Con apenas nueve días de desconexión, Michelle Alonso ya está metida de lleno en una nueva temporada. Ni siquiera han pasado dos semanas desde que acabó la anterior y ya la sirenita tinerfeña piensa en lo que será un curso realmente importante para su carrera, ya que en 2020 se disputan los Juegos Paralímpicos de Tokio.
Precisamente en Japón compitió Michelle hace diez días y logró tres medallas de oro en el Open Internacional de Natación de Yokohama. Antes pasó por Londres, donde se colgó la medalla de plata durante el Mundial. Y sin casi tiempo para deshacer las maletas, la nadadora tinerfeña volverá a embarcarse en una nueva aventura la próxima semana. Viajará, junto a su entrenador José Luis Guadalupe, el nueve de octubre a Australia para competir en los INAS Global Games 2019, que se van a celebrar del 12 al 19 de octubre en la ciudad de Brisbane.
Nadará en cinco pruebas individuales rápidas y todos los relevos, que serán cinco o seis. Pero antes tendrá que aclimatarse. Eso después de viajar durante 24 horas seguidas. Para superar las consecuencias del jet lag es necesario estar cinco o seis días en la tierra de los koalas, pero Michelle apenas tendrá tres días.
La programación para Tokio 2020 empieza ahora, con este test de pretemporada. “He podido recuperar un poco. Estoy mejor de esa alergia. Estaba un poco preocupada por la tos que tenía, pero he dejado la medicación y estos días me he encontrado bien”, señala la nadadora a DIARIO DE AVISOS.
Cinco canarios en total, dos tinerfeños y tres grancanarios, nadarán en esta cita australiana, pero solo Michelle tiene opciones reales de lograr algún metal. “Espero conseguir una medalla, ya que me encuentro bien. Tuve problemas con una tendinitis en el hombro derecho y luego con esa especie de alergia al cloro, pero me encuentro bien. Ahora toca coger la forma y prepararme para lograr la marca mínima para nadar en Tokio”, concluye la nadadora tinerfeña.
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