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José Siverio Pérez y sus 67 años como sacerdote

Intentar aproximarnos ante la trayectoria del realejero José Siverio Pérez es situarnos ante un ser ligado a numerosos aspectos que incluyen el sacerdocio, el periodismo, la música, el arte y la investigación
Recuerdo de la primera misa de José Siverio Pérez

Por Javier Lima Estévez*

Intentar aproximarnos ante la trayectoria del realejero José Siverio Pérez es situarnos ante un ser ligado a numerosos aspectos que incluyen el sacerdocio, el periodismo, la música, el arte y la investigación. Para ello, y en atención a la efeméride a tratar, nos centraremos en el primer rasgo.

En 1942 accede al Seminario Diocesano para iniciar los estudios eclesiásticos que concluiría en 1952; en mayo de dicho año, concretamente el día 4, recibió del recordado obispo Domingo Pérez Cáceres (1892-1961) la Ordenación Sacerdotal en la Catedral, junto a otros sacerdotes como Onofre Díaz Delgado, Jerónimo Alayón Fumero, Juan Francisco Báez Báez, Sebastián Farrais Rodríguez, Ángel R. Fernández Bravo, Francisco Hernández García, Octavio Hernández García, Jerónimo Hernández Rodríguez, Juan Jorge Dorta, Manuel Liébana Peinado, Antonio Jimeno López López, Domingo Morales Fernández y Elías Yanes Álvarez.

Celebró su primera misa en la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, situada a pocos metros de su vivienda natal, el 14 de mayo de 1952. Actuó como padrino de misa José de Ossuna y Batista; de altar, Jesús Amaro Díaz y Víctor del Valle Cardín; de honor, Martín Toste Pérez y María Concepción Pérez de Toste; de mano, Valentín Pérez Rodríguez y María del Carmen Siverio de Pérez-Rodríguez; presbítero asistente, Carlos Delgado y Delgado y, por último, como orador sagrado actuó Leopoldo Morales Armas. Para nuestro biografiado el año de 1952 también fue significativo pues se produjo la desaparición del último convento realejero, contribuyendo el propio José, junto a su recordado hermano Andrés, de forma decidida para la reorganización de la histórica Banda de Música La Filarmónica de Los Realejos, que hasta entonces tenía su lugar de ensayo en el mencionado espacio religioso.

Recuerdo de la primera misa de José Siverio Pérez
Recuerdo de la primera misa de José Siverio Pérez. José Antonio Mesa Yanes

Su labor sacerdotal se ha desarrollado en diversas parroquias, siendo párroco de Nuestra Señora del Rosario, en El Tablero; capellán del Colegio de La Palmita, en Santa Cruz de La Palma; coadjutor de El Salvador, en Santa Cruz de La Palma y párroco de Nuestra Señora de La Luz, en La Orotava.

Hito importante en su trayectoria se produjo en 1980. En tal año sería elegido como nuevo canónigo de la Santa Iglesia Catedral por parte del obispo de la Diócesis Nivariense, Luis Franco Cascón (1903-1984), distinción con la que también se reconocería a los sacerdotes Julián de Armas, Pedro Juan García y José Díaz Ruiz. Toma posesión el 29 de marzo de 1980 de la canonjía de bibliotecario de la Catedral. El acto sería oficiado por el arcipreste de la Catedral, Díaz Ruíz, junto a los beneficiados Álvarez García y Hernández Hernández.

Su labor sacerdotal se llega a compatibilizar con el desarrollo del magisterio en diferentes centros, tales como el Instituto Técnico de Enseñanza Media del Puerto de la Cruz, profesor en Santa Cruz de La Palma y en el Seminario Diocesano.

Asistió como teólogo-asesor al obispo Luis Franco Cascón entre el 14 de septiembre al 8 de diciembre de 1965. Como resultado de esa labor sería autor de cincuenta crónicas que aparecieron en el periódico La Tarde. Textos que evidencian un indudable componente teológico, aderezados con numerosas anécdotas que permiten al lector seguir con atención el desarrollo de tan magna asamblea de forma prácticamente diaria.

Desarrolla una labor de gran importancia en la reconstrucción de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción de Los Realejos, tras el trágico incendio ocurrido el 5 de noviembre de 1978, siendo el encargado de organizar y presidir la comisión para la restauración de tal espacio religioso, según acuerdo realizado en una reunión en el histórico Teatro-Cine Realejos.

Como escultor se puede advertir su impronta y dirección en diversos retablos de Canarias, así como en imágenes del pueblo natal, siendo ejemplos de ello las imágenes de San Vicente y San Sebastián, así como otros aspectos ligados al arte religioso del municipio que permanecen o desgraciadamente se perdieron en el incendio de 1978.

Un legado y una biografía que, tal y como hemos advertido a grandes rasgos y omitiendo por razones de espacio numerosísimos detalles, muestra el intenso trabajo de un hombre ligado al sacerdocio durante 67 años y al que le rendimos un sencillo homenaje mediante estas líneas.

(No queremos finalizar sin desear un feliz día a nuestra madre, Carmen J. Estévez Darias).
*HISTORIADOR

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