Un joven argentino decidió tatuarse un dibujo en el antebrazo que no terminó de convencerle y, siguiendo el método más rudimentario, se lo arrancó literalmente con un rallador de queso.
Las imágenes que recogen la eliminación del grabado fueron compartidas en Twitter por un amigo del chico, que muestran la piel ensangrentada y en carne viva. Asimismo, comparte una fotografía actual con la herida ya cicatrizada.
“Me hice el tatuaje y a la semana quise inscribirme para ingresar en la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Si bien en los requisitos de la web no aparece, me comentaron que no podía trabajar con tatuajes visibles. Esto ocurrió en agosto de 2017. En ese momento tenía 19 años”, ha declarado el joven al portal Infobae, quien añade que “dolió y sangró muchísimo. Tenía que vendármelo constantemente y colocarle desinfectante y antiséptico. A la semana fui a un hospital y me dieron la vacuna antitetánica”. “No se lo recomiendo a nadie”, concluyó.
Un amigo se tatuó y como no le gusto el tatuaje se lo saco con un rayador de queso. Si un rayador de queso pic.twitter.com/1tHObPVvaq
— Matías (@_Matycosta) October 1, 2019