política

El pacto de progreso depende de que el PSOE “revierta” Valle Gran Rey

Casimiro Curbelo hace un guiño al socialista Ángel Víctor Torres, pero le pone la condición de la ‘milla de oro’ del municipio gomero; Cs se debate en una ‘caza de brujas’ infantil que amenaza dividirlo
Casimiro Curbelo, líder de la ASG y llave del futuro gobierno regional. DA
Casimiro Curbelo, líder de la ASG y llave del futuro gobierno regional. DA
Casimiro Curbelo, líder de la ASG y llave del futuro gobierno regional. DA

La plaza a conquistar es Valle Gran Rey. En el frente de playa está la que llaman la milla de oro de Canarias, todo un extenso paisaje por urbanizar. Anoche, Casimiro Curbelo (ASG) puso sobre la mesa la condición sine qua non para apoyar el pacto de progreso de Ángel Víctor Torres (PSOE): que reviertan la alcaldía del municipio gomero en cuestión, donde su partido ASG ganó a un paso de la mayoría absoluta, pero donde los socialistas le birlaron la cartera. Así que si los buenos oficios de Torres logran reconducir el innegociable asunto de Valle Gran Rey, habrá Gobierno de cambio; de lo contrario, el enjuague de los pactos dará para varios episodios más. “Es Canarias, estúpidos”, cabe decir parafraseando al jefe de campaña de Bill Clinton. Son las especificidades de una tierra fragmentada en islas, con sus condicionantes locales y sus códigos de consumo doméstico. A día de hoy, las cuentas salen, con Casimiro: 37 escaños, uno más que la mayoría absoluta. Clavijo bebería los vientos por tener en sus manos revertir Valle Gran Rey. El nacionalista se debate entre hacer buena la profecía de la portada del DIARIO DE AVISOS (la de Ana Oramas entregando la cabeza de Clavijo en bandeja de plata a Rivera) o en empecinarse en ser, al menos, vicepresidente. Hasta de una presidencia time sharing se ha empezado a especular en esas aguas del pacto de centroderecha.

Y cualquier elucubración cabe imaginar en las cabecitas de quienes en CC no dan el brazo a torcer y apuran hasta el final la posibilidad de que Clavijo figure como sea en el próximo Gobierno, con tal de no seguir los pasos de Bermúdez. Hasta Carlos Alonso parecía eufórico el día en que en la Casa de los Dragos todas eran caras de funeral, pues, descabalgados José Alberto Díaz, en La Laguna, y el alcalde chicha, la historia se reduce a un pulso entre él y Clavijo, a ver quién sobrevive de los dos y se queda con el control del partido.

Quien tiene el partido en llamas es Albert Rivera, tal y como titula EL ESPAÑOL-DIARIO DE AVISOS, pues el espectáculo de la acusación de “tamayazo” por parte de Vidina Espino (que será objeto de querellas por ello) a los dos concejales de Cs que cumplieron con su deber y apostaron por el cambio en Santa Cruz, es de premio. El de las torpezas políticas, habida cuenta de que Ciudadanos por este camino va proa al marisco, abducido por CC como franquicia barata y objeto de las mofas de las tertulias nacionales, que ya hablan del caso “exótico” del partido naranja embarrado en sus propias contradicciones sobre lo que significa la palabra regeneración.
Semana de últimas horas. El Cabildo de Tenerife se constituye este viernes, y el Parlamento, el día 25. ¿El Gobierno? Eso es harina de otro costal.

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