economía

Gobierno y patronal se unen ante el impuesto al queroseno alemán

La consejera de Turismo y los empresarios acuerdan una estrategia para diseñar medidas contra el cambio climático, así como otras que permitan compensar las emisiones de CO2
El Pabellón de Canarias cerró ayer sus puertas en la WTM, consolidado como un centro de negocios turístico. DA
El Pabellón de Canarias cerró ayer sus puertas en la WTM, consolidado como un centro de negocios turístico. DA
El Pabellón de Canarias cerró ayer sus puertas en la WTM, consolidado como un centro de negocios turístico. DA

La consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, mantuvo ayer en el seno de la World Travel Market (WTM) de Londres, que se clausuró ayer, un encuentro con las cuatro principales patronales turísticas de Canarias, en el que acordaron llevar a cabo una estrategia unificada ante el impuesto al queroseno que tramita el Gobierno alemán. Los empresarios trasladaron a Castilla su preocupación por la pérdida de competitividad que puede suponer para las Islas gravar a las compañías aéreas con un impuesto al queroseno, teniendo en cuenta la dependencia canaria del transporte aéreo para la llegada de turistas.

La consejera defendió que “no podemos sustraernos al hecho de lo que supone el cambio climático y sus consecuencias, por lo que tanto el sector público como el privado debemos establecer, desde ya, medidas que compensen, de forma efectiva, los perjuicios que causamos sobre el territorio y el medio ambiente”. Por ello, tanto patronales como Consejería de Turismo coinciden en que un impuesto al queroseno, que grave el volumen de las emisiones de CO2 de los aviones, supondría una clara merma de la competitividad canaria frente a otros destinos competidores, si, como se espera, se establece el impuesto en función de los kilómetros recorridos, entre otros conceptos.

En principio, la estrategia se sustenta en dos ejes de actuación. Por un lado, propiciar desde el Gobierno de Canarias una intercesión por parte del Ejecutivo español ante la Unión Europea, para la defensa de la exención o reducción del impuesto al trafico aéreo con el Archipiélago, que se tramita en el Parlamento del Gobierno alemán. Y, por otro, el diseño de un paquete de medidas transversales contra el cambio climático a desarrollar en el ámbito de las empresas y en el de la Administración pública canaria.

Por su parte, el pabellón de Canarias en la WTM, de 800 metros cuadrados, cerró ayer sus puertas tras convertirse, un año más, “en un gran centro de negocios”, no solo para los profesionales canarios desplazados, sino para los visitantes que se han acercado, atraídos por las degustaciones de vinos y quesos, de Gestión del Medio Rural GMR, “y por la ya famosa esquina del zumero, que se ha convertido en una tradición para reponer fuerzas”. La delegación canaria ha mantenido una intensa agenda de trabajo con representantes de la industria turística británica y mundial.

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