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Daniel Tovar: “El próximo diciembre ya seremos independientes de cualquier administración”

Presidente del Consejo de la Juventud de Canarias
Daniel Tovar. Cedida
Daniel Tovar. Cedida
Daniel Tovar. Cedida

Ayer se cumplió un año de la constitución de la Comisión Permanente del Consejo de la Juventud de Canarias en un acto que tuvo lugar en La Laguna. Dicho órgano está conformado por 12 entidades de todo el Archipiélago y electo de entre las 23 pertenecientes al Pleno, y se considera una gran oportunidad para impulsar un proyecto que no ha logrado cuajar en décadas. El equipo directivo está liderado por Daniel Tovar (Los Llanos de Aridane, 1996), de la Asociación Juvenil Neosófica. Imprescindible chequear con este joven empresario los avances logrados en la dirección correcta, que no es otra sino la independencia total del Consejo respecto a cualquier poder institucional.

-Hace un año [ayer domingo para el lector] que se constituyó el Consejo Permanente. ¿Qué recuerdos tiene de aquel día?
“Efectivamente. Hace justo un año en que se juntaron un grupo de personas representando a distintas asociaciones juveniles y decidimos dar un paso al frente y liderar el proyecto del Consejo de la Juventud de Canarias. Lo hicimos además bajo el lema Juventud Plural, porque queríamos dejar bien claro ese ánimo de que hubiera un equilibrio entre las diferentes ideologías, entre las diferentes islas y, sobre todo, que se le diese el impulso necesario para que no se convirtiera en otro intento fallido, como viene ocurriendo desde los años ochenta”.

-¿Qué pasó para que los canarios no hayamos sido capaces en más de 30 años de consolidar un consejo para la juventud?
“En mi opinión, han influido dos factores clave. Uno ha sido la vinculación a unas siglas concretas, o, lo que es lo mismo, demasiada permisividad por parte del propio Consejo a su instrumentalización. Es algo que nosotros diagnosticamos cuando estábamos en comisión gestora y, desde que nos constituimos en permanente, lo pusimos encima de la mesa para que lo tuvieran claro todas las personas que se sumaban a este equipo”.

-¿Y lo entendieron?
“Efectivamente, todos asumieron que nuestro rol es sumamente neutro, y que estamos para trabajar por la población joven de Canarias”.

-¿Y el segundo factor?
“Problemas de carácter interno, de los que pueden tener lugar en el seno de cualquier organización. Nada particular, pero sí un lastre”.

-Un año después, siguen dependiendo de la Dirección General de Juventud del Gobierno de Canarias.
“Sí. El 2 de octubre de 2015 se constituyó como órgano colegiado el Consejo de la Juventud de Canarias, mientras que nosotros asumimos el 14 de julio de 2018 la Comisión Permanente y, desde el primer día, empezamos a trabajar para desvincularnos de la administración pública y tan solo mantener una relación de articulación de políticas concretas que nos garantice una partida presupuestaria anual. Y ahora también queremos incorporar un elemento más, que es que nos cedan personal de la Consejería competente en materia de juventud para tener capacidad logística y poder desarrollar nuestra actividad”.

-¿Han logrado algo a este respecto?
“Cuando llevábamos seis meses, conseguimos incorporar a la Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma una modificación de la Ley Canaria de Juventud que no solo nos dotaba de personalidad jurídica propia, sino que también lo hacía para los consejos insulares y municipales. Porque ese es el modelo por el que se está apostando desde el Consejo de la Juventud de España”.

-Hablemos de los problemas de los jóvenes de Canarias, dos palabras que, al unirlas, obliga a pensar en la precariedad laboral y en las tremendas dificultades para acceder a una vivienda. ¿Qué ha hecho el Consejo en tal sentido?
“Muy cierto. Por eso el área que lleva empleo y vivienda, la económica, es de las más importantes del Consejo. Hemos entablado en varias ocasiones diálogos con los distintos grupos parlamentarios para transmitirles la necesidad de aprobar un plan de emancipación para poder facilitar a las personas menores de 30 años el acceso a la vivienda. Y, por otro lado, abogamos por la aprobación de un plan de retorno que incentive a quienes, tras formarse en las Islas, se han marchado al exterior. Que tengan un aliciente para volver”.

-¿Los cambios jurídicos de los que me hablaba influyen en la duración del mandato del actual Consejo?
“El mandato natural dura dos años, pero como estamos en ese proceso de adaptarnos a esa modificación normativa, esperamos que sea el próximo mes de diciembre cuando inauguremos ese nuevo ente con personalidad jurídica y, en consecuencia, se procederá a celebrar nuevas elecciones. Insisto en que lo normal son dos años, pero estamos en una circunstancia excepcional, como se ha explicado”.

-Consolidada en diciembre esa independencia, ¿qué objetivos se marcan como prioritarios?
“Intentamos conectar con distintas entidades y, aunque por ahora seguimos sin contar con la visibilidad deseada porque hemos tenido que centrarnos en esta fase que le describo, nuestro objetivo claro es que se adhieran a la juventud. Ahora entrarán dos más, pero necesitamos cuantas más voces mejor. Y, cuando pase diciembre, tenemos claro que hay que conseguir un rol más activo a nivel estatal, sacar adelante los dos planes de los que le hablé y cohesionar más el trabajo que ya se hace en los consejos insulares y municipales”.

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