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“Por calidad y valor ecológico, el futuro pasa por la desalación de agua”

Responsables de Aqualia en Canarias, compañía encargada de la gestión de la desaladora de Fonsalía, dotada de los últimos adelantos técnicos, subrayan el óptimo rendimiento de la planta de Guía de Isora
Instalaciones de la estación desaladora de Fonsalía, en la costa de Guía de Isora
Instalaciones de la estación desaladora de Fonsalía, en la costa de Guía de Isora
Instalaciones de la estación desaladora de Fonsalía, en la costa de Guía de Isora. Sergio Méndez

“La calidad del agua que produce la desaladora de Fonsalía es óptima, los controles sanitarios son muy rigurosos, con analíticas semanales y mensuales tanto en las aguas que entran en la planta como las que se producen en la misma. Es nuestra gran prioridad”, asegura Francisco Urquijo, jefe de Desalación de Aqualia en Canarias, empresa que gestiona la planta desaladora ubicada en la costa de Guía de Isora, que subraya el “exquisito tratamiento” a lo largo de todo el proceso, que se inicia en los pozos de captación, desde donde entra el agua a la planta, con una primera prefiltración para eliminar materiales sólidos.

Una vez limpia, al agua pasa al núcleo principal, donde a través del método ósmosis inversa, se eliminan todas las sales. Este procedimiento, que se realiza mediante una membrana muy pequeña, impide el paso de cualquier molécula orgánica o microplástico a través de sus poros. La última fase del proceso consiste en el pretratamiento final con cloro. La mezcla del agua desalada con la procedente de las galerías, en la que participan los ayuntamientos, mejora aún más la calidad del producto.

La planta de Fonsalía está preparada para producir 14.000 metros cúbicos de agua cada día, aunque esa cantidad puede ampliarse hasta los 21.000 e, incluso, hay parcela de terreno disponible para albergar otra desaladora idéntica que elevaría hasta los 42.000 metros cúbicos el volumen de producción.

Francisco Urquijo destaca la evolución que han experimentado las desaladoras en los últimos 20 años en cuanto a ahorro de energía. “Antes se gastaba entre 5 y 6 kilovatios por metros cúbico de agua producida y ahora bajamos ya de los 2 kilovatios, es decir, se ha mejorado mucho el rendimiento energético”, afirma. En ese sentido, asegura que “la tecnología montada en la desaladora de Fonsalía es lo último que hay ahora mismo en el mercado”.

El sistema de la planta de Fonsalía para abastecer la comarca oeste de Tenerife contempla no solo la desaladora. Las instalaciones cuentan también con un depósito de almacenamiento de más de 7.000 metros cúbicos, desde se bombea el agua a un segundo depósito situado a una cota de 170 metros, con dos vasos de 5.000 metros cúbicos, y desde ahí el agua va entrando a los depósitos municipales a través de 15 kilómetros de conducciones, para repartirse por todos los núcleos de la costa de Guía de Isora y Santiago del Teide.

Federico Mendoza, jefe de Producción de Aqualia Tenerife Sur, subraya la apuesta de futuro que suponen las nuevas plantas desaladoras en esta zona de la Isla. “El futuro pasa por la desalación. Las galerías y pozos van poco a poco mermando porque cada vez llueve menos, y eso repercute en la calidad, con niveles altos de socio y conductividad muy elevada. Ese caudal hay que reponerlo y la mejor opción es el agua desalada, porque, además, mejora la calidad”, explica.

Mendoza recuerda que Fonsalía permite disponer de una producción extra en épocas de gran consumo, como el verano, donde se incrementa la demanda. La producción actual permite abastecer al 60% de la población de los municipios de Guía de Isora y Santiago del Teide.

ENERGÍAS LIMPIAS

Enrique Martín de Lorenzo Cáceres, jefe de Servicio del Área de Aguas de la Consejería de Transición Ecológica, subraya el “incuestionable” avance tecnológico en la producción industrial de agua y destaca el papel cada vez más importante que desempeñarán las energías limpias. “La posición de la Consejería de Transición Ecológica sobre la producción industrial de agua es impulsar la incorporación de las energías renovables, no tan solo desde el autoabastecimiento (incorporando aerogeneradores en el entorno de las desaladoras) sino también desde la generación, desterritorializando servicios públicos como son el agua y energía y centralizando su producción para compensar de forma atomizada el consumo de energía que incide en el agua”.

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