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La maravillosa historia de Rafael, el niño autista de siete años que aprendió nueve idiomas

El menor había pasado horas y horas observando vídeos de YouTube, la mayoría en inglés
La maravillosa historia de Rafael, el niño autista de siete años que aprendió nueve idiomas. Shutterstock
La maravillosa historia de Rafael, el niño autista de siete años que aprendió nueve idiomas. Shutterstock
La maravillosa historia de Rafael, el niño autista de siete años que aprendió nueve idiomas. Shutterstock

Existen historias de superación dignas de ser contadas. La de Rafael Mayer, un niño con autismo de siete años, es una de ellas. De no hablar absolutamente nada cuando tenía dos añitos, ha pasado a ser capaz de comunicarse en inglés, esperanto, el lenguaje de señas brasileño, portugués, español, ruso, japonés, alemán e italiano y está aprendiendo árabe, tal y como aseguró Juli, su madre, a la cadena BBC News Brasil.

“Mis otros hijos se desarrollaron rápidamente, pero Rafael tardó hasta en aprender a sentarse cuando era pequeño. Hasta los 2 años, no interactuó, no miraba a los ojos y parecía estar sordo. Le hicimos exámenes que arrojaron que no tenía problemas de audición”, relató la progenitora.

Juli y Valcir, su marido, estaban realmente atemorizados porque no sabían cómo actuar ni qué hacer. Encontraron el apoyo y la orientación que necesitaban en un especialista que les recomendó que le regalasen una tableta, pensando que sería algo que podría ir en beneficio del desarrollo del pequeño Rafael. “Al principio estaba en contra, pero, como no teníamos muchas alternativas, decidí intentarlo”, indicó la madre.

Con cuatro años, y tras varios meses utilizando la tableta, Rafael sorprendió a sus padres y a su logopeda cuando empezó a hablar en inglés en una sesión con esta última. Y es que no hablaba en portugués, su idioma materno, sino en inglés.

Según La Vanguardia, “este aprendizaje inesperado se debe a una de las características del autismo: la hiperconcentración. Esta capacidad que tienen las personas diagnosticadas con TEA, hace que mantengan la atención centrada en un interés específico sin distraerse con ninguna otra información”.

En todo ese tiempo, el menor había pasado horas y horas observando vídeos de YouTube, la mayoría en inglés. “Pensaba que ponía los vídeos en otro idioma porque no sabía cómo jugar con la tableta, así que yo siempre cogía el dispositivo y le ponía una animación en portugués”, sostuvo Juli.

El aprendizaje de Rafael no se detuvo y siguió aprendiendo otros idiomas, si bien, el que más habla es el inglés, porque “se siente más cómodo”, indicó su madre.

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