La Palma continúa en la batalla por albergar el Telescopio de Treinta Metros (TMT por sus siglas en inglés) en las cumbres del Roque de los Muchachos. Esta semana, el consorcio internacional promotor de la infraestructura, ha cumplido el compromiso que adquirió en el mes de julio, cuando manifestó que solicitaría todos los permisos para su instalación en la Isla Bonita, independientemente de que no haya sido tomada la decisión final de emplazarlo en Canarias o Hawái.
Este hecho abre una nueva posibilidad a que, una vez concedida la autorización, pueda emplearse como mecanismo de presión ante el grupo científico, tal como manifestó el alcalde de Puntagorda ayer a DIARIO DE AVISOS, que este miércoles recibió una solicitud por Registro de Entrada para conceder licencia de obra de cara a la construcción del instrumento de observación en su término municipal. Se trata de una conjetura que también sostiene el director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Rafael Rebolo López, quien se muestra cauto, aunque esperanzado porque la balanza se incline a favor de La Palma: “Espero que pueda haber una concesión de licencia pronto; cuanto antes se tenga, más posibilidades tendremos de que el proyecto decida venir”.
Rebolo explicó a este periódico que el consorcio internacional tiene “unos mecanismos complejos para la toma de decisiones”, que involucran a diferentes comités repartidos por los territorios que promueven el telescopio, entre los que se encuentran Estados Unidos, China, Japón, Canadá o India. Una vez otorgada la licencia de obra, prosigue, “se informará a los responsables del consorcio internacional en cada país, y ellos tendrán que ver cuándo tienen sus próximas reuniones”. Igualmente, aclaró que el IAC “mantiene encuentros todas las semanas con muchos temas a tratar”, aunque la mayoría de ellos sean por vía telemática.
Todo podría dilucidarse a finales de este mes de octubre, en la reunión que tiene previsto celebrar el cuadro de directores del consorcio. Sin embargo, Rebolo desconoce “si estaremos en condiciones de que se ponga sobre la mesa de trabajo la posibilidad de decidir algo”, ya que el Consistorio puntagordero no se ha fijado un plazo concreto para concluir el proceso de tramitación de la licencia. De cualquier modo, asegura que el hecho de que la soliciten ya “es un paso muy importante, porque llevábamos tres años de trabajo, preparación, discusiones, análisis y supervisión. Una serie de actividades que nos han ocupado y que queremos ver materializadas”.
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