Estos días visita Canarias el jefe de operaciones del Telescopio de Treinta Metros (TMT), Christophe Dumas, que junto a su equipo, ha querido conocer en detalle la que se está convirtiendo en una alternativa sólida a la primera opción barajada por el consorcio internacional que impulsa el instrumento de observación, Hawái, que sigue teniendo una firme oposición por parte de la comunidad local, defensora del monte Mauna Kea como terreno sagrado e inviolable.
La próxima semana podría ser clave en todo este proceso, pues tendrá lugar una reunión del grupo promotor en la que, si el Ayuntamiento de Puntagorda logra conceder la licencia de obra a tiempo, se empleará como mecanismo de presión para evitar dilatar más los plazos y que se decanten, finalmente, por la Isla Bonita, tal como declaró a DIARIO DE AVISOS el director del Instituto de Astrofísica de Canarias, Rafael Rebolo.
Parece que sopla el viento a favor de La Palma como ubicación cada vez más probable del telescopio, aunque toda la responsabilidad de poder tener una baza negociadora ante el consorcio recae sobre los técnicos encargados de redactar la documentación pertinente, que han sido contratados por el Consistorio puntagordero expresamente para este fin. El equipo, que trabaja a destajo hasta altas horas de la madrugada a fin de cumplir su cometido en tiempo récord, está compuesto por un arquitecto urbanista y varios profesores universitarios.
Vicente Rodríguez, alcalde de la localidad palmera, ha insistido en la meticulosidad que está llevando el proceso para evitar que la presentación de recursos contra la licencia puedan llevar a su anulación. Asimismo, expresa su total confianza en los profesionales designados y su eficiencia, por lo que espera concluir el procedimiento a tiempo. Es más, indica que desde el momento en que obren en su poder los documentos elaborados por el equipo redactor, convocará una reunión de la Junta de Gobierno local para darle trámite; si es necesario “con media hora de antelación”.
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