“Lo primero es pedir disculpas a toda la sociedad tinerfeña y lamentamos enormemente lo ocurrido”. Con estas palabras inició ayer el director de Operación de Red Eléctrica de España (REE) en Canarias, Eduardo Prieto, la rueda de prensa que ofreció junto a la delegada regional, Ainara Irigoyen, para explicar las causas del cero energético que el pasado domingo dejó sin suministro eléctrico a más de 450.000 clientes en Tenerife, lo que equivale a cerca de un millón de personas afectadas, durante algo más de 9 horas.
En un principio, y a la espera de los resultados de la investigación que está en marcha, Prieto señaló a un fallo “fortuito” del transformador de tensión de la subestación de Granadilla de Abona como única causa del apagón que sufrió la Isla y que se prolongó hasta pasadas las 22:00 horas, cuando se recuperó prácticamente la totalidad del suministro. No obstante, reconoció que este tipo de fallos “fortuitos” ocurren con “relativa frecuencia” en el conjunto del sistema eléctrico nacional y apenas tienen consecuencias. De hecho, al año pueden producirse del orden de 1.000 perturbaciones similares. Por este motivo, Prieto explicó que este fallo no “debería ser suficiente como para tirar abajo el conjunto del sistema eléctrico de Tenerife” y por ello, no descartó “algún elemento adicional involucrado u otros factores desencadenantes”.
Una vez que el sistema ha vuelto a la normalidad, el objetivo es analizar con detalle todos los registros y todas las variables eléctricas que están almacenadas en lo que denominó “caja negra” para poder hacer un “análisis forense” y comprobar “la secuencia concreta y completa que lleva desde un primer incidente hasta un cero energético”. Esta investigación que comenzó el mismo domingo una vez concluida la resposición del sistema eléctrica se prolongará aún unas semanas, según informó Prieto.
El director de Operación de REE señaló que elementos simples que fallen y que tengan como consecuencia interrupciones de suministro importantes “son excepcionales, pero se producen normalmente”. Máxime cuando los sistemas eléctricos, como es el caso de Tenerfie y Gran Canaria, se caracterizan por ser “aislados y pequeños”, lo que los hace “más vulnerables” comparados con los grandes sistemas interconectados como los que existen en la península. “Cuanto más grande y más interconectado está un sistema eléctrico, más robusto es.
Por lo tanto, está en mejores condiciones para hacer frente a posibles perturbaciones”.
“Canarias está inmersa en un proceso de transición energética, y esa transición significa que hay que electrificar más la sociedad, y desplazar usos energéticos donde no pueden llegar las energías renovables hacia el sector eléctrico, porque es en este sector donde las energías renovables se pueden hacer presentes”. Entre las medidas, Prieto considera primordial el desarrollo de una red de transporte y distribución más robusta “que permita aportar una seguridad adicional” al sistema, así como las interconexiones entre Islas, “porque cuanto más grande e interconectado está un sistema eléctrico, más fuerte es”, insistió.
Eduardo Prieto aprovechó su intervención para informar a los afectados por el apagón que pueden trasladar sus quejas y reclamaciones, como es preceptivo en la normativa, a las compañías con las que tienen contratado el suministro eléctrico para intentar resolver cualquier incidente que se haya podido producir, “ya sea en sus viviendas o negocios”.