L. L. P. ha estado preso durante los últimos treinta años en la prisión de El Dueso, en Cantabria, comunidad en la que ahora pretende asentarse, según adelantó El Español. Se trata de un violador múltiple que actuó en Galicia en las décadas de los ochenta y noventa. Fue condenado con la máxima pena posible en aquel entonces. No obstante, haberse pasado media vida en la cárcel no ha bastado para que se arrepienta de sus actos, razón que tampoco ha sido suficiente para que quede en libertad.
A todo esto debemos añadir que los informes redactados en la prisión sobre este preso han ido todos en su contra, con la idea de impedir que este gozara de permisos penitenciarios. Según El Español, los funcionarios entienden que el exreo podría reincidir y cometer nuevas agresiones en el futuro.
La última vez que L. L. P fue condenado fue en 2001, por unos hechos que cometía reiteradamente desde 1995. La sección cuatro de la Audiencia Provincial de Pontevedra lo condenó entonces a 22 años de prisión por violar, anal y oralmente, a su hija menor de edad, delito que fue añadido a todos los que cometió en el pasado.
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