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“¿Qué querías ser de niño?”, los candidatos de Santa Cruz de Tenerife responden

Los candidatos a la Alcaldía de Santa Cruz de Coalición Canaria, PP, PSOE, Sí se puede, Ciudadanos y Unidas Podemos cuentan a DIARIO DE AVISOS qué querían ser de niños, cómo llegaron a la política o quiénes son sus referentes

A pesar de las distintas ideas políticas, de los caminos elegidos, de los duros mensajes que se intercambian, sobre todo en campaña electoral, los candidatos que estos días parecen no compartir ni el aire que respiran, tienen mucho más en común de lo que puede parecer a primera vista. Entre los que aspiran a la Alcaldía de Santa Cruz hay pilotos y astronautas frustrados, pero también abogados que siempre quisieron serlo y otros que lo son aunque su ilusión era ser ingenieros, hasta un artista circense que acabó en la política se mueve por las calles de Santa Cruz.

Sueños infantiles que han sido sustituidos por su vocación de servicio porque, en el fondo, en todas las respuestas dadas a DIARIO DE AVISOS por los seis candidatos cuyos partidos tienen actualmente representación en el Ayuntamiento de Santa Cruz, lo que se desprende es el objetivo final de mejorar la vida de los ciudadanos.

José Manuel Bermúdez (Coalición Canaria), Guillermo Díaz Guerra (PP), Patricia Hernández (PSOE), Pedro Fernández Arcila (Sí se puede), Matilde Zambudio (Ciudadanos) y Ramón Trujillo (Unidas Podemos), hablan de qué querían ser cuando niños, de cuándo supieron que querían dedicarse a la política, de sus referentes, de si es lo que esperaban, de los motivos para seguir en ella y de por qué hay que defender la política a pesar de todo.

JOSÉ MANUEL BERMÚDEZ, ALCALDE Y CANDIDATO DE CC A LA REELECCIÓN

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José Manuel Bermúdez, a sus 52 años, aspira al que sería su tercer mandato como alcalde de Santa Cruz con Coalición Canaria. Cuando se le pregunta qué quería ser de pequeño cuenta que su sueño era ser “piloto de aviación”, para a continuación añadir que, “evidentemente, no lo vi cumplido, pero sigo manteniendo una gran afición por ese mundo de los aviones”. Asegura que supo que quería dedicarse a la política con solo 17 años. “Lo que había visto en mi casa era a mi padre trabajando en las asociaciones de vecinos y eso me marcó, en el sentido de querer hacer algo con vocación de servicio por los demás. Por eso decidí entrar en política siendo tan joven”. Tiene muy claros sus referentes en esto de la política, uno, su padre, el otro, Adán Martín. “Mi padre, porque creo que la mejor manera de empezar en política es estar metido en el mundo municipal, cercano a la gente, y por otro Adán Martín, con quien tuve la fortuna de trabajar, dándome su confianza para participar en el gobierno del Cabildo de Tenerife”. No se muestra decepcionado con lo que han sido estos años en política, aunque reconoce que no siempre han sido buenos. “La política requiere gestión y tiene momentos buenos y otros no tan buenos. Pero yo trabajo con vocación de servicio público y tratando de mejorar mi ciudad y la calidad de vida de los vecinos”. Esta última afirmación le sirve de pie para explicar por qué quiere seguir en política: “Por esa oportunidad que te da de servir a la gente. Lo he visto en mi casa, desde chico, con el ejemplo que me dio mi padre con las asociaciones vecinales”.

Cuando se le pregunta qué le diría a los ciudadanos que se sienten defraudados con los políticos, aboga por no generalizar. “No se puede generalizar la mala práctica de algunos, de una minoría que ha tratado de servirse de la política en beneficio propio. Estoy convencido de que la mayoría trabajamos con honradez y dedicación para tratar de mejorar las cosas a los ciudadanos. Desde luego, en mi caso puedo ofrecer una hoja de servicios sin mancha alguna en el trabajo por Santa Cruz y la Isla”, concluye el candidato de CC a la Alcaldía.

GUILLERMO DÍAZ GUERRA, CANDIDATO DEL PARTIDO POPULAR

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Al igual que el actual alcalde, Guillermo Díaz Guerra, el candidato del PP a la Alcaldía, soñaba con ser piloto de caza, algo que habría conseguido de no ser por una cirugía en la mano derecha que se lo impidió. “Como siempre hay que tener una segunda opción, busqué algo que conjugase salud y medio ambiente e hice Farmacia, especialidad en Ecología”, explica. Su dedicación a la política viene marcada por un conjunto de factores. “El embarazo del que sería mi primer hijo me hizo preocuparme por la ciudad en la que iba a crecer. El asesinato de Miguel Ángel Blanco me llevó a sentir afinidad por la figura de un concejal, y las torres de Unelco por Vilaflor fueron los detonantes de la lucha contra los políticos gobernantes de Coalición Canaria”. Funcionario de carrera, ha desempeñado distintos cargos políticos, entre ellos el del subdelegado del Gobierno. Sus referentes en política también son muchos como él mismo reconoce, pero se decanta por nombres que en Santa Cruz todos conocen. “En Tenerife, Ángel Isidro Guimerá o Guillermo Guigou”. “A nivel nacional los protagonistas de la transición, empezando por Adolfo Suárez”, añade. En cuanto a si la política es lo que esperaba, a sus 52 años, el candidato del PP asegura que no, entre otras cosas porque “las reglas de comportamiento internas no son las que usaríamos al relacionarnos con amigos o familiares”. A pesar de esa decepción, su motivo para seguir en política tiene que ver con esa vocación de servicio que comparte con el resto de candidatos. “Sigo en política y espero que se sume buena gente porque si no estamos en esta ocupación temporal la buena gente, la gente con vocación de servicio público, la gente que viene a servir y no a servirse, dejaremos huecos a los aprovechados y a los mediocres”.

Su mensaje a aquellos que se puedan sentir defraudados por la política es nítido. “Hay gente brillante también mediocre. La pena es que hay demasiado político en el poder que toma las decisiones para seguir estando en el poder, y no por el interés general. Deben incorporarse a esta actividad gente noble, buenas personas, para no dejar huecos a esos que hacen de la política una profesión.

PATRICIA HERNÁNDEZ, CANDIDATA DEL PARTIDO SOCIALISTA

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La candidata del PSOE a la Alcaldía capitalina, Patricia Hernández, quiso ser muchas cosas de pequeña pero las que más recuerda son las de “violonchelista, abogada e incluso hubo una época que astronauta”. No tiene una fecha concreta en la que supo que se dedicaría a la política, entre otras cosas porque esta ha sido una constante en su vida. “A la política en mayúsculas probablemente desde siempre”, afirma. Las decisiones que ha ido tomando la han llevado hasta donde está hoy, desde ser delegada de clase, a claustral en la Universidad de La Laguna y de ahí al Senado. “Fue un proceso natural porque nunca escondí que me gustaba la política”. Se afilió al PSOE en 1998, pero antes, de niña, “mis padres recorrían todos los mítines de todos los partidos y me llevaban con ellos, así que siempre viví los procesos electorales como una fiesta en la que todos podíamos participar”. Una fiesta para la que tiene dos referentes: “De pequeña, Mafalda, porque ella hace política; de mayor, María Dolores Pelayo, senadora en la legislatura constituyente y ponente de la Ley del Divorcio y del aborto en los años 80. Ella era la mujer que yo veía en los mitines en esos tiempos en los que todos los políticos eran hombres”.

En cuanto a si la política es lo que esperaba, a sus 39 años, asegura que es difícil responder a esa pregunta porque, “a veces sí y otras no, pero tiene más cosas buenas que negativas, sobre todo porque se puede transformar la vida de las personas”. Sigue en ella porque “se puede hacer mucho para que cambie y mejore la vida de la gente” y recuerda su paso por el Gobierno de Canarias, “consiguiendo que Canarias dejara de ser la última comunidad en número de personas incorporadas al sistema de dependencia” o como desde la oposición ha podido ser “portavoz de muchísima gente”. En cuanto a la posible decepción de los ciudadanos con los políticos, señala que “con los políticos no, con algunos” y pide no “generalizar”. “Lo que les digo es que después de 40 años de los mismos en el Ayuntamiento de Santa Cruz, está en su mano el cambio; que si creen que no han cumplido, es el momento de mandarlos a la oposición”.

PEDRO FERNÁNDEZ ARCILA, CANDIDATO DE SÍ SE PUEDE

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Es abogado de profesión aunque, de pequeño, afirma que quería ser algo muy concreto: “ingeniero agrónomo”. Es Pedro Fernández Arcila, candidato de Sí se puede a la Alcaldía de Santa Cruz. Es su tercer mandato y aspira a convertirse en alcalde de la capital en la que ha nacido porque cree que las cosas se pueden hacer mejor de lo que se han hecho hasta ahora. En su caso sí tiene muy claro el momento exacto en el que decidió que quería dedicarse a la política o al menos a expresar a través de ella sus convicciones. “Fue a raíz de las movilizaciones contra el Puerto de Granadilla”, cuenta Arcila.

Sus referentes en política lo llevan fuera de España: “Mis referentes en política son el militante ecologista y sindicalista brasileño Chico Mendes y el líder de Burkina Faso, Tomás Sankara”. Dos líderes que acabaron muriendo por la defensa de sus ideas. Estas influencias se hacen notar en su trayectoria profesional, no solo por ser licenciado en Derecho por la Universidad de La Laguna, sino también por haberse especializado en Cooperación Internacional y Acción Humanitaria. En su día a día, el mundo sindical, vecinal y los movimientos ecologistas, son señas de identidad del candidato de Sí se puede.

A sus 57 años, asegura que no se ha llevado sorpresas en el desempeño de su actividad en el mundo de la política, entre otras cosas porque, es lo que esperaba, “en lo bueno y en lo malo”. Afirma que su presencia en la política será una constante “hasta ver plenamente consolidado el proyecto progresista canario más importante de los últimos 30 años y que se llama Sí se puede”.
En cuanto a que los vecinos puedan sentirse defraudados con los políticos, Arcila tiene que claro que, “la ciudadanía tiene el derecho a sentirse defraudada por los políticos, pero nunca por la política, porque la política es la capacidad de los pueblos para avanzar hacia la justicia y la igualdad”.

MATILDE ZAMBUDIO, CANDIDATA DE CIUDADANOS

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Es su primera vez, la única de los cinco candidatos que no ha estado presente durante el actual mandato en el Ayuntamiento de Santa Cruz, pero eso no le resta ni un ápice de entusiasmo y ganas por ponerse a disposición de los vecinos. Es Matilde Zambudio, la candidata de Ciudadanos a la Alcaldía de Santa Cruz. Abogada de profesión, su trayectoria se ha desarrollado en el sector privado hasta el momento de aspirar a ser alcaldesa de Santa Cruz. Asegura que siempre ha sabido a lo que quería dedicarse y lo ha conseguido. “Lo mío es vocacional, siempre he querido ser abogada”, dice. Su entrada en el mundo de la política es mucho más reciente que la del resto de candidatos, esfera a la que se incorporó cuando surgió el partido en el que milita. “Cuando nació Ciudadanos, al que conozco desde que era una plataforma por la Educación en Cataluña, me identifiqué plenamente con sus principios y fue entonces cuando me afilié”. Hace cuatro años de aquello y dos desde que dio el paso para participar de forma activa en política. Desde que tiene el carnet de Cs, ha sido miembro de la junta directiva de la formación naranja en Santa Cruz, donde empezó gestionando mesas municipales, elaborando mociones y preguntas para los tres concejales que actualmente representan a su partido en el Ayuntamiento de Santa Cruz.

En cuanto a su referente en política, su respuesta es clara y concisa, una figura clave en la transición española, reconocido por todos, “Adolfo Suárez”.

Zambudio reconoce que, hasta el momento, la política no la ha decepcionado, “es mejor de lo que esperaba, cada vez me ilusiona más poder trabajar por mejorar la calidad de vida de las personas, que es a lo que aspiro”. Seguir en este mundo está sujeto a “cumplir todos los objetivos que me he marcado para Santa Cruz, una ciudad que va a la deriva y está necesitada de un cambio urgente”. Respecto a si los votantes se sienten defraudados por la política, responde con un mensaje claro: “Solo les diría que tienen que apostar por Ciudadanos”.

RAMÓN TRUJILLO, CANDIDATO DE UNIDAS PODEMOS

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Además de ser el coordinador regional de Izquierda Unida, Ramón Trujillo es el único concejal de la formación en el Ayuntamiento de Santa Cruz, puesto en el que espera repetir tras las elecciones del 26 de mayo pero como alcalde. Esta vez concurre como candidato a la Alcaldía de la confluencia Unidas Podemos formada por Podemos, Equo y la propia Izquierda Unida. Asegura que de pequeño le atraía dedicarse al circo a lo que añade con humor que “habrá quien piense que esto de la política no es tan diferente”. Esta esfera de representación pública siempre le interesó pero “sólo me afilié cuando vi a Izquierda Unida en una situación difícil. Me preocupó quedarnos sin partidos y sin sindicatos de izquierdas porque, entonces, la renta se distribuye peor y, con menos recursos económicos, acabas teniendo menos derechos”. Un paso, el de afiliarse, que tiene muchos referentes, tantos como gente luchadora hay en el mundo. “Mis referentes políticos son siempre las personas que luchan porque no se sienten realizadas mientras haya gente privada de derechos básicos”, afirma, para concluir que “no soy muy de grandes nombres”. Respecto a si este mundo de la política al que se dedica tan intensamente es lo que esperaba contesta que, “sí porque por una parte te encuentras con un exceso de marketing y apelación a las emociones y, por otra, un déficit de racionalidad”. “Tenemos una democracia aún muy incompleta”, sentencia.

Los motivos para seguir ejerciendo como político también son muy claros y que coinciden con los de cualquier padre. “Para que mis hijas no vivan peor que yo en un país que será más rico”.
Al igual que el resto de candidatos entiende que los ciudadanos se sientan decepcionados con los políticos pero “no podemos caer en la antipolítica. Estar en contra de la política es como estar en contra de los hospitales: si no funcionan habrá que mejorarlos, pero son necesarios. Alguien dijo que el mayor arma de los opresores es el cerebro de los oprimidos. ¡Qué buena definición de la antipolítica!”.

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