o menos crítico con el que se habían encontrado llegando al final de la tercer manga con 15 tantos a su favor (50-65), pero, más allá de eso, la sensación sobre el parqué y en el pabellón era que Vidorreta no iban a dejar escapar esta victoria.

Como siempre, toca sufrir

A la hora de analizar los motivos de las desconexiones que sufre este año el Canarias hay que tener en cuenta muchas variables. Una, sencilla, es que es sumamente complicado aguantar 40 minutos al máximo. “Son jugadores, no robots”, decía siempre un sincero Nenad Markovic al que, en su día, este argumento no le valió demasiado.
Otro es, seguro, el cansancio. Ojo, tanto el físico como el mental. Venir de perder en la Champions, usar a muy pocos jugadores al máximo y sufrir lesiones durante todo el año puede con cualquiera, de ahí lo complicado de poder competir y ganar. Además, el Canarias ya no es un modesto de la Liga Endesa, sino que es un gallito de la competición, un aspirante a la Copa y los play-offs, por lo que cada duelo con ellos es especial casi para cualquiera. Más ante tu público.

Los gallegos lograron un parcial de 5-0 de inicio (55-65) y la la respuesta llegó con dos triples, de Brussino y Beirán, para distanciar otra vez al Canarias (55-71). Cada golpe que daban los insulares hacía mucho daño en los santiagueses, pero tras un tiempo muerto, los locales consiguieron un 6-0 (61-71) que, seguido de una antideportiva a Iverson, generó algunas dudas en el bando visitante (67-74).

El momento crítico llegó tras triple de Kostas Vasileiadis (72-76), que seguía sumamente motivado, pero Tim Abromaitis, uno de los destacados, desde más allá del 6,75, sentenció para los canaristas con un lanzamiento que vale oro en esta lucha por estar entre los ocho mejores.
La victoria insular, unida a la derrota del Tecnyconta Zaragoza ante el Real Madrid (70-85), los deja instalados en la séptima plaza, con una victoria y un partido más que Joventut y Manresa, que se enfrentan hoy en el Olimpic, otra ventaja para los jugadores de Txus Vidorreta.

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