política

Un debate tan áspero como duro para Clavijo

El ambiente se tensó con el amago del líder de CC, que quiso irse antes de empezar si no tenía su móvil; luego le recordaron que es el primer presidente de Canarias imputado
Foto de familia de los candidatos a la Presidencia del Gobierno de Canarias junto a Cristina Alcai Nayra Santana y Domingo Álvarez. Cedida
Foto de familia de los candidatos a la Presidencia del Gobierno de Canarias junto a Cristina Alcai Nayra Santana y Domingo Álvarez. Cedida
Foto de familia de los candidatos a la Presidencia del Gobierno de Canarias junto a Cristina Alcai Nayra Santana y Domingo Álvarez. Cedida

Será porque se caldeó antes de empezar, dado el rechazo del candidato de Coalición Canaria (CC), Fernando Clavijo, a no tener su teléfono móvil sobre su estrado, lo que pudo frustrar el debate celebrado ayer en Radio Televisión Española en Canarias (RTVE-C) entre los seis principales aspirantes a la Presidencia de Canarias si los otros cinco, hastiados, no llegan a renunciar a lo pactado previamente que, sostienen todos, era sin teléfonos móviles. Pero lo cierto es que el encuentro de ayer fue tan áspero (que no grosero) como duro para Coalición Canaria, dado que a Clavijo le recordaron una y otro vez el pobre balance que ofrece la gestión de su partido en las Islas tras tantos años en el Gobierno autonómico. Una y otra vez se recordó, durante la hora y media que duró el debate, que Canarias está en la cola de las listas de espera, de la atención a la dependencia o de las niveles de marginalidad, por no hablar de los más de 10 años sin construir vivienda pública, como hasta tuvo que reconocer el propio coalicionero. Ante el aluvión, Clavijo recurrió al clásico enemigo exterior, como siempre en este caso Madrid, que, pasadas tantas décadas, sigue siendo tan trascendental en el mensaje de CC que el lagunero solo pudo aludir al mismo cuando tuvo su minuto final, el reservado para pedir el voto. Los demás, por el contrario, aludieron indistintamente a pedir un cambio (cuando no una regeneración) de la política en Canarias, así como un mensaje de esperanza a los isleños para que confíen en que las cosas sí se pueden hacer bien.

Mientras tanto, la polémica con el teléfono móvil continuaba, pero ahora lejos de los focos, dado que en una sala contigua los asesores del resto de los partidos marcaron en corto a los de CC, impidiendo así que pudieran hacerle llegar datos por WhatsApp a su candidato, de lo que ya acusó Noemí Santana (Sí Podemos Canarias) a Clavijo durante el anterior debate, celebrado la semana pasada en la Radio Televisión Canaria.

Sea por eso, o porque el candidato de Coalición Canaria tuvo que escuchar, de nuevo, que le digan a la cara (y de nuevo, Noemí Santana) que “tengo enfrente al primer presidente imputado por corrupción de la historia de Canarias: Fernando Clavijo”, una alusión al caso Grúas del que también se hizo eco Vidina Espino (Ciudadanos), cuando llegó la hora de hablar de pactos: “No pactaremos con imputados”, quiso aclarar.

Aunque el debate estuvo dividido en varios bloques (Sanidad y Asuntos Sociales, Empleo, Ordenación Territorial, Educación y Pactos), el debate disfrutó de unas normas flexibles que facilitan el debate y que, felizmente, parecen imponerse. Sin embargo, tal flexibilidad no sirvió para desviar la atención puesta sobre Clavijo y lo que sus oponentes consideran pésima gestión, más allá de algunos rifirrafes puntuales y de escaso recorrido entre Asier Antona (PP) y Vidina Espino (por citar un ejemplo). Tampoco faltaron frases memorables, como la de Román Rodríguez (Nueva Canarias), quien dijo que “CC y PSOE tienen un pacto secreto ya firmado”, o el propio Clavijo, que llegó a decir que “la sanidad en Canarias es excelente”. Si del primer asunto ni hubo respuesta, del segundo llovieron los palos, con réplicas como la de Antona: “Difícil será que lo arregle si ni siquiera lo reconoce”.

Mención aparte merecen Ángel Víctor Torres (PSOE) y, más allá de la traca final, Román Rodríguez. Ambos estuvieron cómodos, muy en el papel de quienes se ven llamados a gobernar, impidiendo que los intercambios ideológicos restaran fuerza a los mensajes que tenían previstos. Ambos estuvieron duros con CC, pero también certeros a la hora de combatir las estadísticas que Clavijo utilizó en su afán de suavizar la realidad actual que viven los canarios.

De los pactos

A todas estas, y como está claro que ninguno obtendrá mayoría absoluta, ¿con quién piensan pactar estos seis candidatos? En este apartado, la vencedora fue Noemí Santana, porque su mensaje fue el más claro: “Apostamos por un cambio de progreso porque Canarias espera ese cambio político como agua de mayo”. Vidina Espino abogó por “pactar un programa político transparente” y por “liderar desde el centro la regeneración de Canarias”, pero luego dijo que “votar al PP o al PSOE es como votar por CC”. Para Clavijo y Antona, lo mejor es no enseñar las cartas. El coalicionero volvió a pedir un compromiso de desobediencia a los diputados canarios si en el Congreso no se respetan el REF y el Estatuto, mientras que el popular se preocupó por “un pacto de la triple izquierda canaria y sus efectos negativos en la economía”. Por su parte, Román Rodríguez dejó para este bloque final su afirmación sobre un pacto secreto entre CC y PSOE (seguramente, por aquello del voto útil), pero Ángel Víctor Torres no entró al trapo, sino que inquirió a sus adversarios del PP y Ciudadanos si pensaban frenar el cambio político y no dejar que prospere un Gobierno de Canarias presidido por un socialista. Al final, los presentes dicen que Clavijo se fue malhumorado y sin ganas de alargar la tertulia con sus oponentes, quién sabe si por la ausencia de WhatsApp o porque le duele que le repitan, como hizo ayer Asier Antona, que habita “en una realidad virtual” cuando dice, por ejemplo, que la sanidad de Canarias es excelente.

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