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Dos despedidas marcan las jornadas de esta edición de Gastronomika

La despedida más sonora ha sido la de Carme Ruscalleda que recibió de manos de sus compañeros de profesión, el premio Homenaje por su trayectoria profesional, tras el anuncio el año pasado del cierre de su restaurante de San Pau

Si esta muestra de San Sebastian Gastronomika se ha caracterizado por algo es por la despedida de dos grandes chefs: Carme Ruscalleda y el ahora televisivo Dani García. En esta 21 edición de la muestra gastronómica, ambos cocineros se han sincerado ante una auditorio repleto y quizás sea la última vez que suban al escenario del Palacio Kursaal.

La despedida más sonora ha sido la de Carme Ruscalleda que recibió de manos de sus compañeros de profesión, el premio Homenaje por su trayectoria profesional, tras el anuncio el año pasado del cierre de su restaurante de San Pau.

Pese a las lágrimas contenidas y a la emoción que embargaba a la chef con más estrellas Michelin del mundo, Ruscalleda fue capaz de mirar al futuro y de decir unas palabras al auditorio lleno de profesionales del sector, pero también de estudiantes de cocina. “ Sí, seguimos trabajando. Somos afortunados por ello, por compartir revolución y sueños, también por tener competencia” señaló porque cierra San Pau,

donde tenía tres estrellas Michelin, pero continúa trabajando con su restaurante de Tokio y de la Ciudad Condal. “Debemos seguir defendiendo el respeto por el producto, por el staff, por nuestro público, también por el valor femenino de la gastronomía. El futuro está en nuestras manos”. “Ahora, no obstante, nos toca reinventarnos. Hoy, la experiencia gastronómica es más tecnológica, es online. Debemos adaptarnos para conciliar horarios laborales y personales”.

La catalana, de 67 años, se despedía con la letra de una canción de Joaquín Sabina. “Ahora que me despido, pero me quedo. Muchas gracias”. Su marido, Toni Balam, reía y lloraba, al igual que su hijo Raúl, chef de Moments (dos estrellas Michelin) en la Ciudad Condal.

Otra de las ponencias esperadas en esta edición de Gastronomika ha sido la de Dani García, quien cerrara antes de final de año su restaurante, que lleva su mismo nombre en Marbella, pese a haber conseguido las ansiadas tres estrellas Michelin.

El chef andaluz recordó que ni siquiera su madre entendió que fuera a cerrar su restaurante tras lograr el máxima reconocimiento de la guía francesa. Para explicarlo contó la anécdota de la primera persona que subió al Everest y que, al bajar, su hijo le pregunto que qué se veía desde arriba. La respuesta fue “ni siquiera arriba se ve el mundo entero”.

Tras esta explicación, García añadió en el escenario que pisó hace 21 años, acompañado de Martín Berasategui, que el próximo 16 de noviembre cerrará en Marbella para abrir al menos una docena de restaurantes por todo el mundo para que así se conozca nuestra cocina y llegue a todo el público.

Para este chef, la alta cocina, de la que se enamoró el día que subió al escenario del Kursaal, abarca muchos más aspectos. García se dirigió a sus compañeros y estudiantes para que inicien una revolución abriendo restaurantes en el extranjero y exporten nuestra cocina por el mundo, tal y como lo han hecho a lugares como Francia o América.

Asimismo,el protagoniza del programa de La 1 de TVE, Hacer de comer, señaló que cuando se va a un restaurante y “se pagan 300 euros por la cuenta tiene que estar el chef, por respeto al comensal y al equipo de cocina”.

Reconoció que después de todo, tanto su madre como el equipo de Marbella, han entendido sus decisión. “La tercera estrella es la que más he disfrutado. Creo que esto es un adiós, y no un hasta luego”, dijo ante un auditorio que, puesto en pie, no paró de aplaudir a un García más que emocionado.

 

 

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