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Agustín Ramos: “Lo de ‘Santa Cruz en Carnaval’ fue un éxito que nadie se esperaba”

Catedrático de Trompeta, miembro fundador de la mítica Nick&Randy y solista de la Orquesta Sinfónica de Tenerife
Agustín Ramos: "Lo de ‘Santa Cruz en Carnaval’ fue un éxito que nadie se esperaba". Sergio Méndez
Agustín Ramos: "Lo de ‘Santa Cruz en Carnaval’ fue un éxito que nadie se esperaba". Sergio Méndez
Agustín Ramos: “Lo de ‘Santa Cruz en Carnaval’ fue un éxito que nadie se esperaba”. Sergio Méndez

El primer problema que se le presenta a un periodista que entreviste a Agustín Ramos Ramos es la densidad de su currículo. Así que tengo que abreviar y será difícil. Fue uno de los fundadores de la gran orquesta Nick &Randy (luego Nicanrandy). Catedrático de Trompeta del Conservatorio de Música tinerfeño. Solista de la Orquesta Sinfónica. Director, subdirector y trompeta de la Banda Municipal de Música de Santa Cruz. Hay que colocar delante de todo esto un ex, porque Agustín (Candelaria, 1941) vive una dulce jubilación, aunque yo creo que un músico nunca se jubila. Ponemos la guinda al currículo si decimos que es el autor de la música de Santa Cruz en Carnaval, porque la letra es de un enfermero que fue del Hospital de La Candelaria, Delfín Yeste. Cuando ganó Jesse&James el Festival Internacional de la Canción del Atlántico, en su edición de 1969, una canción con música de Agustín, Qué bonita es la vida, interpretada por Ivana, una guapa sevillana, fue segunda y casi desbanca al dúo ganador. Y termino la introducción: ha interpretado, como primer solista de trompeta de la OST, a Haydn, Hummel y Shostakovich (piano y trompeta) e incluso ha dirigido la orquesta en ocasiones. Hay un libro publicado sobre la Nicanrandy (Asociación Cultural del Disco Canario), en el que ustedes pueden consultar todo lo relativo a la fundación y vida de este pedazo de orquesta. Así que me ahorro muchas palabras.

-Dime una época maravillosa para la música contemporánea, Agustín.
“Los sesenta, sin duda. Aquellas actuaciones en el Patio Skandinavia del Puerto de la Cruz son inolvidables. Y otras muchas en otros lugares, pero me gustaría recordar a don Pepe Rodríguez Barreto, propietario de ese local que respiraba cultura musical y literaria”.

-Y el Lido San Telmo. ¿Sabes que David Gilbert, uno de sus propietarios, impidió actuar allí a Los Beatles (a tres, a Paul, Ringo y George, porque John Lennon se había quedado en Málaga), “por melenudos”?
“No, no lo sabía. Sí sabía, claro, de su estancia en Tenerife. Nosotros tocamos en el Lido, en el Pavillon de Martiánez, en un montón de locales, con la Nick&Randy”. Cuando el Puerto era el Puerto”.

-Tú, además, formabas parte de la orquesta de Rafael Ibarbia, en los festivales del Atlántico.
“Sí, claro. Acompañamos a artistas de la categoría de Julio Iglesias, Tony Dallara, Michel, Luis Gardey, Víctor Manuel, Robert Jeantal, Hervé Vilard, Rocío Jurado, Rika Zarai, Alberto Cortez. La lista es muy, muy larga”.
-Hay una anécdota con Machín, en el Copacabana.

“Más que con don Antonio Machín, al que conocimos y acompañamos muchas veces, con su pianista y arreglista. Lo llamaban “Botafogo”. Vinieron sin orquesta y tenían ciertas dudas de encontrar músicos que le acompañaran con garantías. Y nos pusieron a prueba con una de las canciones de Machín, elegida al azar del grueso repertorio. Tras los primeros acordes, “Botafogo” nos mandó a parar y le dijo a Machín: “Antonio, vámonos a comer que estos no son albañiles. Son músicos de verdad”. Esa misma noche tocamos en el Copacabana todo el repertorio del cantante, sin ensayar”.

-También te has atrevido con la balada isleña.
“Sí, como aquel Ay mi Puerto de la Cruz, que compuse con Efrén Hernández y Torres Romero. La cantó Blas Cruz. Fuimos segundos en el Guimerá, en el Festival de la Canción Canaria, en el año 60”.

-El disco triunfó. Esa canción me la sé de memoria, Agustín.
“Sí, sí, cayó muy bien; muchos microsurcos se grababan en Venezuela, donde había unos estudios muy buenos. Hay que recordar, en Santa Cruz, a Pepe Fernández, propietario de Estudios Aries, una buena persona y un excelente profesional que hizo mucho por nuestra música”.

-Que tenía miles de historias también.
“Cuando grabamos Santa Cruz en Carnaval había un coro con tres chicas. Y una de ellas desafinaba. Pepe Fernández era tan buena gente que, para no ofenderla, en vez de decirle que se mandara a mudar, le colocó un micrófono desconectado y así solventó amablemente el problema. Bueno, en realidad él quería que se mandara a mudar y fuimos nosotros los que le dijimos que se calmara y le dimos la idea del micrófono desconectado; vamos a decir la verdad”.

-De esa canción se apropiaron muchos.
“Ya, pero la única realidad es que es nuestra, de Yeste la letra y mía la música. En ese tiempo, las orquestas se copiaban unas a otras y a nosotros nos importaba un bledo todo eso. Nosotros nos divertíamos y éramos unos perfeccionistas al mismo tiempo. La Nick&Randy la bautizaron unos camareros del Tropicana, porque ni nombre teníamos al principio. Y como la idea de formarla había sido de mi tío Nicasio Ramos Díaz –un grandísimo músico–, pues Nick de Nicasio y Randy de Ramos y de Díaz. Y así se quedó”.

-¿Quién te encargó esa canción, Santa Cruz en Carnaval?
“Ernesto de la Rosa, que era el concejal del Carnaval, allá por 1975, me dijo: “Hazme algo alegórico a la fiesta, que la gente la cante, la baile y se divierta”. Y así salió la cosa”.

-¿Todavía cobras derechos?
“El Carnavales todos los años me llega algo, pero no mucho”.

-Más tarde, Radio Club la hizo suya y la lanzó a España entera como cuña de publicidad de la emisora. Fue un verdadero bombazo.
“Paco Padrón, que era entonces el director de la emisora, me llamó y me preguntó que si le podíamos cambiar la letra y decir Radio Club en Carnaval, en vez de Santa Cruz en Carnaval. Le dije que sí, por supuesto. La percusión la hicimos nosotros en los estudios de Pepe Fernández. Trabajamos todo un día, hasta las dos de la mañana, para grabar la cuña. Y aquello se disparó. Los tiempos de Paco Padrón en Radio Club fueron importantísimos para la radio en Canarias”.

-Has participado en el concurso de rondallas, fuiste director de Los Fregolinos. Y hasta te pusieron a parir en un escenario.
“Sí, Moisés…”.

-¿El de las Tablas de la Ley?
“No, el de las Cartas al Director, Díaz-Estévanez, que lo criticaba todo en los periódicos. Agarró el micrófono el tío y me puso como un zapato, porque no había ganado la rondalla del Recreo y, según él, yo era el presidente del jurado. Y yo no había participado en aquel jurado. Menos mal que estaba disfrazado, porque aquello ocurrió en el baile de disfraces del propio Recreo, y me pude escabullir. Si no, me matan”.

-Ya viste la que liamos tu tío Nicasio, Pepe Chela y yo en un concurso de murgas.
“Sí, joder, aquello fue muy fuerte. Nicasio siempre habla de eso. Le dieron una reprimenda a las murgas que fue muy famosa. Si los cogen los matan”.

-Una de ellas colocó mi foto en el bombo, en los Carnavales del año siguiente, para darme con los palos en la jeta cada vez que lo tocaban.
“¡No me digas!”.

-¿Quiénes fueron los primeros componentes de la Nick&Randy?
“Nicasio, Valentín, Rafa, Pacolín, Paquito el batería y yo. Éramos seis. Luego hubo algún cambio, pero no muchos. Todos éramos músicos profesionales. Date cuenta la categoría de esos músicos que en Mallorca acompañamos a Andy Russell, considerado en los Estados Unidos como el segundo mejor cantante, tras Frank Sinatra, y miembro de su clan. Nacido en Los Ángeles, en 1919 y ya fallecido, hace muchos años. Recuerdo que un día nos dijo a Nicasio y a mí: “Miren, cuando yo canto en México soy Andrés Rábago, porque realmente yo me llamo así, Andrés Rábago Pérez; lo de Andy Russell es sólo para los Estados Unidos y el resto del mundo”.

-Has arreglado y creado también obras para la Orquesta Sinfónica
“Por supuesto. Y yo sigo haciendo música, en una especie de entretenimiento. Porque siempre será un honor, por ejemplo, acompañar a gente como Celso Albelo, que en Los Fregolinos te daba un re de pecho y que ahora triunfa en todo el mundo, como triunfan otros tenores canarios de gran categoría”. (A la Nick&Randy la contrataron en Mallorca y tuvo actuaciones memorables. Y en Alemania. En Colonia estuvieron varios meses tocando, en salas llenas de público, allá por el año 70. La orquesta había nacido en abril de 1957. Un empresario alemán los escuchó en el hotel San Felipe portuense y les ofreció un contrato sustancioso, que aceptaron. Tuvieron sus miembros que conseguir certificados médicos y de buena conducta para viajar a Alemania en los tiempos de Franco).

-¿Qué echas de menos de aquellos tiempos?
“Muchos pasajes de mi vida, pero no me puedo olvidar de los festivales donde nacieron preciosas melodías: San Remo, St. Tropez, Benidorm, el Festival Internacional de la Canción del Atlántico…”. (Me olvidé contarle a Agustín que yo fui a recoger a Nino Bravo y a su esposa, Amparo, a Los Rodeos, cuando el cantante vino a Tenerife como atracción del último Festival Internacional de la Canción del Atlántico. Yo tenía un Rover 2000 entonces, un coche de pijos. Entablé una buena relación con Nino y para mí fue una tragedia cuando murió. Un gran tipo y un hombre con una voz extraordinaria).

-¿Te han reconocido los méritos en tu tierra?
“Bueno, sí, porque tengo un montón de premios y hasta una calle en Candelaria. Soy hijo predilecto de la Villa, su ayuntamiento ha creado un concurso internacional de composición de música de cámara que lleva mi nombre y la Orquesta Sinfónica de Tenerife, bajo la batuta de Víctor Pablo Pérez, interpretó una sinfonía mía titulada “In memoriam”, dedicada al maestro Santiago Sabina. Hasta Víctor Pablo estrenó en la Coruña, con su Orquesta Sinfónica de Galicia, un popurrí mío dedicado al Carnaval. Tantas cosas”.

(Decididamente, no me dan dos páginas para contar la vida de un músico excepcional, que ha formado a cientos de alumnos, que le ha compuesto un himno al pueblo de Arico, que paseó la música del Carnaval de Tenerife por el mundo. Cuando hablé de los cantantes a los que ha acompañado, con la Nick&Randy me olvidé de Raphael, Lola Flores, Massiel, Karina, José Guardiola, Mikaela, Elsa Baeza Conchita Bautista. Y todavía suenan los acordes de la Nick&Randy, en las noches de Santa Margarita, en Mallorca, acompañando a Andy Russell, que cerraba su actuación con su melodía favorita: Soy un extraño para ti).

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