kick boxing

Jonay Risco, diez años después

El deportista de San Miguel cumple una década como profesional dentro de su especialidad después de aquel sorprendente debut en el K1 Canarias Max de 2009
Jonay Risco
Jonay Rico frena con la patada frontal a Juanma Chacón con Lluis Lloret observando en la esquina. / Sergio Méndez

Han pasado ya diez años y la verdad es que no es como si fuera ayer. “La oferta que me hicieron por aquel torneo ni la recuerdo”, detallaba entre risas un Jonay Risco que cumple un década de profesional después de un estreno que cogió a muchos por sorpresa en aquel K1 Canarias Max del año 2009.

Diez años de Jonay Risco como profesional, que se dicen pronto, una década en la que el tinerfeño ha ido creciendo poco a poco hasta convertirse en uno de los tres mejores kickboxers españoles de todos los tiempos y en referencia a nivel mundial con títulos y triunfos de renombre.

Pero todo comenzó en el actual pabellón Quico Cabrera, en aquel evento organizado por Emilio Jiménez donde se juntó “la flor y nata del kick boxing español de aquellos momentos en menos de 70 kilos”, como sí recordaba un Risco que venía de haber sido campeón del mundo amateur dos semanas antes tras hacer tres duros combates en el torneo.

Serían los tres últimos como amateur porque en el K1 Canarias Max le tocaría hacer otros tres, ya como profesional. “Yo siempre he amado este deporte y cuando me lo propusieron ni me lo pensé, venía muy rodado, me encontraba muy bien, quería pegarme con los mejores y esa fue la primera oportunidad”, relataba el de San Miguel que se tuvo que ver las caras en la primera ronda de aquel torneo con el marroquí Bouchaib El Bilaly, que venía de vencer por lesión al legendario Javier Rodríguez Kuky y le había complicado mucho las cosas a otro mito tinerfeño, Zeben Díaz.

“La pelea se nos puso de cara de entrada porque lo cogí con una mano, le costó recuperarse y a partir de ahí él apretó, pero ya llevaba la desventaja de la caída”, explica Risco que venció a los puntos para llegar a una semifinal donde esperaba Juanma Chacón “otro killer del momento”. El catalán planteó una pelea muy de su estilo, de guerra que acabó ganando Risco por decisión “pero fue muy igualada y nos dimos mucho”.

Llegaba la hora de la final. Por el otro lado del cuadro había llegado Dani Montes de Oca con Moisés Ruibal, actual entrenador de Risco, en su esquina. El del Moi Rui venció en primera ronda al valenciano Dani Gómez “en una pelea donde no se patearon mucho” y luego se encontró en semis a Esteban Ramírez El Chino que había protagonizado el combate de la noche venciendo a Manzy Pauwells en el extra round.

“Dani llegó con las piernas intactas y yo con mucho castigo, me ganó bien, no hay excusas”, resumía Risco al que su cabeza sí le da para recordar que “en la ducha, tras la pelea me dolían hasta las ideas”. Y de eso hace ya diez años.

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