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Daniela Bosé: “Cuando hay igualdad para las mujeres, hay prosperidad para todos”

Bosé es una de las voces más importantes de la industria musical española. El jueves, dentro de la programación de MAPAS 2019, ofrecerá la conferencia 'Mujeres en la música' y a continuación participará en la mesa redonda SatéliteLAT. Mujeres en las artes performativas iberoamericanas.
Daniela Bosé. | LUIS CAMACHO/SGAE

Daniela Bosé es una de las voces más importantes de la industria musical española. Tras pasar por Sony, Universal y BMG, ahora es la directora del Palacio de Vistalegre, el segundo recinto cubierto más grande de Madrid. El jueves a las 9.00 horas, en el Salón de Actos de TEA, dentro de la programación de MAPAS 2019, ofrecerá la conferencia Mujeres en la música y a continuación participará en la mesa redonda SatéliteLAT. Mujeres en las artes performativas iberoamericanas.

-Ha dejado BMG y ha pasado a dirigir el Palacio de Vistalegre. ¿Por qué este cambio?

“Tenía muchas ganas de pasarme o a plataformas digitales o a la industria del directo, porque para mí son las industrias que en la actualidad me interesan. Me surgió la oferta de este proyecto, muy interesante desde la perspectiva en la que yo me muevo, que es la de relanzar empresas y hacer estrategias innovadoras. La realidad es que llevo pocos meses, pero está dando sus frutos: hemos logrado convenios de colaboración con Ticketmaster, de las compañías más grandes del mundo, muchísimos conciertos… Básicamente, voy a cerrar el año con el 80% más de asistentes respecto al año anterior. Así que mucho trabajo, pero mucha satisfacción”.

-Ahora mismo el directo es la industria que más dinero da en la música, no la venta de discos.

“Cuando empezó la crisis, que estuvimos 12 años con decrecimiento, se llegó a perder el 70% del mercado físico. Ya en ese momento el número uno de ingresos en la industria era el directo, el número dos era la editorial musical, y el tercero, la discográfica. Por mucho que crezca el streaming, es muy poquito lo que se paga, porque hay millones de canciones en esas plataformas. Al final lo que le llega a la discográfica, a la editorial, al autor y al propio artista es poco. Así que, efectivamente, de lo que hay, el directo es lo más bollante en estos momentos”.

-Ahora es la época del streaming. ¿Cómo lo vivió desde dentro? ¿Cómo ve el futuro de la industria musical?

“El streaming ya está muy instaurado. Es un poco esa teoría de dejar de poseer las cosas, pero tenerlas a disposición. Es el modelo en el que nos estamos moviendo y consumiendo. Movistar, Netflix, HBO o Amazon son modelos en los que tú quieres tener todo a disposición, pero no almacenado físicamente en tu casa, sino en la nube. Tiene mucho que ver con que las casas son cada vez más pequeñas, la movilidad geográfica para encontrar trabajo o mejorar los estudios es muy elevada y digamos que ya no viajas con la casa a cuestas, viajas con la nube”.

-¿Le costó a la industria musical adaptarse?

“Para lo bueno y para lo malo, la industria musical ha vivido muchísimas transformaciones a lo largo de su existencia. Piensa solo en todos los formatos que ha habido para consumir música. La industria se adaptó de forma brillante, se digitalizaron millones de canciones en tiempo récord y la realidad es que se está consumiendo más música que nunca. Otra cosa es que se monetice, es decir, que alguien pague por ella. Pero creo que la industria musical fue pionera y ejemplar”.

-En cuanto a la piratería, hace dos años dio una charla en la que decía que los servicios como Spotify y Apple Music no se estaban consolidando en España con la rapidez que deberían. ¿Ha habido cambios en ese aspecto desde entonces?

“Ha habido cambios. España es muy moderna a nivel tecnológico, somos de los países que casi tenemos dos móviles por persona, acceso a todas las plataformas, etc. Pero sí nos está constando muchísimo pasar de lo que se llama el modelo freemium al modelo premium. Es decir, se prefiere escuchar música en Spotify aunque de vez en cuando haya anuncios que pagar la cuota. Esto precisamente es lo que está cambiando en estos años. La gente empieza a saber que hay una parte de su presupuesto que si quiere destinarlo al ocio tiene que hacerlo con este tipo de cuotas”.

-En MAPAS dará una conferencia titulada Mujeres en la música, que también es el título de un corto documental que realizó hace unos años. ¿Cómo surgió esa pieza?

“El documental se lanzó hace unos dos años, pero la idea surgió varios años antes, cuando, estando en una reunión en BMG, mi compañero italiano me dio un codazo y me dijo: “Oye, ¿has visto que eres la única mujer?”. Y era una reunión internacional muy importante. Y sentí escalofríos, porque esa misma pregunta me la había dicho un abogado 10 años antes en una conferencia internacional cuando yo estaba en Universal. Y claro, llegué a casa y dije: “Esto no puede ser, no puedo seguir siendo yo la única mujer con un cargo igual al que tienen muchos hombres”. Y comencé a darle vueltas a qué se podía hacer. Todo esto muchísimo antes del Me too. En España tuvimos un movimiento, tanto el del documental como el de la asociación a la que pertenezco, Asociación de Mujeres de la Industria de la Música (MIM), y empezamos a hacer cosas por una necesidad propia que sentíamos. Elegí hacer este documental teniendo claro que quería mujeres que hubieran llegado a lo más alto de cada una de sus profesiones dentro del sector de la industria musical. Por eso en el documental hay una periodista, una abogada, una directora de comunicación, una de radio, una mánager… Son 14 perfiles que representan cada uno de los palos de la industria. Somos mujeres que, además de haber trabajado muchísimo, hemos tenido que tener cierto humor para tomarnos según qué cosas, y mucha mano izquierda. Quería que fuera una reivindicación positiva, no del tipo de lamentos o tono agresivo. Y creo que hemos construido un documental que impulsa a quienes nos siguen, y que si necesitan algo, les ayudaremos”.

-En una entrevista usted dijo que había un montón de mujeres en cargos intermedios, pero que seguía existiendo ese techo de cristal para llegar a lo más alto…

“Las mujeres que ahora son directoras en los departamentos legales de las discográficas ya estaban antes, pero han tenido que esperar a que sus jefes se jubilaran. Ellas han sido primeras espadas, han sacado muchísimo trabajo adelante, y por fin han tenido esa oportunidad. Pero claro, si hay que esperar a que se jubilen, no me parece que sea un plan para una sociedad moderna”.

-Va a costar romper ese techo de cristal.

“Claro que está costando. Hay un artículo muy reciente de Augusto López Claros, que es un gran directivo del Banco Mundial, donde analiza los indicadores de los últimos años para ver cómo afecta en muchos países, no solo España, el hecho de que la mujer no se incorpore de la misma manera a los altos cargos. Y la conclusión, que a mí me parece brillante, es que cuando hay igualdad para las mujeres, hay prosperidad para todos, y que ahora mismo es una crisis desastrosa el hecho de que no haya igualdad de género. Porque al final, si tú no fomentas que las mujeres puedan estar en la presidencia, en los consejos de dirección, no fomentas que ellas tengan la misma capacidad de inversión, por ejemplo, en comprar casas, alquilarlas… O sea, al final, es una fórmula de discriminarlas y sacarlas de la sociedad. Si tú no puedes disponer del mismo presupuesto, pues tampoco viajarás o irás a los mismos colegios. Son fórmulas que ellos han encontrado donde es muy fácil analizar cuándo se discrimina o no. La más evidente es a través de la ley. Cuando esta no te ampara y no te asegura una igualdad, pues ahí tienes un problema. Las otras son la movilidad y la riqueza”.

-Y también es importante, para romper esta rueda, que las niñas tengas referentes.

“Si algún día en España una niña llega a ser presidenta del Gobierno, será gracias a María Teresa Fernández de la Vega y Soraya Sáenz de Santamaría, y lo digo con la boca llena y la alegría de que ambas representen a distintos partidos políticos, pero esa es la realidad. Solo será porque ha visto que si una mujer ha llegado a ser vicepresidenta, también podrá ser presidenta. Y así con todo. Es importantísimo visibilizarlo y valorarlo. Estoy deseosa de ver que esta atención al fútbol femenino no sea una moda, porque ahí está la diferencia”.

-¿Ha tenido que renunciar a algo para llegar a donde está? Y en ese caso, ¿sus colegas hombres han renunciado a las mismas cosas o al mismo nivel?

“La realidad es que ellos no renuncian a nada. Si lo piensas un poco, aunque hay excepciones, siempre tienen a alguien que se ocupa de los niños, los mayores, de los problemas domésticos… Yo no he visto a presidentes o directivos salir pitando de la oficina. Claro que he renunciado a cosas. Incluso durante un tiempo de forma inconsciente. Yo sabía que tenía que trabajar muchísimo y trabajar a este nivel hace desaparecer tu vida personal. A mí me ha dado muchas satisfacciones, no soy de lamentarme. Nunca he considerado que este mundo sea apto para niños por su dureza extrema, pero, por ejemplo ahora, que tengo a mi madre mayor, pues me cuesta un ojo de la cara conciliar. Afortunadamente, la incorporación de gente más joven a la industria y de hombres más conscientes está ayudando. Se trata de que todos tengamos las mismas oportunidades”.

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