
Salió algo desconcentrado el equipo de López Garai que se vio sorprendido por una ocasión clara de Dwamena a los 3 minutos, pero pronto tomó el mando y fueron los blanquiazules los que empezaron a llegar y a desperdiciar ocasiones. Las tuvo Malbasic, por dos veces y también hubo disparos francos de Milla y Lasso que no encontraron puerta ya cuando el cuadro visitante dominaba la posesión y el tempo del choque.
Tras la pausa para refrescarse el Tenerife siguió mandando, con el balón y sin él. Tuvo una buena opción en una contra que Borja Lasso interpretó de la forma más errónea posible y en la siguiente jugada, Alberto midió mal en un salto en el centro del campo obligando a Sipcic a llegar a la banda para tratar de cerrar el hueco generado por el majorero, el balón llegó a Suárez que entró en velocidad, Isma López no cerró a tiempo y el zaragozano batió por bajo a Ortolá.
Un error grosero, un castigo justo antes del descanso.
La segunda mitad comenzó con la primera, con oportunidad de Dwamena y remate fuera del ariete local. El Zaragoza le arrebató al balón al Tenerife que no pudo jugar tan fluido como en los primeros 45 minutos.
Dwamena volvió a disparar fuera a los siete minutos con el cuadro visitante aún quitándose las legañas de la siesta. Perdió la identidad el conjunto blanquiazul en este periodo en el que erró bastante a la hora de elegir la mejor opción con el balón en los pies y vio como el Zaragoza creaba opciones ante Ortolá, autor de varias paradas de mérito antes de entrar en el último cuarto de hora.
Se le acumularon los problemas al cuadro tinerfeño con la lesión de Sipcic. Su sustituto fue Carlos Ruiz que apenas estuvo 25 minutos en el campo y se fue expulsado por doble amarilla en el minuto 82.
Luego, un penalti inocente de Bermejo permitió a los locales hacer el 2-0 con el acierto de Javi Ros que sentenció la contienda.